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Los académicos y la universidad

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A medida que la tecnología crece a pasos acelerados, vemos con preocupación cómo este mismo avance tecnológico, está haciendo perder el norte a nuestros académicos en cuanto a la concepción cultural plena, concerniente la formación de nuestros futuros profesionales.

Gran parte de esta desviación en el desarrollo integral de quienes serán los encargados del futuro de la Nación, es producto de la manera como se está ejerciendo, el modo de conferir el saber a nuestros estudiantes, reflejado en el distanciamiento del verdadero concepto “Universidad” entre la relación de educando y educado.

Lo primero que se debe entender es que el concepto Universidad siempre estará orientado, primero a promover las virtudes más nobles del ser humano y luego a la búsqueda del conocimiento y de la sabiduría. Esta concepción nos lleva a la siguiente reflexión, “la meta de una universidad es buscar el conocimiento en su propio fin”, por lo tanto nunca debe ser el medio para alcanzar un fin.

Por lo tanto, basado los conceptos comentados, los académicos y estudiantes deben ser libres para pensar, indagar, criticar, discernir, aprender, estudiar y valorar lo aprendido y ambos no buzones del contenido estándar que se entrega.

Lo que está ahora ocurriendo en el mundo académico actual es la mecanización en el modo de entregar conocimientos, se han convertido la mayoría de quienes ejercen la docencia en solo pasa materias, sin permitir diálogo alguno entre las partes, no hay oportunidad de iniciar un debate o diálogos profundos que permitan la creatividad o un mejor discernir de los estudiantes, principio básico de espíritu universitario.

Están más preocupados de la paga de fin de mes, de cuánto ganarán con algún nuevo curso de diplomado y corren de un lado a otro con el solo fin de acumular más y más bienes, olvidándose de lo primordial su deber de entregar conocimientos que serán de beneficio tanto a quienes educan y de su responsabilidad ante sus compatriotas.

El escenario actual es consecuencia absoluta de la introducción en la academia, del concepto libre mercadista, más claro; Los académicos responsables de formar a nuestra juventud, es y son el futuro de la nación, en su mayoría, se han dejado llevar se han dejado por el monetarismo imperante, olvidándose de su responsabilidad ante sus educando.

Están más preocupados de la paga de fin de mes, de cuánto ganarán con algún nuevo curso de diplomado y corren de un lado a otro con el solo fin de acumular más y más bienes, olvidándose de lo primordial su deber de entregar conocimientos que serán de beneficio tanto a quienes educan y de su responsabilidad ante sus compatriotas.

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6 Comentarios

FranAyalaC

FranAyalaC

muy muy cierto.

vasilia

vasilia

Discrepo

Los menos son los profesores mercenarios que apenas se aparecen en clases. La mayoria de profesores se sacan los zapatos para que uno aprenda y estan totalmente comprometidos con su labor. Muchos profesores trabajan por una miseria con tal de poder dictar clases, y son los menos que se ganan un puesto de profe emerito y nunca mas se les ve el pelo.

Asi que meter a todos en el saco es injusto. Y muy ignorante sobre cual es la situacion de muchos profesores universitarios.

Y con lo que mas difiero es lo de «Los académicos responsables de formar a nuestra juventud»… Pare. La responsabilidad de «formacion» la tienen los profesores de la educacion basica, de la educacion media. Pero ¿los de universidad? No. Ahi es ud, el estudiante, el que tiene todas las responsabilidades. Es ud el que ingreso a una carrera, es ud el que tomo una clase con determinado profesor, y es ud el que tiene que sacar todo el provecho posible a eso yendo a clases, realizando los examenes, estudiando, preguntando, aprendiendo. El profesor tiene la responsabilidad de ser claro en lo que va a exponer y en presentarse a sus clases, pero en todo lo demas, ud, el estudiante, es el que tiene que hacer lo que debe.

¿Sabe por qué muchos profesores se aburren y se transforman en momias repetitivas? Porque los estudiantes no cumplen con su obligacion. ¿Quiere mejores profes, mas motivados? Sea ud un alumno motivado, ud acose a su profesor. Ud el que necesita el titulo ¿verdad?

    Armando Hernández

    Apreciada Marcela:
    Hay un dicho antiguo que dice «los árboles no dejan ver el bosque» creo que esta frase viene bien al caso.
    Cuando Ud escribe » La responsabilidad de “formación” la tienen los profesores de la educación básica» Está a la vista los responsables de formar y de educar a los profesores básicos integralmente u otorgarles un amplio conocimiento universal, además de su especialidad son justamente la Universidades y sus académicos y es la gran responsabilidad no asumida.

    En cuanto a meterlos a todos en el saco, no es así, lea bien lo que comento.

    No se puede negar lo obrado hasta ahora, por cuanto el comercio educacional en el ámbito del concepto universidad, como primer eslabón está el camino hacia el conocimiento y la sabiduría de la sabiduría, lo que se ha dejado de lado por el afán monetarista.
    Saludos.

    clado

    Sra Marcela:
    Uno de los aspectos que caracteriza la pedagogía actual, es poseer un rezago pedagógico de algo más de medio siglo en cuanto a desarrollo epistemológico y ontológico, que coincide más o menos con la aparición del concepto de paradigma (Thomas Kuhn), que simplemente pasa por encima de lo pedagógico. Eso hace que no tengamos aún una profesión claramente delineada y reconocida: simplemente, eso se demuestra en el trato natural y además poco deferente que Ud. y muchos hacen de los profesores y “su pedagogía”.
    Hoy en día, la mayoría de las personas que se refieren a la docencia y los profesores lo hacen desde “el contexto de la educación”, y no se dan cuenta que están participando de una falacia inventada pero que nada aporta y más bien dificulta la posibilidad de aclarar que no es posible referir de modo racional y comprensivo, lo pedagógico «docente” que pudiera estar comprometido en ello.
    También es fácil encontrar ejemplos de aberraciones lógicas impresionantes relacionadas con lo que se pide a los profesores que hagan en las escuelas con o por sus alumnos. Para hacer estas diferenciaciones lingüísticas (que no son inocentes), se necesita alguna formación en el ámbito de la filosofía de la ciencia y de la epistemología, lo que por cierto está lejos los saberes naturales (ver Lyotard) Y por cierto, los que no tienen formación especializad en el ámbito de la adquisición del conocimiento, lo hacen inocentemente: pero el resultado y el daño es el mismo.

Rodolfo Schmal

comparto lo que afirma mafalda, perdón, marcela!

clado

Al relacionar: a) la formación integral de los futuros adultos, profesionales o no, los que sean (léase desarrollo integral del ser humano), en el campo de la pedagogía puesta en acción en la enseñanza formal (parece necesario especificarlo), directamente con b) “el modo de conferir el saber a nuestros estudiantes”, se puede inferir inmediatamente que el desarrollo humano «se confiere» desde afuera. Inmediatamente se deduce que los que enseñan son los que confieren el saber al otro que aprende y ya en esa lógica (que es paradigmática, por cierto), lo coherente es pensar que el “desarrollo integral” del alumno o alumna es lo que debe caracterizar la docencia para los futuros.
Dados estos predicamentos, tengo mis serias dudas que pueda darse la libertad que sostiene -más todos los agregados que señala- ya que yo entiendo que la característica más notable del paradigma educativo o educacional vigente, en todos los niveles de la enseñanza, posee claramente el fundamento que hace posible el formado desde afuera (lo esperanzador en todo lo dramático que es esto, es que las excepciones a esta concepción de hombre son numerosas)
Lo claro es que ese paradigma es el que vemos rotundamente fracasado hoy en día y es lo que debería cambiarse por la opción que define al hombre haciéndose esencialmente desde sí mismo: es la alternativa posible para empezar a cambiar lo que hoy ocurre con la actual pedagogía.
La evidencia abunda, pero es ocultada voluntaria o inocentemente: es lo mismo.