El estudio de la historia siempre ha sido cuestionado. Su utilidad, su método, su impacto han sido características que los investigadores especialistas en las ciencias exactas, han recriminado a nosotros los historiadores.
La sociedad no está informada de como la historia a través del tiempo mediante las acciones humanas ha roto diversos paradigmas, que permitieron la evolución social y que sigue en continua sinergia, provocando transformaciones dentro de los núcleos sociales en los cuales todos estamos inmersos.
Luis González y González en su texto titulado “De la múltiple utilización de la historia” nos presenta un panorama distinto, quizá la mejor respuesta a la que un historiador puede recurrir: la historia es útil, el estudio del pasado en sus múltiples modalidades, sirve para algo.
Desde esa tan querida historia anticuaria, llena de historias románticas, picaras, divertidas, esa historia tan expuesta en la cinematografía, en la televisión, la de mayor proyección a las masas, tiene una utilidad, y más allá de la postura en contra que tienen los historiadores académicos, el autor defiende esta modalidad y se remonta a la forma de escribir del llamado padre de la historia, Herodoto, que al leerlo te adentra a un mundo desconocido y fantástico.
González y González presenta una modalidad que actualmente es de las más aceptadas y utilizadas por historiadores, entre ellos me incluyo, la historia crítica, la cual está ligada a los sucesos más escalofriantes, como el hallazgo de cadáveres, la violencia, la dominación del capitalismo sobre los obreros y un sin fin de protestas.
Todos hemos sido instruidos en la educación básica, con la modalidad conocida como la historia de bronce, la que idealmente hizo surgir en todos nosotros identidad un espíritu patriótico y cívico, y que otorgó -según mi perspectiva- a personas comunes, actos heroicos, dignos a seguir.
Aunque en realidad yo apoyo más la postura de Paul Valery, para quien este tipo de historia solo recoge las bondades del pasado propio y las villanías de los vecinos, “hace soñar, embriaga a los pueblos, engendra en ellos falsa memoria, exagera sus reflejos, mantiene viejas llagas, los atormenta en el reposo, los conduce al delirio de grandeza o al de persecución, y vuelve a las naciones amargas, soberbias, insoportables y vanas”. Pero cada historiador tiene su perspectiva, y su opinión la cual es completamente valida. [1]
Luis González y González en su texto titulado “De la múltiple utilización de la historia” nos presenta un panorama distinto, quizá la mejor respuesta a la que un historiador puede recurrir: la historia es útil, el estudio del pasado en sus múltiples modalidades, sirve para algo.
Es como esta lucha por la utilización de la historia científica, de la cual no soy muy adepto, para manejar a la historia como ciencia, ya que como bien lo menciona el autor, cuantificando puedes obtener resultados, pero jamás serán tan exactos como las otras verdaderas ciencias del hombre.
Mi visión sobre el estudio del pasado siempre ha sido clara, desde el momento que decidí dedicarme a esto: cada modalidad tiene cualidades y desventajas, pero ¿qué disciplina o ciencia no las tiene? Más que satanizar a alguno de estos tipos o modalidades de la historia, nosotros los historiadores debemos asumir el rol que nos corresponde en cada una de ellas.
No puedo decir que considero a alguna mejor que otra, pero de lo que si estoy seguro al igual que el autor es de haber elegido como mi formación una de las profesiones más viejas y hermosas del mundo.
[1] González y González, Luis (1998) “De la múltiple utilización de la historia” en Carlos Pereyra et. Historia para qué 17a ed. México, Siglo XXI Editores.
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Jacinta Del Olmo
me gusto mucho este articulo , utilisas tecnisismos, los cuales explica de manera inmediata ,lo cual hace comprensible su significado y a su vez amena la lectura sin tener que ser un docto en la materia .