La comisión de educación de la Cámara dirigida por la Diputada Camila Vallejo se ha convertido en un espacio de debate del más alto nivel. Quienes exponen lo hacen con rigor conceptual, formulando datos precisos de nuestro sistema educacional y actualizando temas de la reflexión educativa a nivel internacional.
Ha sido un acierto comenzar el debate invitando a destacados Premios Nacionales, como Ernesto Schiefelbein y Mario Leyton que han tenido responsabilidades políticas liderando cambios educativos anteriores. Además, se convocó al académico e investigador Cristian Bellei quien conoce a fondo los obstáculos que impiden a nuestros maestros y escuelas lograr de sus alumnos aprendizajes de calidad.En esta primera sesión se abrieron una serie de temas que si son abordados en profundidad permitirán convertir un buen proyecto de des-municipalización, según el Diputado Giorgio Jackson, en uno que efectivamente genere las bases de una nueva educación pública.
Que un órgano político esté alcanzando tan elevado rigor en sus debates es un buen síntoma, porque está supliendo un déficit de contenido del mundo académico. En efecto, no se conoce qué ideas están produciendo y en la opinión pública emergen con un discurso corporativo más propio de un sostenedor que de alguien cuya misión es producir masa crítica que nos permita discutir con las armas de la razón como lo hicieron los constructores de nuestra República.
Nada aporta a este debate en serio, porque distrae de este pensar profundo a que nos convoca la sola idea de una nueva educación pública, conocer el informe de una medición más como la prueba Inicia, vana intención de evaluar las competencias pedagógicas por los aciertos al responder un test. Se convierte en una nota disonante no por sus resultados que son absolutamente predecibles, sino porque en esos mismos instantes “Don Ernesto”, con esa sencillez propia de quienes saben lo que dicen, nos demuestra la existencia de una formación errada de los profesores y la complejidad del enseñar y el aprender. Conocer estos procesos contribuye más al debate que mediciones, cuya validez merecen serias dudas, sujetas al vaivén de la estadística y el sentido común.
Con esta primera sesión de la comisión de educación de la Cámara se ha iniciado el tan esperado debate sobre educación pública, el que debiera convocar los más variados pensamientos, no tan solo desde la perspectiva política sino sobre todo de las ciencias pedagógicas. Ello implica el desafío de mantener la altura del debate y que quienes concurran se preparen con ponencias que aporten a la definición de un concepto de educación pública, no como un recinto mejorado para los pobres sino como el referente de lo que debe ser la educación.
Importante desafío y sublime rol de la Diputada Vallejo, quien debe avanzar en la discusión de un proyecto de ley que termina con la municipalización como concreción de lo impulsado desde la lucha estudiantil. Deberá exigir a los participantes rigor en sus planteamientos y para evitar que nadie llegue a improvisar a su comisión emular a la Academia de Platón colocando en el frontis de la sala: “No entre aquí quien no sepa de educación”.
En esta primera sesión se abrieron una serie de temas que si son abordados en profundidad permitirán convertir un buen proyecto de des-municipalización, según el Diputado Giorgio Jackson, en uno que efectivamente genere las bases de una nueva educación pública. Ello supone fortalecer el nivel intermedio entre cada Centro Escolar y el Ministerio de Educación con el sistema de supervisión de acompañamiento y apoyo técnico pedagógico. Además, se debe cambiar el sistema de financiamiento de la educación vía subvención escolar y revisar el Curriculum tan lleno de contenidos pero vacío en formación ética, valórica, estética y moral.
Estudiantes, profesores, directores, sostenedores, padres y apoderados debieran concurrir a la comisión pertrechados de ideas para mejorar la educación pública lo que implica superar los intereses corporativos y prepararse a participar con conocimientos y propuestas realizables en los futuros Consejos Locales de Educación, superando el designio neoliberal que reduce la participación a la selección: “si no me gusta el Colegio me voy”.
Comentarios
30 de noviembre
Después de mucho reflexionar respecto a la educación pública se darán cuenta que:
– El problema no radica en la municipalización; esta es solo un problema de manejo de recursos (centralizado vs descentralizado)
– Hacer una política de calidad educacional es un tema país, no de gobiernos. Si no se hace un acuerdo nacional, en que durante varios gobiernos (de cualquier lado) deberán dar una misma presión sobre el tema, sino va a quedar trunco
– La masa de profesores está a años luz de lo que creemos se debería dar como educación. Los profesores son formados de una forma arcaica, por lo cual no pueden ellos enseñar en forma moderna.
– La hipotética solución va a costar 3 o 4 veces lo que creyeron al principio.
Por todo esto, creer que la solución va a venir de los «honorables» diputados (que, como fin encubierto siempre están pensando en la reelección, lo cual les impide pensar como estadistas), y que podrán imponer su visión por sobre el resto, es miopía pura.
Saludos
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