Recuerdo que hace varios años atrás nos encontrábamos en la Región del Bío-Bío y habíamos organizado el primer encuentro de docentes que integraban la Red Maestros de Maestros (Programa que se crea en 2003, en el que profesores que habían sido evaluados como docentes muy destacados se integran a un red nacional para trabajar con otros pares). Tanto para los maestros integrantes de la Red, como para los que trabajábamos con ellos, el encuentro era un hito muy significativo que rompía una serie de paradigmas instalados en nuestro medio: contra todo lo que se criticaba a los docentes, había muchos que se destacaban entre sus colegas; algunos pasaban voluntariamente por un proceso de evaluación para certificarse, otros ponían su conocimiento al servicio de sus pares, había profesores que, contra todos los obstáculos que el medio les ponía, superaban la adversidad porque valoraban enormemente su profesión y, además de trabajar con entusiasmo por sus estudiantes, también lo hacían con y para sus colegas y comunidades.
Habíamos logrado interesar a la prensa local para que fueran a conversar con los profesores y pudieran hacer notas, incluso con la TV. Así ocurrió, hubo entrevistas, se tomaron fotos, se grabó para el canal. Sin embargo, ese mismo día hubo un conflicto en un liceo y un estudiante agredió a una profesora: esa fue la noticia, lo que salió en los diarios, lo que se vio en TV. Todas las otras notas y registros deben haberse archivado en algún lugar o simplemente se borraron.
Es frecuente que las noticias que conocemos de educación sean únicamente las negativas. Si no es así, lo que conocemos son los recortes de temas, que finalmente lo que hacen es deformar y, por tanto causar, alarma, molestia, enojo producto derechamente de la desinformación o de la mala información.
Las buenas noticias en educación no atraen, tal vez las buenas noticias en general, pero lo que ocurre en educación es que a partir de la no información o la mala información lo que tenemos por resultado es un montón de personas opinando sobre dos frases cuando el tema es mucho más amplio y profundo.
Las buenas noticias en educación no atraen, tal vez las buenas noticias en general, pero lo que ocurre en educación es que a partir de la no información o la mala información lo que tenemos por resultado es un montón de personas opinando sobre dos frases cuando el tema es mucho más amplio y profundo.
En mi columna anterior traté de profundizar sobre el Decreto de Evaluación y Promoción Escolar porque fue conocido como “la eliminación de la repitencia”, frase sobre la que se centró la información. Hoy la noticia es “la eliminación de la filosofía”, otra vez un recorte que empobrece definitivamente el hecho real.
Esto tiene una historia más larga y profunda.
El primer hecho es que las Bases Curriculares de 3º y 4º Medio que se presentaron al Consejo Nacional de Educación, proponen exactamente lo contrario. El cambio que introducen las Bases Curriculares es que los estudiantes de la Educación Técnico Profesional tengan nuevas asignaturas, entre las que está Filosofía, que hoy no están en su formación, y lo que ocurrió es que el Consejo recomendó que esto no se haga argumentando la mayor carga que esto significaría para los estudiantes.
Esto ocurrió hace ya varios días y ¿cuándo se hace conocida la noticia? Cuando un grupo de estudiantes y profesores ingresan por la fuerza al “piscinazo del Festival de Viña del Mar y ¿qué aparece de toda la historia? Que se elimina filosofía.
La buena noticia nunca se supo, o sea la propuesta no fue de interés
¿Qué significa incorporar las asignaturas propuestas en la Educación Técnico Profesional? Simple y sencillamente que la mitad de los estudiantes de Enseñanza Media tengan la oportunidad de ampliar sus experiencias de aprendizaje a otras que les entreguen otras experiencias, similares a las de la otra mitad de los estudiantes de enseñanza media que cursan la educación científico humanista. Estos son hechos que pueden parecer independientes, sin relación, pero también se pueden leer encadenados.
Tenemos una tendencia a que los medios de comunicación destaquen más los hechos negativos, sí, se conoce eso de que “no es noticia que el perro muerda al hombre es noticia cuando el hombre muerde al perro”, tal vez es cierto, pero el problema que tiene eso a la larga es que nos hace vivir viendo siempre lo negativo por sobre lo positivo, e incluso en algunos temas solo se conoce lo negativo, el resto no existe.
En el caso de la educación, la falta de noticias o el hecho de que parezca que no hay temas interesantes, buenas noticias o cosas importantes que no son escandalosas o malas, hace que todos, para decirlo con un eufemismo, sepamos menos. Porque no conocemos bien qué ocurre o lo que sabemos es solo la mitad menos importante, o un mal recorte pero que tiene más impacto, por lo tanto, cada vez tenemos menos herramientas para analizar hechos, tener opinión sobre diversos temas y asumir posturas críticas con conocimiento real de las cosas.
Entonces, el “tema de la filosofía” solo se hizo visible cuando se interponía en el “piscinazo”, pero nos quedamos nuevamente solo con la mitad de la historia. De las Bases Curriculares y de la propuesta para equilibrar la formación de los y las jóvenes no alcanzamos a hablar, menos a analizar las razones que da el Consejo y tener una opinión al respecto.
En esta cadena hay muchos otros eslabones que son causas y consecuencias, aquí solo estoy llamando la atención sobre un par que han emergido en los últimos días. Me gustaría pensar que esta cadena se puede cortar y que podemos hacerlo.
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