La educación pública actual tiene en su origen un problema que no es de tipo práctico, que no está atado a recursos ni estrategias, sino a lógicas y definiciones que la mantienen estancada sin poder avanzar.
Por un lado tenemos la lógica “País”, la cual entiende que la educación es un “Bien Público” donde el sistema de educación estatal es el encargado de asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a una educación de calidad. Bajo esta lógica lo esperable es que el Gobierno asegure que la educación pública sea buena, de modo que cualquier ciudadano, a la hora de elegir un establecimiento educacional para sus hijos, no tenga que poner en la balanza las variables costo v/s calidad, permitiendo así que todos, ricos y pobres, puedan encontrarse dentro del sistema de educación pública, sin que nadie sacrifique ni deje de recibir educación de calidad.
Por otro lado la lógica de “Mercado”, establece que el rol de la educación pública es asegurar acceso a la educación donde la oferta privada no llega. Es decir, ofrecer educación a quienes no tienen los recursos para pagar educación privada, o bien, ofrecer educación donde ésta no es un buen negocio. Quienes sostienen este punto de vista afirman que los recursos son escasos, que éstos se deben utilizar para atender a los más necesitados, y que quienes pueden pagar su educación, o la de sus hijos, deben hacerlo para que el Estado pueda liberarse de ese gasto.
Si se analiza con detención esta mirada, es posible ver que en la práctica resulta bastante extraña, sino perversa.
Bajo esta lógica se define que lo que regirá al sistema educativo serán las leyes del libre mercado, utilizando al sistema de educación pública como medio para apartar y excluir a quienes no cuenten con los recursos suficientes para pagar por su “producto”. Como la lógica del mercado es “más para los que pagan más” se asume, implícitamente, que el que no paga debe recibir menos y, más aún, debe agradecer porque en realidad no le corresponde recibir nada.
Asimismo, bajo esta perspectiva, resulta “ilógico” que los estudiantes protesten y se movilicen, porque es igualmente “ilógico” que quieran recibir por igual, aquello por lo que otros han pagado o, que en “módicas” cuotas, tendrán que pagar. Así, la calidad del sistema de educación pública no puede alcanzar, ni menos superar, la calidad del sistema de educación privada porque si ello ocurre, el negocio deja de funcionar.
¿Por qué hoy día en Chile la segunda lógica es la que prima y opera?
Porque quienes toman las decisiones sobre la educación del país son personas que creen en el libre mercado, porque tienen suficientes recursos para elegir para sus hijos el colegio que más les acomode dentro de la amplia gama de colegios particulares pagados. Personas que no muestran mayor preocupación por los efectos de la segregación ni menos del lucro, ya que al final del día estos problemas, más que problemas, son fenómenos que “lógicamente” juegan a su favor.
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Comentarios
16 de agosto
Generalmente, muchos caen en la trampa de creer que los que toman decisiones o tienen poder creen en el libre mercado.
Pero si se analiza con detención, lo que menos quieren aquellos es libre competencia. Es decir, no creen en el libre mercado sino en algo distinto, el mercantilismo. Y para ello, usan la legalidad y el poder estatal para establecer barreras de entrada a otros competidores.
El sistema educacional chileno lo que menos tiene es libre mercado. ¿O acaso no es el Estado el que obligando a los padres a enviar a los hijos a las escuelas, no garantiza una demanda cautiva a los mismos miembros de la clase política que tienen colegios? ¿No es acaso el Estado el que mediante una serie de certificados y títulos establece quiénes saben y quiénes no? ¿Y para qué hablar de la PSU?
+1
16 de agosto
deduzco entonces que Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet son férreos defensores del libre mercado?
en Osorno Existe el Colegio San Mateo, que entre 2005 y 2009 gano el premio excelencia académica del Mineduc, este colegio tenia arancel diferenciado y subvención estatal, y las modificaciones al sistema que hizo Bachelet obligo al colegio a renunciar a la subvención, por ende o pagas mensualidad completa o te vas.
eso es NO dar derecho a una educación de calidad
17 de agosto
Estimado, en verdad pensé que con la frase «creen en el libre mercado…» se entendería que me refería a un «creer» con letra chica. A un creer en un «libre mercado» que mantenga el sistema actual, que por cierto no es libre mercado propiamente tal… Concuerdo plenamente con tu comentario, y se agradece el alcance ya que permite aclarar más la lógica que opera, que está a la base de la competencia injusta, o unilateral, entre el sistema de educación pública y el sistema particular.
16 de agosto
Generalmente, muchos caen en la trampa de creer que los que toman decisiones o tienen poder creen en el libre mercado.
Pero si se analiza con detención, lo que menos quieren aquellos es libre competencia. Es decir, no creen en el libre mercado sino en algo distinto, el mercantilismo. Y para ello, usan la legalidad y el poder estatal para establecer barreras de entrada a otros competidores.
El sistema educacional chileno lo que menos tiene es libre mercado. ¿O acaso no es el Estado el que obligando a los padres a enviar a los hijos a las escuelas, garantiza una demanda cautiva a los mismos miembros de la clase política que tienen colegios? ¿No es acaso el Estado el que mediante una serie de certificados y títulos establece quiénes saben y quiénes no? ¿Y para qué hablar de la PSU? ¿No es acaso el Estado el que establece contenidos mínimos y deja fuera otros conocimientos?
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16 de agosto
Tienes toda la razòn, los que toman las decisiones no creen en el libre mercado, yo tampoco, y supongo que tu tampoco.
Obvio, si el Libre Mercado No Existe,
Pero se usa como una utopia para deslumbrar a otros e institucionalizar un sistema que finalmente solo les beneficia a los que lo implementan (a los que toman las deciciones) como ocurre en Chile con la educación.
Felicitaciones por el artículo.
16 de agosto
Álvaro: Ningún gobernante es defensor de mercados libres…es antitético. ¿Has analizado los nexos entre el campo educativo, editorial y el campo político?
Hay que mirar detrás de las decisiones, siempre se esconde algo. Quizás, lo que hizo Bachelet, derivó en favor de otro colegio, quizás de alguien conocido.
Aureiano: El libre mercado no existe excepto en pequeños niveles. El Estado sustenta modelos mercantilistas -y da lo mismo si se dice liberal o socialista- siempre instaura barreras y frenos para favorecer a los amigos del poder político, como en Chile o en Cuba ¿O crees que uno que luego juzgaron se hizo rico por libre mercado?
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07 de agosto
Reforma Educacional: ¿Burocrática o del nuevo milenio? Parte III http://elquintopoder.cl/?p=47848 #5poder vía @elquintopoder
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