Esta semana, en diversos medios nacionales salieron publicados los resultados de la PSU que, como es habitual, no brindó las mejores noticias para una gran mayoría de estudiantes que buscan su acceso a las universidades; aunque con este instrumento, más cercano al SIMCE, hoy ya no resulta novedoso para los egresados descubrir puntajes magros, luego de rendir dicha prueba y reconocer en esa herramienta de selección sus limitantes, colador que ofrece más dudas que certezas sobre el futuro educativo de nuestros jóvenes.
Mediante esta prueba de selección, bien lo dice su nombre, selecciona, por sólo una minoría de estudiantes, sabemos, accederá a una carrera de nivel superior que sea totalmente coherente con sus talentos y sus pasiones, y con la cual pueda vivir bien y realizarse como profesional; otros, en cambio, elegirán cualquiera, siempre y cuando el puntaje obtenido les alcance -aunque no les guste la opción-con tal de ingresar y proseguir estudios y no quedarse a la deriva.
La educación superior no puede transformarse en una tabla de salvación, menos en un premio de consuelo, creo en la vocación y en los intereses personales, el ingreso a una carrera no es, bajo ningún aspecto, una elección al azar. La elección debe gustar, motivar al futuro profesional, ayudándolo a desarrollar sus talentos, habilidades, capacidades y fortalezas. Entonces, es este otro error del sistema de aplicación, bajo este particular método de filtro, más el cuco de no ingresar, se desencadenan opciones erradas, que sólo llevan a fracasos posteriores. ¡Y no hacemos nada, aceptamos con la cara llena de risa la única opción existente y, entregados, nos sometemos a la prueba!
Antes, recuerdo, era el Bachillerato el que ponía límites al ingreso, pero el mecanismo de exclusión estaba socialmente aceptado y raramente se cuestionaba; luego vino la PAA, que descabezaba incautos mediante su cantinela “mide aptitudes y no conocimientos”, pero la verdad es que no medía aptitudes sino, muy por el contrario, medía conocimientos concretos de Lengua y Matemáticas. De hecho, los preuniversitarios tienen su origen a partir de esa fecha. Y allí es cuando comienza una carrera contra el tiempo para prepararse en forma y una sangría económica para los hogares más modestos, los preuniversitarios siempre fueron costosos: he allí otra camuflada herramienta de selección/exclusión hacia los que menos tienen.
Si los jóvenes deben prepararse durante meses, de manera extraprogramática, fuera de sus establecimientos y en horarios flexibles, para rendir medianamente bien la PSU, es porque en realidad no se encuentran lo suficientemente bien capacitados para rendirla, algo viene fallando y se arrastra en el tiempo, una prueba así, de selección, debe mostrarnos la calidad en el saber de sus participantes, calidad que una gran mayoría no posee, no está desarrollada del todo o los educandos presentan desconfianza en su metacognición. La culpa es del sistema expulsivo impuesto y aceptado, pues queda expuesto que es imposible el fracaso de una mayoría considerable de aprendientes. ¡Pueden muchos más de los que llegan!
Entonces, he aquí un primer planteo, si el problema es tan manifiesto, si los puntajes son preferentemente exiguos y si la testarudez de las autoridades en mantener la prueba vigente es tan enorme, ¿por qué no hacemos un plan nacional de preparación para la PSU, desde el inicio de la Enseñanza Media? Los bajos puntajes deberían ser la excepción, no la regla, no podemos estar festejando los 100 alumnos que brillaron en todo el país, la educación no es una carrera de caballos. E. Eisner, dice “Ofrecer oportunidades a los jóvenes e invitarlos a emplear medios que respondan a sus aptitudes son prácticas que conviene fomentar, y sus consecuencias serán apreciadas” (Eisner, 1998, p. 124)[1].
Concordemos que Chile no tiene solamente 100 alumnos brillantes en todo su universo escolar, el número aproximado de matrícula en la educación media es de 940.000 estudiantes, donde un 49,6% de ellos son varones, 50,4% mujeres y de este porcentaje un número significativo pertenece a hogares vulnerables.
Concordemos que Chile no tiene solamente 100 alumnos brillantes en todo su universo escolar, el número aproximado de matrícula en la educación media es de 940.000 estudiantes, donde un 49,6% de ellos son varones, 50,4% mujeres y de este porcentaje un número significativo pertenece a hogares vulnerables. Éstos, los de menores ingresos, son los más excluidos del sistema, son los primeros en quedar fuera de cualquier selección, ¿por qué este grupo humano no puede cursar una carrera de educación universitaria?, ¿para cuántos está pensada la PSU? Esto me hace aplicar las palabras de Howard Gardner, quien expresa “En donde está escrito que todos deben demostrar lo que saben en el mismo día, en un mismo test y por escrito”. (Gardner, 1997, p. 56)[2].
Hay que impugnar, urgentemente, la preparación que se les otorga a nuestros estudiantes, en particular a los más pobres, luego las condiciones y los entornos de aprendizaje y, finalmente, los requisitos de ingreso al nivel superior. Dicho en buen romance, estoy proponiendo, derechamente, un ingreso irrestricto al sistema de educación superior, con apoyo sistemático, seguimiento permanente y con óptimos niveles de exigencia, reconociendo que el 44% de los estudiantes de colegios municipales no obtuvieron 450 puntos, de esta cifra 29% representa establecimientos subvencionados y en los privados sólo un 7,53% no alcanzó a esa cifra.
Se vuelve vergonzoso leer en los medios acerca de los 50 mejores colegios de Chile tras la PSU 2016, cuando este año fueron 258.534 personas las que se sometieron a la prueba, siendo un 89% de los inscritos; entonces, todos los colegios deberían ser de calidad, entregar calidad y egresar alumnos con saberes de calidad. El vuelco entre lo que tenemos y lo necesitamos, se vuelve sustancial. ¿Qué hacemos para generar reales oportunidades de igualdad e inclusión incorporando al conglomerado más desposeído? Una vez más, se está repitiendo lo histórico, emparejar aprendientes, echar a todos a una misma bolsa, sin detenernos en las particularidades del saber de cada estudiante, medirlos a todos por igual y con idéntica vara, paro luego, hipócritamente, ampararnos en el demagógico discurso para explicar que cada estudiante es una individualidad. ¿No será que llegó el momento exacto para abrir las casas de estudios superiores a todos los que realmente quieran ingresar a carreras técnicas y universitarias? Sin hacer mucha alharaca, fijémonos, una vez más, en lo que sucede en Finlandia y no la pongamos de ejemplo sólo cuando nos conviene.
[1] Eisner, E «Cognición y cirriculum». Amorrortu Editores, Bs. As, 1998
[2] Gardner, H «La Teoría de las inteligencias múltiples», Revista “Novedades Educativas”, Año 9, N° 81, Bs. As., septiembre de 1997.
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Daniel Tilleria Perez
Hola, Anysur. Sucede que la PSU, tal como está, no mide nada y por eso yo hablo en mi texto de «educación superior con apoyo sistemático, seguimiento permanente y con óptimos niveles de exigencia»; o sea, no se va a los Institutos Superiores a «bartolear», sino que propongo un sistema permanente de apoyo, seguimiento y tutorías; esto tendrá exámenes globalizadores, un proceso sumativo que permita avanzar acorde a etapas. Mire, muchos chicos rinden mal la prueba, pero eso no significa que será un mal médico, no está escrito ni es estadístico, es el San Benito pedagógico que se les ha colgado a los más vulnerables. No creo en un puntaje determinado, de allí que cite a H. Gardner; sí creo en el uso responsable del tiempo, en los acompañamientos y en el trabajo grupal, con una vuelta de tuerca a lo que hasta aquí hemos implementado. Hablo de otro proyecto, lejos de una prueba estandarizada y mucho más cerca de una elección desde los intereses genuinos, con educación secundaria orientada y que los aprendientes concurran a ellas motivados por la vocación, de allí que sostenga en el artículo «La elección (de la carrera) debe gustar, motivar al futuro profesional, ayudándolo a desarrollar sus talentos, habilidades, capacidades y fortalezas». Hablo de un sistema menos expulsivo, más humano y más necesario para la sociedad. Un abrazo.
Pedro
Y lo peor es la educación municipalizada donde los directores son puestos por el alcalde de turno y los cambian todos los años, los colegios municipales no pasan los contenidos y el tiempo les sobra ya que dspues del 12 de noviembre no pasan materia . Lo que entregan los colegios es sólo el 30 % de lo que los alumnos deben saber no les da para más y el otro 70 % quienes queremos que nuestros hijos puedan estudiar una buena carrera lo debemos buscar afuera ya sea desde sexto básico en el Penta Uc y desde primero medio en un buen preuniversitario sino estarían en la lista de los fracasados, Y que hacen las autoridades de ls municipal? Nada ya que no les importa o peor aún no saben que hacer, los invito a ir a la Municipalidad y pedir recursos para que los niños estudien y nadie los va a escuchar , después pidan recursos para llevar niños a la piscina les pasarán 10 buses, las prioridades de los alcaldes son el problema, en mi comuna se gastaron 250 millones para despedir a Fernando González y en educación en 20 años en educación no se invierte y el promedio de la comuna son 480 puntos una verdadera vergüenza.
Daniel Tilleria Perez
Pedro, entonces el vuelco educativo debe ser aún más grande, donde los directores sean puestos por escalafón regional (no al dedo), por concurso de antecedentes y oposición (carrera docente, cursos -dictados y asistidos-, publicaciones, congresos, etc.), más proyectos específicos para esa escuela, con requisitos óptimos. También necesitamos supervisores recorriendo colegios, permanentemente monitoreando contenidos educativos desarrollados y servir de guía pedagógica a las instituciones, personas altamente preparadas. Nuestros alumnos deben egresar con conocimientos, fortalezas, habilidades, destrezas y competencias que les permitan proseguir estudios y no convertirse en los expulsados y fracasados del sistema, el trabajo con ellos va más allá de impartir contenidos a saber, siempre hablo del desarrollo paralelo de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales; estos últimos, capitales para la formación de ciudadanos, pues son el «aprender a ser», a comportarse , a trabajar con el/los otros, a ser responsables y solidarios. Mi planteo es un trabajo mancomunado entre directivos, equipos técnicos, docentes, inspectores, etc., donde se los prepare para la vida, a ser ciudadanos participativos, pensantes, críticos y eso no ocurre, egresan de Escuelas pobres de Municipalidades pobres, con conocimientos pobres, a transformarse en multiplicadores de pobreza y así sigue el círculo vicioso. Habrá que promover un cambio urgente del sistema. El que hay, hoy, no sirve más.
Pedro
No se trata de recursos porque hay de sobra, se trata de prioridades , hoy 3 de enero mi hijo entró a la escuela de verano del punta uc y la Municipalidad todavía no asigna la movilización, sin embargo , hay 30 buses llevando gente al balneario, hay recursos para divertirse y no para estudiar
Daniel Tilleria Perez
Hola, Pedro, te comento: Educación tiene, por ley, que administrar recursos propios, que le han sido asignados; o sea, que lleven gente a diversos lugares, está maravilloso, pero los recursos para ese menester no pueden ser sacados de Educación. Ahora, si la Municipalidad está recurriendo a dineros que tienen otros destinos, entonces, rápidamente, se exige una auditoría y verás cómo rápidamente se aclaran los malos entendidos, pero hay que hacerlo, juntarse, investigar, pedir la documentación, organizarse y aclarar todo aquello que huela a corrupción, no quedarse callado ni hablar por lo bajo, ¡se denuncia! Los cambios comienzan tomando el toro por las astas. ¿Y si sumamos chilenos? Cuando una problemática es común en las instituciones y afecta a un conglomerado de personas, no estamos pidiendo nada que no pueda resolverse conforme a la LEY. Un abrazo.
anysur
Estimado acabo de leer una carta de la federación de colegios profesionales universitarios a los postulantes, la cual indica que las carreras no acreditadas corresponde al 65,2% del total de las carreras impartidas. Con respecto a la carrera de medicina, existen datos estadísticos, puede revisar los datos históricos del EUNACOM y correlacionarlos, con las universidades que tienen un menor puntaje de corte para su admisión, y menor cantidad de años acreditada, así como con los que convalidan estudios por realizarlos en el extranjero. Estimado lo que Ud. indica corresponde a lo que se debe hacer en el primer ciclo de educación básica, tal vez segundo ciclo, pero llevar de la mano a una persona adulta…., claramente la mejora se tiene que realizar en tempranas etapas de la vida, al inicio del ciclo escolar ayudándolo a desarrollar sus talentos, habilidades, capacidades y fortalezas, enseñarles ha ser personas felices, honorables, autovalentes, autodidactas, creativas ,perspicaces, empaticas, ser parte de esta sociedad.
Daniel Tilleria Perez
Anysur, tengo la sospecha de que está confundida, le dejo el link de un diario conocido, donde están los datos de la PSU 2016:
http://www.latercera.com/noticia/psu-2016-44-alumnos-colegios-municipales-no-alcanzo-450-puntos/
Y sí, a una persona adulta la podemos llevar de la mano cuando lo necesite, conducirla, apoyarla, abrirla a los conocimientos y no dejarla a su suerte -eso ha hecho este sistema perverso-, para eso es la Educación y con la magra preparación con la que nuestros educando egresan, con mayor razón debemos tener departamentos de tutorías y seguimiento, porque muchas veces, lo que se imparte dentro de una cátedra, resulta difícil de asimilar, y podemos ayudarlos, cuánto mejor. En todo caso, en mi artículo dejo en claro que no debemos emparejar, sino trabajar con la diferencia, los tiempos diferentes, con las capacidades y las discapacidades; por lo que resulta comprensible que esto es para toda la educación y a lo largo del tiempo, o sea, como decía en otro artículo, Educación a lo largo de toda la vida. Un abrazo.
anysur
Eso datos lo conocía, también los problemas de de comprensión lectora y matemáticas básicas. En el primer comentario le indicaba que para la gratuidad se exige 500 puntos PSU y promedio educación media 5,0; asumo que se confiaron y no estudiaron como corresponde. En fin , estos jóvenes saben que hay muchas becas que no exigen puntaje de admisión http://www.t13.cl/noticia/nacional/te-puede-servir/admision-2016-becas-educacion-superior-no-piden-puntaje-psu
Y como Ud. indico a UNA persona adulta podemos llevarla de la mano,pero no a una generación, es utopico su ideal. Como indico en su momento el ministro de educación, se le esta quitando los patines y…..nivelando para abajo.
Daniel Tilleria Perez
¡Pero niveles para arriba entonces, pues, Anysur!, exijamos óptimo rendimiento académico, un alumno universitario debe egresar con buenas calificaciones y evaluaciones permanentes; o sea, puede ingresar todo el que quiera y así lo desea SIN PUNTAJE DE INGRESO, pero egresará sólo el que está en condiciones de hacerlo y ejercer. Si tiene problemas con la carrera, habrá un equipo mutidisciplinario para ayudarlo, guiarlo, encausarlo, en tanto si se equivocó, puede cambiarse y volver a comenzar una carrera que sí tenga que ver con sus deseos, no la que le acomodó por puntos o le alcanzó, no se necesitan profesionales frustrados. Necesitamos buenos profesionales de la educación, aunque eso no significa regalar notas, significa exigir y acompañar, no dejar que abandone, sino que egrese siendo un profesional con inquietudes, con ganas de poner su trabajo al servicio de los demás, un profesional que se realice, porque ha optado por lo que le gusta y trabaja de lo que estudió. Si se nivela para abajo es porque muchos no están conformes con lo que hacen, están allí vegetando, no tienen mayor visión de futuro, pero el resto no nos podemos quedar indiferentes, tenemos profesionales capaces de formular proyectos de cambio y ponerlos en marcha, pero hagamos algo, no nos quedemos sólo en la queja permanente, quejarse es fácil y cómodo. Yo prefiero seguir proponiendo, mostrando alternativas para salir de la mediocridad, dejar de lado los coladores que nos han impuesto y bregar por educación.
anysur
aunque hiciesen un plan nacional de PSU. igual muchos no tendrían ni para postular ya que no les interesa y consideran un derecho la educación superior. Lo que indica no me parece ya que se entregan textos, computadores, Internet en el sistema publico, mínimo es que se esfuercen y estudien, lean. Ya le he dicho anteriormente que he visto personas que no les interesa estudiar, pero consideran un derecho tener un cartón sin tener capacidades mínimas para poder emprender tal desafió, no leen, cero interés de aprender vocabulario, no son responsables, se desalientan fácilmente, quieren todo fácil, etc. Es decir, una persona cuatrera que después entre sin PSU a estudiar medicina Ud. considera que serian buenos médicos….No considero una vergüenza los 50 mejores colegios Chile, ya que responder al hecho de que la gratuidad y becas son por situación económica y no por merito académico, lo cual esta fomentando la mediocridad y la flojera, puesto que los jóvenes hoy pueden estudiar sin que le exijan un alto puntaje en universidades privadas e institutos, es decir, un 5.0 y 500 puntos PSU.