“Lo que tenemos que aprender a hacer, lo aprendemos haciendo".
Aristóteles
Una profesora, “cansada” de buscar distintas estrategias para enseñar una unidad específica sobre la influencia de la cultura española en nuestro país, es aconsejada por alguno de sus pares, quien le sugiere que se olvide del tema porque la alumna que necesita ayuda tiene una evaluación sicológica limítrofe, y para ella lo más importante es conocer los orígenes de nuestra historia reciente, partiendo por su comuna, su provincia y su región.
Es una realidad a la que nos vemos enfrentados los profesores día a día en las escuelas rurales con cursos multigrados. Muchas veces trabajamos con tres, cuatro y hasta seis cursos en una sala de clases. Si a esto le agregamos grupos niveles de alumnos con necesidades educativas especiales, la verdad de las cosas es que los consejos de sus pares adquieren un valor adicional, toda vez que es imposible hacer adecuaciones curriculares sin que, ante ello, se vaya en desmedro de los aprendizajes de los demás alumnos.
Ahora qué decir con los planes y programas sugeridos por el Ministerio de Educación. En la práctica, hay que ser honesto, hacemos una cosa, pero ante la supervisión del Mineduc hacemos otra (papeles y más papeles). ¿Qué nos dice nuestra vocación? “Enseñar lo que realmente sea significativo para los niños”; “enseñar para enfrentar la vida de la mejor forma posible”.
Los contenidos teóricos son necesarios para avanzar en el aprendizaje de cualquier área de conocimiento, pero para lograr retenerlos y dotarlos de utilidad, es mejor experimentar con ellos.
Cómo les explico a mis alumnos de las tantas riquezas que nos ofrece nuestro mar territorial, si no es llevándolos a conocer éste, el puerto más cercano de su región, una caleta, compartir con los “trabajadores del mar”, dejando en claro que estos niños son de un sector precordillerano. Sabiendo, además, que muchos de sus padres tampoco conocen esta realidad.
Creo necesario flexibilizar los planes y programas para la educación rural, o considerar, a lo menos, los cursos multigrados, cuando ellos se elaboran.
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CESAR SECUNDINO CESPEDES RIVERA
Yo trabajo en una escuela multigrado unidocente y estoy totalmente de acuerdo con el colega y en realidad el MINEDUC nos considera como si fuéramos escuela completa y envía materiales desde kinder a 8° como si las 2 escuelas rurales no existieran ¿acaso no se dan cuenta que están gastando recursos de mas?, los gobiernos nombran autoridades en esta área, pero el nivel central no las considera, porque se implementa como si todas las escuelas fueran escuelas completas del área urbana. Hay algunos materiales que se elaborando para las escuelas multigrado como los módulos, pero los planes y programas de estudio no están adecuados , quizas quieren que nosotros lo hagamos,( imaginense igual que el chiste: ir a chutear el corner, partir a cabecear antes que llegue la pelota y atajarla antes que entre al arco.
A mi me preocupa la famosa Agencia de Calidad ¿que criterio van a usar al supervisarnos?¿Nos medirán con la misma vara que las escuelas completas?