La Nueva Mayoría con la presidenta electa Michelle Bachelet han presentado un programa de gobierno a la ciudadanía bastante ambicioso y este fue aprobado por el 62% del pueblo, por tanto hay una tarea mayúscula de compromiso con la palabra empeñada y solo queda trabajar para que se aplique con todos los avatares que tendrá el día a día enmarcado en una constitución dejada por la dictadura justamente para evitar las grandes transformaciones.
Pero, ¿cuál es la diferencia con la derecha que deja el gobierno en estos próximos meses?, justamente son las distintas concepciones de libertad para enfrentar los temas de ejercicio de la soberanía que el pueblo delega tras cada elección presidencial. En relación a la reforma educacional que establece Bachelet en su programa, a pesar de los avances indudables ocurridos en las últimas décadas, se establece que “la desigualdad educacional y la segregación continúan en niveles alarmantes y la Educación Pública se ha visto especialmente reducida y fragilizada” (pag.16). Reconocer esta realidad es fundamental para iniciar los cambios, que distinto son estas palabras, con los debates del Mineduc en estos cuatro años en que este vocabulario fue prohibido, restringido al máximo, como si no hablar de desigualdad o segregación esta desapareciera, bueno esto es coherente con los masivos despidos de Lavín a dos meses de llegado al sector , (más de 700 profesionales) provoco tal terror que se terminaron los debates y las diversidades de opiniones en dicha repartición pública.
Esa libertad que tanto defiende la derecha, solo de la propiedad, solo de consumir, no es nuestra libertad, la del debate y amplia discusión sobre el hacer para mejor resolver. ”No hay pensamientos peligrosos, el pensamiento es peligroso”(Arendt)
Otro ejemplo que indudablemente será de amplio debate, es cuando en el programa de la Nueva Mayoría se dice: sobre la “Calidad Educativa. A nivel escolar, debido al uso y consecuencias de los resultados del SIMCE, hemos empobrecido el concepto de calidad y educación y promovido prácticas como la selección, la exclusión y el entrenamiento de pruebas. Debemos superar esta definición e impulsar una comprensión más compleja e integral de calidad para recuperar el sentido de la labor educativa”.(pág. 16). El gobierno de derecha en el Mineduc ejercicio una verdadera dictadura del Simce en sus políticas educacionales en estos años, nada se podía hacer o decir si no se tenía a la vista los Simce de las escuelas, las cuales muchas de ellas fueron discriminadas, censuradas, apartadas de políticas o beneficios por no corresponder a los estándares establecidos en esta medición que tanto daño a causado al sistema. Esa libertad es la que defiende este sector de derecha y fue aplastada en estas elecciones presidenciales, hoy corresponde iniciar un amplio debate nacional para establecer un concepto de calidad educativa inclusivo y en que participen todos los actores de las comunidades de aprendizaje del país.
La concepción de la educación como un derecho social fundamental (pág. 17) que tiene un valor público innegable y está a la base de una sociedad más justa, democrática y participativa. Nuestra sociedad debe abandonar las prácticas que han permitido tratar la educación como un bien de consumo (Piñera, 2011).
La otra libertad es la que en los próximos cuatro años debemos conquistar con paciencia y disciplina, la libertad de discutir, de proponer, de construir un proyecto distinto en educación, en que cobre sentido las promesas hechas a la sociedad, que surja un hombre y mujer diferente, que puedan mirarse a los ojos como sujetos libres, sin miedos por decir lo que se piensa
Encontramos en estas frases la esencia de nuestras diferencias con la derecha conservadora, entender la educación como un derecho, entonces uno puede también hablar de educación gratuita, tema doloroso para los sectores poderosos del país, ya que implica financiar esta nueva educación, este cambio en el paradigma obliga a una mirada no darwiniana de este sector, todos podemos educarnos independiente de nuestro origen social, cuando Matthei destruyó un papel en pantalla de TV con los supuestos costos de este tema , estaba perdiendo miles y miles de votos.
Nuestra presidenta electa ha dicho, “pondremos fin al lucro en la educación, no se podrá lucrar con recursos públicos”(Pág. 19) y la derecha grita desesperada, ya que sabe que en ese tema están las bases del actual modelo neoliberal, que por boca de ellos mismos, en Chile se ha llevado a los extremos casi únicos en el mundo, vean los casos de La Polar, Farmacias, Supermercados, Bancos, Isapres, AFP (con lo increíble, perdemos los afiliados pero los dueños lucran ¿?). No nos engañemos, la educación particular subvencionada seguirá existiendo, se darán los tiempos necesarios para que se adecuen a la nueva realidad. La otra libertad es la que en los próximos cuatro años debemos conquistar con paciencia y disciplina, la libertad de discutir, de proponer, de construir un proyecto distinto en educación, en que cobre sentido las promesas hechas a la sociedad, que surja un hombre y mujer diferente, que puedan mirarse a los ojos como sujetos libres, sin miedos por decir lo que se piensa. Con igualdades de derechos y oportunidades, en que el estado sea el primer garante de este proyecto, libertad de consumir sí, pero más importante libertad de decidir, de participar, de dialogar entre sujetos libres y que nadie baje la mirada frente al otro, legitimo como todos.
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