Cuando vengan los indignados, díganles que estoy indignado. Escribo esta entrada para manifestar mi indignación. ¿Con que? Con la hipocresía. Durante estos meses hemos visto como los estudiantes se apoderaron de la agenda de gobierno, las calles, los televisores, los diarios, todo. ¿Cómo lo hicieron? Portando el estandarte de la necesidad de una educación de calidad y gratuita para todos. Este concepto, y que en esta sociedad es utópico, es un paraguas en el que todos queremos protegernos, y que quede claro, no estoy en contra de este concepto o anhelo, pero lo entiendo como un proceso que lleva años en instaurarse en países desarrollados (en el nuestro solo piénselo, porque hasta hoy nadie habla de costos y garantías de implementación). Estoy indignado por la forma en que manejaron este tema, y los cuestionables discursos que se escucharon.
Leí muchas entrevistas, vi muchos reportajes a los dirigentes de este movimiento, muy educados, con seguridad y prestancia desenvolviéndose en los medios como si tuvieran una hoja pauteada por el mejor de los productores, y esto no detona mi indignación. Lo que me indigna es que ninguno de ellos es lo suficientemente transparente para decir que en las proyecciones de este movimiento, lo que finalmente buscan es la gratuidad, pero no para todos. Esto no lo he escuchado, no ha salido como portada, no está en sus manifiestos ni sus diálogos con el gobierno.
¿Qué me lleva a pensar esto?
1.- La incomodidad que muestran cada vez que se les pregunta por las universidades no tradicionales, evadiendo la respuesta y canalizándola hacia las generalidades.
2.- La no inclusión en sus sesiones de representantes de todos los sectores educativos y su manejo cerrado de actas y sesiones.
3.- La militancia de sus dirigentes.
4.- El que, conscientes de los recursos del Estado, de su capacidad de negociación, de la imposibilidad de lograr la “educación gratuita para todos” en el corto plazo, hacen sus proyecciones del presupuesto para la gratuidad solo para las universidades tradicionales. Esto no se habla, no se difunde, no se propaga como lo hace la declaración política de un dirigente. Si quiere informarse, acá va el reportaje de hoy en el mercurio, en donde la lectura deja claro cuál es el foco que se va a atacar “La Educación Superior”, y si quiere otra interpretación, la tercera de hoy también habla solo de educación superior en el panel de expertos citado por el Gobierno.
Si mezclo esto con la nula mención de la carrera docente y el acceso, tengo una razón para pensar que este movimiento puso el énfasis en donde los representantes quisieron.
Vuelvo a mencionar lo dicho en la entrada ¿Es realmente la educación el problema?
Si ahora todos están concentrados en la Educación Superior, los recursos se pondrán por influencia en este punto. ¿Cómo se puede entender que esto garantice el acceso? Si finalmente quienes rindan una PSU que les permita entrar serán mayoritariamente de colegios subvencionados o particulares. Entonces el estandarte de una sociedad más justa e igualitaria ¿Cómo puede verse reflejado con esto? Hoy día todos los alumnos de secundaria que arriesgan perder el año ¿usted cree que son de colegios subvencionados o particulares? ¿Estarán preparados para rendir la PSU que asegure su ingreso a la Universidad? Pues bien, quienes no se han movilizado, aseguraron que los contenidos les fueran enseñados. Luego de la PSU de este año, lo invito a hacer el ejercicio de ver quiénes obtuvieron los mejores puntajes y que colegios tuvieron mejores resultados.
Finalmente este movimiento ha garantizado puestos políticos para los dirigentes, ha dejado miles de alumnos secundarios (municipales) a punto de repetir el año y ha logrado mayores recursos financieros solo para universitarios.
Quiero estar equivocado, pero la evidencia ahora está hablando por sí sola.
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