¿qué tipos de aprendizajes necesitamos? ¿cuáles son los requisitos de nuestro presente? ¿puede la escuela continuar con el mismo programa curricular que sostenía entes de la inusitada expansión de Internet?
Las prácticas educativas se han transformado notablemente desde la aparición de soportes informáticos y multimediales. En este artículo se exploran algunas claves de la alfabetización digital.
Internet significa hoy mucho más que una nueva herramienta tecnológica. La web se ha convertido en un espacio de intervención social y cultural que en los últimos años ha transformado el escenario de diversas actividades, entre ellas la educación. Por eso, hay quienes afirman que Internet debe contarse entre los servicios básicos indispensables para el desarrollo cotidiano. En este sentido, la exigencia de democratizar las comunicaciones y extender la banda ancha, forma parte de un reclamo que busca resaltar la centralidad de Internet.
Dicho esto, corresponde situar el desafío actual de la educación: ¿qué tipos de aprendizajes necesitamos? ¿cuáles son los requisitos de nuestro presente? ¿puede la escuela continuar con el mismo programa curricular que sostenía entes de la inusitada expansión de Internet? Es indudable que nuestros tiempos son tiempos de cambio.
Las tecnologías de la información y la comunicación dieron el puntapié para el inicio de una revolución digital que está transformando nuestras formas de comunicar, nuestro lenguaje y nuestra relación con el entorno. Un nuevo orden social comienza a dibujarse con mayor nitidez y a velocidades insospechadas. Y es dentro de este marco que los conocimientos necesarios para vivir en sociedad, han llevado a trastocar los parámetros tradicionales de la alfabetización.
Así, un nuevo debate se ha instalado, y condujo al campo de la alfabetización, a atravesar diversas redefiniciones. La alfabetización digital forma parte del marco más amplio de la alfabetización general, derivada de los saberes y habilidades que el individuo debe poseer para poder desarrollarse social y laboralmente en el actual marco sociocultural, cuyo factor predominante es el dominio de capacidades y competencias de acceso, instrumentalización y creación de información y conocimiento a través de tecnología digital.
Acceder al entramado social que se nos impone, no es reducible entonces a adquirir destrezas básicas en computación, sino que comprende un proceso integrado de alfabetización digital que desarrolle capacidades para ‘comprender las posibilidades y limitaciones de las TIC, para explotarlas, para obtener información de utilidad, y desarrollar destrezas de pensamiento crítico que no se obtienen a través de la conexión a un módem’. Desde esta óptica, el acceso al Internet se redefine como la capacidad de encontrar, comprender, evaluar, discernir, y adaptar la información disponible para la construcción del conocimiento y consecuente desarrollo.
Es fundamental, entonces, que desde las instituciones educativas se reconozcan las posibilidades de realizar actividades diferentes para aprovechar las potencialidades de las TIC. El trabajo con páginas web, el uso de weblogs, foros de discusión, etc. favorecen el trabajo colaborativo y estimulan modos de comunicación ineludibles en la actualidad. De esta manera, se deberá fomentar el vínculo productivo y la recreación cultural que van de la mano de las TIC.
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