El sector humanista fue el primero en saturarse, pero esta muy lejos de ser el único. Hasta hace algunos años estudiar una carrera relacionada al área bióloga y las ciencias médicas era garantía de buen sueldo, estabilidad laboral y un futuro prometedor. La cruda realidad es que esto ya no está siendo así.
En esta columna sobre educación utilizaré datos que todo Chileno tiene a mano, extraídas desde el sitio www.mifuturo.cl para demostrar que en las carreras relacionadas con la Salud y las Ciencias Sociales, el mercado ha fallado en regular la oferta, la demanda y el futuro laboral.
Se han saturado varias carreras por el exceso de instituciones que la imparten. Primero abordaremos el área humanista, donde se expone en su máxima expresión la saturación de algunas carreras y la ausencia de estudiantes de otras.
Iniciemos con las carreras que se posicionan con menor cantidad de estudiantes. Dentro de este grupo se encuentra publicidad, con aproximadamente 3000 estudiantes; sociología con 3500 y ciencias políticas, con 5000. En la misma área tenemos la otra cara de la moneda: trabajo social que se lleva el bronce con 13.000 estudiantes, psicología alcanza la medalla de plata con 26.000 estudiantes, pero el oro olímpico se la lleva la carrera de derecho con más de 36.000 estudiantes al 2011.
Analizando estos resultados podemos decir a simple vista y sin utilizar calculadora que la suma de estudiantes de sociología,ciencias políticas y publicidad unidas no alcanzan a igualar a los estudiantes de trabajo social y no son ni el 50% de los estudiantes de psicología.
El sector humanista fue el primero en saturarse, pero esta muy lejos de ser el único. Hasta hace algunos años estudiar una carrera relacionada al área bióloga y las ciencias médicas era garantía de buen sueldo, estabilidad laboral y un futuro prometedor. La cruda realidad es que esto ya no está siendo así.
Tenemos a enfemería, con 33.500 estudiantes. El segundo lugar lo ocupa kinesiología, con casi 24.000 estudiantes y el tercer lugar lo ocupa increíblemente la selectiva y elitista carrera de medicina, con aproximadamente 12.000 estudiantes. Caso diferente es el que viven los estudiantes de otras carreras como obstetricia y puericultura, con aproximadamente 3600 estudiantes, seguido por química y farmacia, con 4370 estudiantes.
¿Por qué se producen estas diferencias tan radicales?
1-Las carreras con menos estudiantes son empleos poco difundidos, poco conocidos por la sociedad y cuya mención en la enseñanza media es casi inexistente : Todos sabemos a lo que se dedica una enfermera, un médico o un abogado; sin embargo, la mayoría de nosotros, entre los cuales me incluyo, ignoramos la labor de los sociólogos, los cientistas políticos, fuera de las entrevistas que dan en la televisión, la cuál tampoco da los espacios para saber que hacen esos profesionales en su vida diaria.
2-Las carreras con menos estudiantes no han sido tocadas por universidades privadas: Esto viene siendo frecuente; una carrera que es impartida por menos instituciones por lo general solo se encuentra dentro de las universidades tradicionales que, al ser selectivas, dificultan el ingreso en masa de estudiantes. Además, las carreras de salud hasta hace un tiempo involucraban un gasto sustancial por parte de la universidad en equipamiento, laboratorios,etcétera. Esta inmunidad por parte de las carreras de salud se terminó cuando las universidades privadas se dieron cuenta que podían comprar materiales precarios y cobrar aranceles mucho más altos que las carreras humanistas.
Cada vez serán menos las carreras que ofrecerán verdadera movilidad social. Un claro ejemplo es fonoaudiología, que hasta el 2010 contaba con 6289 estudiantes. Sin embargo, como podrán atestiguar muchas universidades privadas, que han empezado a impartir esta carrera, solo en 2011 se incorporaron 3.111 estudiantes de fonoaudiología, lo que significó que en tan solo un año la matrícula aumento en un 33%. Es decir, 1 de cada 3 estudiantes de fonoaudiología está cursando primer año de la carrera.
Una superintendencia no bastará para regular carreras, cerrarlas si es necesario; hace falta un nuevo sistema de acreditación que le impida a cualquier universidad abrir una carrera sin la existencia de garantías mínimas y por supuesto evitar que se impartan carreras que van por el claro camino de la saturación.
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