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La privatización educacional de los presidenciables en Chile

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Ocho kilómetros separan el par de liceos públicos emblemáticos del centro de Santiago -donde estudiaron Michelle Bachelet, Laurence Golborne y FrancoParisi- del Colegio Saint George –donde estudiaron Claudio Orrego, Andrés Allamand y Marco Enríquez-Ominami. Pasada una generación, los colegios de los hijos e hijas de nuestros presidenciables siguen estando a ocho kilómetros de distancia, sin embargo esta vez el centro de Santiago desaparece de nuestro mapa, y sólo nos quedan las comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea -¡las tres en la Región Metropolitana! ¿Querrá decir algo esta opción de nuestra clase política por matricular a su descendencia en las escuelas privadas del sector oriente de Santiago?

Los candidatos/as ejercen su derecho, constitucionalmente protegido, de escoger la educación de sus hijos – el bien valorado school choice como diría uno de los inspiradores del actual sistema de financiamiento educativo, Milton Friedman. Todos ellos, profesionales destacados de la Universidad Católica y Universidad de Chile –y con estudios en Europa y Estados Unidos-, conocen el sistema educacional chileno y la distribución de oportunidades. Uno de los candidatos nos habla del mérito como componente esencial de su biografía, colocando el ejemplo del Instituto Nacional, sin embargo a la hora de “elegir” una escuela para sus hijos, selecciona The Mayflower School, un colegio cercano a su hogar –el Mirador San Damián. Y es que el mérito se agota en una generación, luego se transforma en una herencia, es decir, pasa a formar parte de un capital familiar para la reproducción de las relaciones sociales de dominación o privilegio.

Las trayectorias de nuestros políticos formados en los liceos emblemáticos muestran esta contradicción: se forman en el seno de la excelencia pública, compitiendo por una vacante que logran gracias a su mérito, pero luego se alejan de lo público en sus vidas privadas. No eligen la salud pública, no cotizan en Fonasa ni educan a sus hijos/as en las escuelas públicas. Por su parte, Orrego y Allamand –ya miembros de las elites económicas de Chile- no hacen más que elegir naturalmente dentro del universo de posibilidades que tienen: el Colegio Newland y el Colegio Saint George.

Las trayectorias educativas no son simples curiosidades anexas, dignas de una entrevista en Revista Caras o Cosas. En este caso, ellas nos hablan de opciones que nos debiesen importar porque comunican las reales experiencias y valoraciones que nuestra clase política sostiene para vivir o segregarse del mundo de sus electores. Vivir la educación pública (y la particular-subvencionada) significaría ser capaces de elegirla en su familia.

Las trayectorias educativas no son simples curiosidades anexas, dignas de una entrevista en Revista Caras o Cosas. En este caso, ellas nos hablan de opciones que nos debiesen importar porque comunican las reales experiencias y valoraciones que nuestra clase política sostiene para vivir o segregarse del mundo de sus electores. Vivir la educación pública (y la particular-subvencionada) significaría ser capaces de elegirla en su familia.

Quiero sostener en estas pocas líneas que la ausencia de proyecto político para la educación pública de Chile se relaciona estrechamente con este problema ontológico de reconocerse en las escuelas de las mayorías nacionales. “El problema nacional” como apuntaría Darío Salas no es más un problema público, es para nuestros candidatos/as un tema privado de la elección buena o mala de las familias –como se ha cansado de defender el ministro de educación Harald Beyer ante el caso de la Universidad del Mar. Y es que el mercado de la educación en Chile actúa sobre un sistema de exclusión social, donde la movilidad ocurre gracias al endeudamiento económico o a través de la meritocracia, que sólo favorece a unos pocos, el mínimo necesario para justificar “el orden”.

La invitación está hecha. La autoridad pública debe ser consistente y elegir lo público, sino seguirá gobernando en una perfecta alienación de gobernar para un “otro/a” y no para un “nosotros/as”, hecho del cual nos hacemos cómplices en nuestras prácticas políticas cotidianas, incluido el voto.

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8 Comentarios

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armando.hernandezalbarran.9

No es necesario tener un libro de cachiporreo profesional como en este caso, para entender que el actual modelo HA FRACASADO, y es debe del futuro gobernante cambiar los parámetros y la orientación filosófica de la formación de nuestra juventud.

Es decir, cambiarla del actual sistema de mercado, donde de la educación es producto de la oferta y de la demanda a uno donde la libertad de enseñanza sea un camino que conduzca a la formación integral de los estudiantes, que obligatoriamente debe ser orientada por el estado.

La razón principalísima es , que todos el mundo de la docencia debe entender «que de la adecuada formación de los jovenes depende el futuro de la nación».

SI NO ENTIENDE LA COMUNIDAD ACADÉMICA ESTE OBJETIVO sencillamente habrá dominado o se ha echo carne entre ellos, la visión mercantilista que hoy domina la formación de nuestro futuro, es decir los jóvenes. Lo cual es verdaderamente trágico.

Catalina Nas

No sé si es más desalentador tú carencia para elaborar un argumento más allá del resentimiento social, o el hecho de que exhibas tus títulos académicos. Como si ello fuese suficiente para poner en valor lo que escribes.

A estas alturas estás en la misma posición que Golborne: ambos con extraordinarias oportunidades para nutrirse académicamente. Ahora la pregunta es: ¿qué harás con esa información?

¿Cagarte al de al lado, aunque sea con palabras?. ¿O elaborar una reflexión crítica que diseñe caminos que permitan una apertura de MENTE?

    jinzunza

    jinzunza

    Estimada Catalina, muchas gracias por tus comentarios. No discutiré el más allá o más acá de mis ideas, que tienen los límites del espacio y de mis ideas que circularon para lanzarme a escribir esta columna. No es mi idea andar exhibiendo «títulos» como dices, es interesante que ellos parezcan chocar en Chile, mientras en otros países son apenas una simple caracterización, el punto es que en Chile apunta a algo más, entregan más «información», y es justamente ese es el centro de la crítica que planteo. Mi reflexión es sobre las «posiciones», no es un análisis novedoso, la esencia del trabajo de Pierre Bourdieu en los años 60 apuntó justamente a intentar develar la estructura de la clases que se esconde bajo el discurso de la meritocracia en la sociedad francesa. Este análisis es el que he querido transmitir en esta líneas, el hecho que nuestros gobernantes prefieran lo privado incomoda, a mi juicio no es «resentimiento» -aunque no me molesta esta idea del «resentimiento», que ha sido tan manoseada para descalificar cuando alguien evidencia «las posiciones sociales»-, sino que más bien la constatación de una realidad histórica. Y es esto lo que queremos cambiar creo cuando defendemos una educación pública, gratuita y de calidad, o cuando queremos que la salud sea nuevamente un derecho para las mayoría y no un privilegio asociado a la capacidad de pago. Gracias de nuevo Catalina, y espero avances también en esta reflexión de apertura de mentes, porque eso se logra colectivamente, y no de una iluminación particular de una persona específica, menos aún la mía.

    Catalina Nas

    Don Jorge, me importa un rábano lo que pensaba don Pierre Bourdieu en los años 60. Me interesa saber qué piensa don Jorge Inzunza en el año 2013.
    ¿Cómo se para frente al mundo?. ¿Qué le ofrece?. ¿Qué observa más allá de escritores de antaño?

    Ahora bien, si su postura es contruir un nuevo mundo con postulados postumes, pues los años 60 pasaron hace rato, por favor manifiéstemelo y concluyo esta interacción. Sin embargo, si su afán es cambiar lo que hay, estimo, es porque usted algo sabe que aún no ha puesto en marcha. Pues de lo contrario: ¿cómo puede observar algo que no todos ven?

    armando.hernandezalbarran.9

    Apreciada Catalina:
    Es cierto muy cierto lo que plantea, como esta de moda. «El mercado» je je. Este el de las ideas anda de lo más bien, es cuestión de un papel y un lápiz y listo, pero otra cosa en con guitarra. Todos los ideólogos que he leído en este Quinto Poder , no aportan al fondo del este gravísimo problema, se van en la volá como dicen los muchachos pero proponer cosas concretas que ayuden a solucionar este grave problema, somos muy pocos.
    y como los que proponemos soluciones prácticas, la mayoría, no tiene necesidad de ponerse las medallas o títulos porque para hacer grande a la nación y su juventud, basta con aportar, bien o mal colaboramos.

    Con afecto.

    jinzunza

    jinzunza

    Gracias Catalina, a mí em aprece que quieres cortar la interacción antes de comenzar la interacción, una pena, pero bueno. Puede que su desprecio por la tería de antaño es un problema, en el caso de Bourdieu, él siguió escribiendo hasta comienzos de los 2000; otros «escritores de antaño» iluminan mucho el análisis de nuestra sociedad capitalista, como es el caso de Karl Marx, pero probablemente tampoco le interese lo que él decía, total es del siglo XIX. Fuera de eso, y de las descalificaciones de Armando, creo que no es un buen punto de partida para crear propuestas, pero lo acepto… Ahora respecto a las propuestas, creo que en 2006 creamos propuestas para el sistema educativo chileno en concreto desde el bloque social para la educación. Esas propuestas se construyeron junto a ls estudiantes secundarios, estudiantes universitarios, profesores, académicos de universidades…, y en un acto de humildad fueron entreadas como un documento paralelo al Consejo Asesor Presidencial. Adscribo a ese documento, y allí están muy claro el desde dónde me posiciono. Estoy de acuerdo con Armando cuando plantea que está de moda tirarse contra el mercado, lo difícil es creer por una parte, y apostar por otra a que lo público se puede reconstruir en medio del constante ataque que recibe… y esto lo digo, porque lo que pasa realmente desapercibido socialmente es que cotidianamente se destruye lo público, incluso cuando dices que quieres acabar una conversación que es pública, porque simplemente quieres anular al otro.

Catalina Nas

Bueno señor Inzunza. Que tenga buenas tardes.