En diversos medios de prensa, el Ministro de Educación ha reconocido como un “error que debe ser corregido” el hecho de que uno de los programas de Educación Sexual, elegido por 32 colegios para capacitar a sus profesores, catalogue a la homosexualidad masculina y femenina como «trastorno de la identidad». Hay que remontarse a febrero de 2011, cuando el ex Ministro de Educación, Joaquín Lavín, junto con la Ministra del SERNAM, Carolina Schmidt, presentaron 7 programas de educación sexual. La racionalidad que operó en la selección de los programas era que cada establecimiento pudiera optar por una alternativa diferente y de acuerdo a su proyecto educativo. Y para mantener una cierta independencia en la elección de los programas se convocó a una comisión de expertos que incluyó a Benito Baranda, Director del Programa Iniciativa América y al Doctor Sergio Canals, psiquiatra infanto-juvenil.
Una investigación periodística reveló que uno de los Programas de Educación Sexual concebía a la homosexualidad como “un trastorno de la identidad sexual”, lo que para la jefa subrogante de la División de Educación General, se ubica en la “libertad de educación” y que (cita textual) “si una familia decide educar a sus hijos con determinados valores, debe tener la posibilidad de contar con una oferta educativa que responda a sus necesidades. No olvidemos que la familia es el primer educador de sus hijos y, como tal, tiene la libertad de elegir la educación que más se asemeje a los valores que ellos quieren inculcarles. Considerando esto, es que Mineduc no puede interferir en el programa que el colegio escoge ni obligar a elegir uno por sobre otro”.
Parafraseando el perdón del Presidente el 21 de mayo, podríamos preguntarnos: ¿a qué se refiere el Ministro cuando dice que hay un error?
¿Es un error del equipo de consultores, que teniendo pergaminos académicos de excelencia no se percataron lo que decía el programa de la Universidad San Sebastián o no sabían que el 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales?
¿Es un error dar tal libertad de educación que un programa pueda contener afirmaciones que van contra el consenso científico?
A diferencia de lo que dice el Ministro Beyer, no creo que exista error; estuvo en el diseño original cuando Lavín dio a conocer los programas de educación sexual. Frente al Plan Nacional de Sexualidad y Afectividad impulsado por Bitar, había que contraponer la visión católica, la concepción valórica (como si los otros no tuviesen valores), había que hacer frente a la relatividad moral y por eso es que se incorporan dichos programas. Mezclado con el libre mercado, al disponer un ofertón de metodologías en el ámbito de la educación sexual.
La pregunta de la que hay que hacerse cargo es otra: ¿Cuántos establecimientos educacionales, en cumplimiento de la Ley Nº 20418, han incluido “dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual, el cual, según sus principios y valores, incluya contenidos que propendan a una sexualidad responsable e informe de manera completa sobre los diversos métodos anticonceptivos existentes y autorizados…”, en concordancia con el Acuerdo Ministerial “Prevenir con Educación” que firmaron las/os Ministros de Salud y Educación en Ciudad de México en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre Sida (agosto 2008)?
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Foto: Philippe Leroyer / Licencia CC
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