Siempre es un buen momento para reconocer la nobleza de todas y todos los dirigentes del país y también para agradecer el respaldo de todos quienes han confiando en la gestión economía y financiera de la Tesorería Nacional del Colegio de Profesores. Como ustedes han de saber, el tesorero nacional no trabaja solo y junto con agradecer a ustedes, también me permito entregar mi gratitud por el trabajo bien hecho de todos los funcionarios y funcionarias que colaboran activa y dedicadamente junto a mí.
No es casualidad que el tremendo apoyo obtenido en la última Asamblea Nacional Ordinaria haya sido producto del trabajo en conjunto con los dirigentes de todos los niveles de nuestra gran Institución Colegio de Profesores.Todas y todos nosotros trabajamos para que cada niño de nuestro país tenga las mismas condiciones para una buena enseñanza, en un Chile en el cual la educación es entendida como un derecho social.
Ser tesorero nacional de un gremio tan importante y grande como el docente no es una tarea fácil, pero con la ayuda de todas y todos se garantiza un camino por cual se puede transitar hacia nuestra meta. Mejorar las condiciones laborales de todos nosotros para que de esta forma podamos “emparejar la cancha” y equilibrar las posibilidades del futuro de nuestro país, nuestros estudiantes.
Más de alguien alguna vez me manifestó que mi labor como tesorero copa toda mi jornada laboral, que debo responder interminables llamados telefónicos y correos electrónicos y que no queda espacio para realizar esas actividades que otros dirigentes realizan en regiones para “venderse”. Yo sin tapujos contesto que la misión de Tesorería es cuidar de las arcas de nuestra organización, velar por el bien uso de ellas y no hacerme ver “el joven de la película”.
Reitero mis agradecimientos, gratitud y el reconocimiento que los dirigentes del Colegio de Profesores han dado a la gestión financiera del Magisterio y con la misma convicción les señalo que trabajaremos sin pausa para lograr los objetivos planteados por nuestra organización.
El trabajo honesto, colaborativo, transparente, sólido es con la comunión de todos nosotros que a diario trabajamos para nuestros colegas que ya sea en un extenso trabajo en aula o en sus puestos directivos, trabajan para hacer de nuestro país un lugar más inclusivo, donde la desigualdad sea parte del pasado y la educación ya no sea vista como un bien de consumo.
Todas y todos nosotros trabajamos para que cada niño de nuestro país tenga las mismas condiciones para una buena enseñanza, en un Chile en el cual la educación es entendida como un derecho social.
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