En el debate educativo, la palabra calidad suele utilizarse con extrema irresponsabilidad de manera casi transversal por parte de los actores políticos. La RAE la define como la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.
Pero el problema es que el sistema educativo que tenemos, al igual que todos los sistema educativos del mundo, no son neutrales , es decir no existen criterios objetivos y universales que nos permitan definirlos como “de calidad “ ni en términos generales ni tampoco en término de sus unidades constitutivas.
En otras palabras no existen propiedades inherentes a la educación que la hagan ser buena o mala, sino que el contenido del concepto de calidad de un sistema educativo es algo subjetivo, que cada sociedad debe construir y definir a través de un diálogo democrático. Dicho proceso de construcción no se ha dado nunca en la historia de Chile. Afortunadamente, pareciera ser que en el contexto actual están dadas las condiciones para que ocurra, habrá que poner ojo entonces en que dicho proceso se de en los tiempos correctos e integrando todas las visiones y perspectivas.
Dicho lo anterior, parece evidente entonces que el hecho de utilizar la palabra calidad con tanta liviandad no es para nada inocente, sino que tiene una intención clara: hacer pasar la concepción de educación neoliberal que actualmente impera en Chile como la única válida, y que, por lo tanto, lo único que se debe hacer es enfocarse en mejorar los resultados de pruebas estandarizadas.
Con lo anterior pretenden ignorar que la educación es un constructo multidimensional y que la transmisión de conocimiento formales es solo una de sus dimensiones, para mi la menos importante.
Un sistema educativo puede reproducir estructuras sociales o puede transformarlas. Puede segregar o por el contrario integrar. Puede estar orientado a formar ciudadanos para la vida democrática o consumidores para el desarrollo del capitalismo. Puede enseñarnos a respetar y valorar la diversidad o por contraparte, sembrar la intolerancia.
Un sistema educativo puede reproducir estructuras sociales o puede transformarlas. Puede segregar o por el contrario integrar. Puede estar orientado a formar ciudadanos para la vida democrática o consumidores para el desarrollo del capitalismo. Puede enseñarnos a respetar y valorar la diversidad, o por contraparte, sembrar la intolerancia. El sistema educativo, además, es un factor determinante en la configuración de los valores de sociedad.
Es innegable que la elite política, económica y social de nuestro país tiene plena conciencia de todo lo anterior y que lo más plausible es que quieran seguir haciendo como si no la tuviesen.Por lo que depende de cada uno y de cada una, en tanto ciudadanos y ciudadanas comprometidos con el desarrollo y bienestar integral de Chile, empujar y presionar para que este proceso de definición y construcción se lleve a cabo de una vez por todas , incluyendo a toda la ciudadanía.
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claudio-donaire
Estimada Tania:
Por suerte, lo que Ud. llama “estandarización de los conocimientos” está salvado y asegurado en lo diverso que somos los seres humanos. Eso no quita importancia, al esfuerzo por mantenernos colonizados en el mercadeo que hoy impone sus condiciones en todos los ámbitos de la realidad, incluso al faltarle el respeto a los países que ven cercenado su Himno Nacional en el inicio de los partidos en el marco del Mundial de Futbol; el asunto que esas señales no las estamos traduciendo adecuadamente, no hacemos los cruces como corresponde. Lo más grave de todo esto es que se repiten muy fácilmente los discursos traducidos de lenguajes (epistemes) distintos del español, y que, además no conocemos por su alto grado de especialización. Lo que quiero decir, es que la estandarización de los seres humanos sólo es posible cuando ellos, los humanos, no tienen posibilidades de traducir adecuadamente y correctamente lo que leen y eso, es lo que la escuela debería garantizar a través de las asignaturas: la libertad de enseñanza atenta contra eso, precisamente, y es lo que hasta ahora se sigue asegurando. Lo mitos falsos son más peligrosos que lo que se entiende como falta de libertad. De hecho, la “libertad curricular” que Ud. reivindica es propia del “mercadeo escolar” que es lo que muchos rechazamos y que casi todos queremos cambiar, de hecho.
Esto mismo, es lo que lleva a pensar en la lectura que Ud. hace de lo contenido en la Constitución, al homologar conceptos que son de distinta naturaleza, es decir, que pertenecen a ámbitos muy distintos del hacer y del conocimiento de esos haceres. Diré solamente que lo de la libertad de enseñanza como el “enseñar de determinada manera”, también está garantizado en la tan distinta forma de enseñar que tenemos los profesores y nunca nadie se ha escandalizado por eso. La metodología del enseñar, debe ser el rasgo menos profesional de la pedagogía escolar y lo que ha favorecido (creo que definitivamente), al claro deterioro profesional de la profesión docente.
El repetir eslóganes falsos, es una clara muestra de dependencia de aparentes experiencias exitosas realizadas en realidades muy distantes de las nuestras en todo sentido y son tan peligrosas que de hecho impiden producir los cambios que necesita nuestro sistema escolar, que es muy distinto, por cierto, de lo que Ud. llama “cambios en la educación.
Patricio Acuña Aroca
Decir nada más que los conceptos enunciados me interpretan fielmente. Encuentro tu publicación muy realista y madura para tu edad. Te felicito porque estas en sintonia con el nuevo Chile que la mayoría queremos en un futuro cercano…
Arturo
Voy a ser mas preciso.
Calidad la capacidad de un proceso de lograr hacer parecer (o terminar siendo) algo lo mas cercano a un modelo «ideal»
Por lo tanto, en el caso de la educación hay dos elementos a analizar:
1) Cual es el modelo ideal de persona que se quiere tener. Ahí es donde aparece siempre la discordia, pues nos vamos a topar siempre en que NO hay un modelo único de persona, que todos quieran ser.
2) Si los procesos educacionales son capaces o no de llevar a una persona a ser lo mas cercana al «modelo»: ahí es donde, por lo mismo de antes, tampoco hay una forma única de llevar a todos a distintos modelos.
Por lo tanto, caemos siempre en que cada caso es particular. Pero esto no es tan así cuando se establecen criterios básicos sobre los cuales trabajar: currículum mínimo, elementos sociales requeridos para una vida cívica, etc. , los cuales SI pueden tener un esquema de «calidad» estandarizado.
cristopher
Hay una diferencia sideral entre definir democráticamente elementos básicos que configuren nuestra visión de sociedad sobre calidad ,y fijarlos de manera estandarizada .
La educación es el medio principal para ir materializando un modelo de sociedad determinado por lo que no da los mismo si esos elementos básicos son definidos por políticos y economistas , a si son definidos por la sociedad chilena en su conjunto .
Arturo
Eso es lo que digo, primero hay que definir cual es el «modelo» de ciudadano, persona, etc..¿como debe ser? ¿que debe saber? ¿como debe comportarse? ¿que habilidades debe tener?…en base a eso, se puede definir un proceso para educarlo para llegar a eso. Y luego, ese proceso es el que es medido según su «calidad», que es la capacidad de lograr su cometido.
El punto es ¿existe una visión general de como debiera ser una persona? Me parece que, entonces, la construcción del «modelo» es la parte mas compleja.
Tania Melnick
¿Y qué hay de la LIBERTAD CURRICULAR expresada como «Libertad de Enseñanza» en nuestra Constitución, la cual que no es ni ha sido respetada?
No he visto que se haga mención a este tema en las demandas por educación de calidad e integral, mientras sigue sin ser cuestionada la educación tradicional homogeneizadora que ofrece el sistema público…
Y me pregunto: ¿Seguiremos «educando» a nuestros niños para servir al mismo sistema que ha creado esta máquina «educativa» para perpetuarse, o al menos aspiramos a formar seres libres, críticos y esencialmente humanos, entregando por supuesto también las herramientas técnicas para su capacitación necesarias para que puedan desenvolverse en la vida adulta?
Me parece que deberíamos reivindicar la Libertad Curricular tanto en la educación privada como en la educación financiada por el Estado, y dejar en manos de las comunidades de profesores y apoderados, y de las comunidades locales, las decisiones de fondo en educación, tanto si se trata de colegios privados como si son financiados por el Estado. Ya que no es labor del Estado estandarizar los aprendizajes, sino abrir espacios, apoyar e incentivar diversas metodologías educativas, apuntando a la pluralidad.
Creo importante instalar también la necesidad de la libertad curricular y que esta necesidad no quede postergada una vez más por falta de urgencia, mientras sólo damos la lucha para conseguir más de lo mismo desde la gratuidad, el fin al lucro y la validación como un derecho.
Es necesaria la reflexión en torno a la estandarización de los conocimientos y de las metodologías pedagógicas también para que podamos hablar realmente de cambios en educación.