A pesar de un alto respaldo inicial, el Plan Nacional Docente presentado por el Mineduc ha recibido diversas críticas las últimas semanas, pero la más fuerte es la hecha por los mismos docentes que a través de un paro de actividades exigen su retiro del proceso legislativo. Si bien creo que una vez más los mayores perjudicados de esta movilización son los estudiantes, también se ve afectada la imagen de los maestros y de la educación pública. Desgraciadamente sus comprensibles observaciones quedan relegadas a segundo plano por el ya tradicional y esperable paro que los ha caracterizado los últimos años, aunque en esta ocasión han establecido turnos éticos para asistir a los establecimientos de todos modos.
Comprensibles digo porque, tal como señala una profesora del Liceo Arturo Alessandri Palma de Providencia, “la mirada de desconfianza que se ha generado sobre los profesores y profesoras de nuestro país se ha transformado en un lugar común, en un discurso transversal que en vez de reconocer las adversas condiciones laborales en que realizamos nuestro quehacer, se encarga de recalcar nuestra responsabilidad en la “mala” calidad de la educación chilena”.
El proyecto presentado por el Mineduc ayuda y va en una buena dirección. Es más, recogió bastantes propuesta impulsadas por El Plan Maestro, instancia independiente en la que también participó el Colegio de Profesores. Sin embargo, el proyecto es condición necesaria, pero por ningún motivo suficiente, y está todavía lejos de ser un ideal que le dé autonomía profesional a los maestros, fomente la colaboración, deposite confianza en ellos y redignifique su fundamental rol formador en la vida de nuestro país.
El problema es que ni siquiera se ha podido conversar y escuchar a los profesores porque de inmediato se ve el paro como una actitud egoísta, siendo que el derecho a huelga es un derecho fundamental reconocido por la OIT. Cualquier experto en marketing o imagen corporativa estaría de acuerdo que la marca “Colegio de Profesores” tiene atributos bastante identificables por el público. La carga simbólica que trae la organización ha hecho que miles de docentes no se vean representados en dicho cuerpo y las ideas y peticiones de los profesores quedan sin ser escuchadas. Es más, muchos maestros admiten no colegiarse porque no quieren ser identificados con grupos de izquierda o que esto les afecte en sus escuelas.
El desprestigio del Colegio de Profesores en ciertos sectores, y sus tradicionales prácticas de movilización, han generado anticuerpos que se han expandido en la sociedad, y hoy se les ve exclusivamente como un sindicato y no como un colegio profesional, siendo que cumple ambas funciones paralelamente. Un sindicato tiene en su esencia el velar por los intereses y luchas reivindicativas de sus trabajadores, mientras que el alcance de un colegio profesional es la regulación interna y disciplina del gremio. El actual Colegio de Profesores vive en una dualidad profesional y proletaria que ha creado un fenómeno de desafección social con la consecuente caída del prestigio profesional y la creciente crítica de su actuar, como lo señala un académico de la UCINF. Y la historia nos ayuda a comprender esto.
En 1974 nace el Colegio de Profesores por un decreto de ley para reemplazar al Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) que tanto había colaborado con Allende, el que a su vez sucedía a la Federación de Educadores de Chile formada en 1944. La desaparición de docentes es conocida, y junto al cierre del Instituto Pedagógico de la U. de Chile en 1981, son ejemplos de la persecución que el magisterio sufrió en dictadura. Fue recién en 1985 que pudieron tener elecciones democráticas, luego de años de tener dirigentes designados, y convertirse oficialmente en una organización opositora y defender los derechos del magisterio. En dicha elección, el actual presidente gremial – Jaime Gajardo – fue elegido dirigente del regional metropolitano.
La naturaleza sindical del Colegio de Profesores está en sus venas. Lo cual no es malo en sí mismo como algunos creen, pero hace rato que no les está jugando a su favor el hecho que sólo se les vea así y no como colegio profesional también. Como señalan investigadores de la Universidad de Chile “en los hechos, a pesar de no ser el Colegio de Profesores legalmente un sindicato, en la práctica ha actuado como tal y ha sido capaz de sobrepasar su propia legalidad al lograr negociar con las autoridades a nivel nacional”.
El desprestigio del Colegio de Profesores en ciertos sectores, y sus tradicionales prácticas de movilización, han generado anticuerpos que se han expandido en la sociedad, y hoy se les ve exclusivamente como un sindicato y no como un colegio profesional, siendo que cumple ambas funciones paralelamente.
¿Por qué no pensar en una nueva etapa, aprovechando la ventana oportunidad que se presenta hoy en día para renovar también la institucionalidad de los profesores? En mi opinión, es necesario contar con un Sindicato de Trabajadores de la Educación poderoso y respaldado por lo que termine siendo la reforma laboral. Pero al mismo tiempo es fundamental una refundación del Colegio de Profesores que enaltezca la imagen social de nuestros maestros, deje atrás su origen de la dictadura, y elimine los anticuerpos del país que han hecho de la pedagogía una de las carreras menos prestigiadas y peor remuneradas. Si existiera un sindicato, como ya lo existía antes, muchos podrían colegiarse y recibir la reputación social tan olvidada.
La actual Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (PC), es directora nacional del Colegio de Profesores, y el Presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo (PC), dirigente nacional de la CUT. Claramente hay una relación endogámica que refleja el espíritu sindical de ambas organizaciones. Las conexiones son poderosas, e independiente del ejemplo de estas dos personas, mucho puede hacer un sindicato de profesores bien organizado y representativo en el país. Los sindicatos sí importan, como nos recuerda una reciente columna en Chile Comunidad.
Por otro lado, los colegios profesionales en Chile son respetados y se les reconoce, en su mayoría, el rol que juegan por mantener la calidad de la profesión y sus profesionales. Por ejemplo, hace unos años el Colegio de Geólogos sacó un fuerte comunicado en la prensa por la masificación de la carrera, con el consecuente costo en la calidad de los nuevos profesionales que estaban entrando al mercado laboral. Lo mismo con el Colegio de Periodistas que hace poco expulsó a Agustín Edwards por graves faltas a la ética. Y esto también lo hace el Colegio de Profesores hoy en día. Su rol articulador también ha focalizado esfuerzos en desarrollar un movimiento pedagógico a través de una fuerte y rigurosa área de estudios, por muchos desconocida. Un nuevo Colegio de Profesores podría ser una luz de esperanza para todos aquellos profesores a lo largo del país que no han querido ser parte de la institución por prejuicios y sustos, varios de ellos fundados por cierto.
Si en paralelo a un mejoramiento sustancial del proyecto que hoy está en la Cámara de Diputados, como lo han señalado el Colegio de Profesores, Educación 2020, Elige Educar, la premio nacional de educación Beatrice Ávalos, entre otros, comienza un proceso de formación de nuevos liderazgos en un renovado Colegio de Profesores, y de mayor participación de los maestros en un fuerte y representativo Sindicato, podremos comenzar una nueva etapa. No digo necesariamente que deban ser dos instituciones separadas, eso es decisión de los propios docentes y su libertad de asociación, pero la dualidad de funciones no ha sido bien comunicada, reconocida ni valorada como debiera ser. Lo que sea que salga de todo este proceso debe honrar el quehacer educativo, donde todos sean incluidos y se valore y dignifique como corresponde a una de las profesiones más emocionantes y difíciles que conozca el mundo.
Columna de Matías Reeves, fundador de Educación 2020.
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garibe huaquin añazco
Escuchando los diferentes programas de TV, mi gran pregunta es ¿Porqué nuestras UNIVERSIDADES, acreditadas no pueden formar, capacitar,evaluar a docentes idóneos, cuyos objetivos sean los que interesan al país y a la sociedad; si AYER, antes de la » DICTADURA», la UNIVERSIDAD DE CHILE, FORMÓ CIENTOS DE MAESTROS Y CAPACITÓ A OTROS TANTOS que muchos de los PROFESIONALES DEL CHILE DE HOY, se formaron en nuestras aulas; hoy con mucho más tecnología que ayer, las universidades no son capaces de cumplir estos roles????…¿Quien separó la educación «FISCAL de la EDUCACIÓN PARTICULAR?, ¿Son los mismos que están pretendiendo emparejar la cancha?. Me suena a burla, pues esos comerciantes de la educación no les interesa,nada más que llenar sus bolsillos con el sudor de miles de esforzados trabajadores, padres que sueñan con que sus hijos vuelen un poco más alto, que las egoistas posibilidades que tuvieron ellos en la época que les correspondió vivir.
En relación al nombre «COLEGIO DE PROFESORES», no creen ustedes, los que política y económicamente, mal manejan al país, que los docentes tenemos la ética muy en alto para hacernos acreedores de ser colegiados, no tenemos los bolsillos llenos, pero si tenemos el alma , el corazón y la mente llena de esperanza y sueños de CONSTRUIR UN CHILE MEJOR.
servallas
Tengo la sensación que el Colegio de Profesores se ha transformado en otro instrumento de presión y manejo de un colectivo político no democrático, y que ya tiene varias de esas organizaciones a su haber, y por supuesto seguirá creciendo porque el discurso supuestamente se basa en la defensa de «tus derechos», por supuesto, no de «tus deberes», por otro lado, pienso que en materia de educación nadie tiene claro nada, y el problema quizás no sea el colegio, ni del esfuerzo del profesor, ni los programas que elaboran «asesores» bastante ideologizados y que pasan sus recetas, utopia y causas en las lecciones escolares en forma solapada, más bien tiene cara de ser medioambiental, por un lado no hay formación en la casa, padres y madres apena hablan unos cuantos vocablos, una pobreza de pensamiento que se traslada a sus hijos, y cada vez se reduce más, en esas condiciones en realidad nada se crea, se inventa, ni se puede imaginar a menos que seas un superdotado, y por otro lado, ni en los ambientes familiares ni sociales del adolescente, se cree el cuento del esfuerzo personal, esperan que el estado los alimente, le entregue casa y los cuide cuando están enfermos, así las cosas ¿para que estudiar? , es mejor pasarla bien en el colegio, echar el pelo, «protestar» , aprovechar de ser «anarquista», asistir a «actos culturales», después, más adelante , «otros» pagarán las facturas, «los ricos» llenarán el chanchito estatal. Ante tan buen panorama, podría haber un problema, es que esa «otredad», esos encargados de acudir penosa y mensualmente con su aporte al estado es un grupo cada vez mas reducido, y ya siente muy pesada la mochila.
peon
Así es más o menos nuestra realidad. Como la describes. Esto no quiere decir que sea la realidad que quiere la gente. La gente no quiere debates entre profesores y Gobierno ni legislaciones. Quiere que su hijo sea bien educado y que utilice los mejores recursos disponibles y los que no estén, que sean creados. Eso es lo que quiere la gente.
Lo demás es sistémico y mejorable. Es otro cuento, otro tema. Otro ítem.
En una encuesta a un número x de individuos, apareció una persona que no se interesó en la pobre y triste realidad de los profesores, pero, si se interesó en todas las formas en que nuestro sistema educativo puede mejorar. Al respecto dijo:
Si hablamos de educación de calidad, muchos recursos educativos deben seleccionarse y encapsularse para que el niño tome el recurso cuando le sea posible, ya sea en clases o en su casa, conectada a la internet estatal. Esto sugiere muchas cosas.
Primero, la calidad del recursos educativo. Significa estandarización. Nadie quisiera que un alumno reciba una clase con un profesor que por diversas causas no estuvo a la par del estándar para el recurso educativo, fijado al seleccionar vía video un buen recurso educativo para un ítem. Supongamos una ecuación lineal y todos sus trucos y utilidades. El estándar para un recurso educativo podría ser complementario a la clase, pero, también podría reemplazarla. Así, el Estado se ahorraría miles de horas hombre sólo por utilizar el play de un video…
Segundo, el soporte para la educación tiene que tener más esfuerzos del tipo hardware y software en las inversiones estatales. Les aseguro que el sistema actual despilfarra recursos de formas que podrían simplificarse y disminuir su gasto fiscal y elevar su eficiencia. Un ejemplo brutal, adornemos el calificativo, es lo que sucede con la inversión estatal en laptops o aparatitos electrónicos que el Gobierno reparte a determinados niños de séptimo básico. El primer año que se hizo, lo hizo precisamente la sra. Bachelet y tuvo una inversión minúscula de tres millones de dólares. (Su popularidad por tan poca plata no tuvo precio) ¿Y el presupuesto de educación es cuánto?…
Repito, el sistema educativo concluye que es más importante gastar miles de millones dólares en parafernalia educativa (quiero resumir de alguna forma el sistema y calificarlo en modo diminutivo por su falta de eficiencia, para que usted me entienda) que en comprarle equipos a los niños y proveerlos de software.
Le voy a dar un ejemplo, porque creo que lo merece.
Conozco un niño que amó el pc desde los tres años. Hoy es lejos el mejor alumno de la promoción de su colegio. Utilizó la serie Pipo para aprender a leer, algo de matemáticas, inglés y geografía, entre otras cosas…
¿Usted ha visto alguna vez en un colegio que se trabaje con la serie Pipo en niños de prekinder?…
Si es no, por qué cree usted que no se utiliza una herramienta tan efectiva ??…. ¿Porque sólo hay presupuesto para comprarles cubitos que apilar?… Eso es lo típico que se ve en una sala de pre kinder… Cuatro niños sentados frente a una misa mirando una pila de cubos… No creo que guarden interés por manipularlos más de una semana corrida…
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La realidad es que nuestro sistema educativo tiene que quitarle la corona superlativa de calificación del trabajo del profesor, porque educar se puede hacer de formas distintas, en donde se requieren seguramente profesores más del tipo tecnológico… De hecho, la red Enlaces debe tener más de 20 años y ya en ese tiempo había desarrollado un software llamado la plaza… ¿Nunca se pudo construir nada más?…
Le paso el dato. Hay sistemas productivos que gastan el 50% de su costo total en software… Si el país hiciera eso con el 50 % del Presupuesto para Educación y lo gastara en software y hardware, nuestra educación sería otra cosa. (Con el otro 50% paga indemnizaciones y compensaciones… Llena las bocas de todos los parásitos del sistema educativo)
Hay tanto que no saben nuestros niños. Hay muchas formas de mejorar su acceso a la educación. Una muy importante son los juegos en la computadora y sus muchas e innumerables formas de aplicación…
Yo creo que en un país como Chile debe funcionar una Cámara Ciudadana como ente máximo de la expresión del pueblo. Si la Cámara Ciudadana le niega la posibilidad de huelga a una institución civil, ella no debiera ejecutarla. Como contra partida, la Cámara Ciudadana velaría por la salud y sanidad de aquella institución y por el resguardo de sus intereses, a la par que la Cámara se dedica a mejorar nuestros sistemas, de forma que personas con poca educación y países con pocos derechos democráticos concedidos, no hagan que los profesores terminen dando espectáculo en la calle…
En resumen, yo creo que una cosa es arreglar el sistema que canaliza los intereses de ciertos ciudadanos hacia el Gobierno y una cosa bien distinta es la calidad de la educación y en qué debiera consistir qué parte de ella…
Respecto a la propia huelga de la mafia de los profesores, tanto como la mafia de trabajadores públicos en general, aparte de ser sólo aprobadas en la Cámara Ciudadana, por buen actuar de sistemas mejorados, no debieran existir…
Nosotros tenemos un desorden nacional porque nuestros sistemas organizaciones son casi medievales respecto a una era digital. No estamos utilizando las buenas ideas. De hecho, el sistema las desprecia, sólo por unos cochinos dólares que la mafia política y económica decide manipular a su antojo, tomando atribuciones de manejo de los recursos del Estado que el pueblo no les ha concedido.
Si el Estado somos todos, y el patrimonio nacional es de todos, entonces el colectivo inteligente de todos, que son las ideas inteligentes del colectivo, debieran velar por el buen uso de esos recursos y por ningún motivo ser propiedad absoluta de decisión de unos pelagatos de turno que llegaron en una maleta llamada los tres cientos de confianza que viene en el equipaje del único tipo importante que los ciudadanos podemos escoger, el Presidente…
Tal industria es la que nos tiene huevo fritos… Tenemos una oda mental y procedimental para escoger al tipo ese que, nos olvidamos absolutamente de las instrucciones o marco regulatorio de sus acciones que queremos darle o concederle a ese esclavo. Es decir, él viene y hace casi lo quiere. Toma un Gabinete y reparte recursos estatales a inversiones públicas que benefician enormemente a determinados grupos. La rentabilidad de los gastos fiscales debieran retornar en parte a la población y no sólo redituar exclusivamente beneficios económicos a los grupos que realizan trabajos para el Estado.
Yo creo que estamos parados frente a una puerta que se tendrá que abrir muy pronto. Eso hará un cambio fundamental en nuestra capacidad de análisis colectivo. La llegada de la democracia digital de las ideas creará numerosos emprendimientos que cambiarán para siempre la capacidad de nuestro país…
El sistema educativo como tal, será muy diferente en el futuro próximo. Antes de 20 años veremos cambios que nunca habíamos imaginado…