Este artículo corresponde a una experiencia personal que me había resistido a denunciar públicamente, pero considerando que no he recibido respuestas y que se ha repetido en otras personas, me parece relevante compartirla para abrir la reflexión.
En 2012, comencé a estudiar en la University College London un master financiado por Becas Chile. Tuve un buen rendimiento, lo que me animó a postular un doctorado en la misma institución. Antes de venir a vivir a Londres, los encargados de las Becas me habían dicho que, si existía la posibilidad de quedarme estudiando un doctorado, que no lo dudara y que la tomara y postulara nuevamente a Becas Chile. Así lo hice y como me habían dicho, me adjudiqué la beca para estudiar el doctorado. Lamentablemente, no me advirtieron que esa posibilidad implicaría adquirir una deuda y vivir con lo mínimo en una de las ciudades mas caras del mundo por quién sabe cuanto tiempo más.
Mi maestría termino el día 24 de octubre del año 2013, día en el cual me entregaron las calificaciones finales del master. Uno de los acuerdos que se suscriben con CONICYT al momento de firmar el convenio de Becas Chile, es que el becario deberá regresar a su país para retribuir lo aprendido en el programa donde ha estudiado, a excepción de que el sujeto continúe sus estudios con una nueva beca, ante lo cual deberá realizar una “Suspensión de Obligaciones de Retorno”. Lamentablemente, en las bases no se indican los documentos que se solicitan para realizar dicha suspensión de obligaciones de retorno, entre los que se cuentan el grado académico obtenido por la beca anterior. Este punto, el cual no aparece en las bases y que ha sido impuesto por la Fiscalía de CONICYT de manera arbitraria y unilateral, sin atender las observaciones realizadas tanto por los afectados como por la University College London (la cuarta mejor universidad del mundo según el ultimo ranking QS), es lo que indica lo altamente segregador que se ha vuelto este sistema de becas en los últimos años.
¿Por qué? Porque el certificado de grado académico es emitido por las universidades británicas a finales del mes de enero, o principios de febrero, lo que significaría que yo debería encontrar los medios necesarios para sobrevivir en Londres durante 5 meses sin ningún tipo de ingresos. El costo de vida en Londres para estudiantes extranjeros es aproximadamente £1.000 mensuales ($800.000), es decir, tendría que adquirir una deuda por $4.000.000 de pesos para suplir la falencia que surge por un tecnicismo. La universidad, al tanto de esta situación, ha emitido un certificado que indica que he terminado todas mis obligaciones como estudiante del master que cursaba, indicando a su vez la nota final con la que he terminado mis cursos. Este documento, que según mi información basada en primera fuente ha sido aceptado en algunos casos de suspensión de obligaciones de retorno, en mi caso particular fue rechazado por fiscalía, exigiendo que sea un certificado de grado académico y no otra cosa.
Otras personas han vivido esta situación antes, pero han tenido la suerte de contar con familias de buena situación económica que les han prestado dinero. En mi caso, ya he vendido mi auto en Chile, mi cámara fotográfica (que siendo arquitecto resultaba importante tenerla), mi smartphone y algunos libros. No obstante, ya tengo pasaje de vuelta a Chile para diciembre. Después de esa fecha, seguir viviendo en Londres resultará insostenible sin ingresos.
Hemos enviado cartas a la directora de CONICYT, al Presidente, a los encargados y además de la ayuda que University College London ha prestado, pero nada ha resultado. Personalmente llevo tres meses gestionando soluciones y CONICYT ha sido una verdadera muralla.
Lo que se desprende de esta situación es que el modelo de Becas Chile está diseñado para cierto tipo de chilenos (según palabras de la directora del servicio en un encuentro desarrollado el año pasado en el Reino Unido), aquellos chilenos que tienen la posibilidad de endeudarse o bien de recibir ayudas de sus familias. Para quienes no tenemos esa capacidad, las posibilidades de éxito se reducen.
El modelo de Becas Chile está diseñado para cierto tipo de chilenos (según palabras de la directora del servicio en un encuentro desarrollado el año pasado en el Reino Unido), aquellos chilenos que tienen la posibilidad de endeudarse o bien de recibir ayudas de sus familias. Para quienes no tenemos esa capacidad, las posibilidades de éxito se reducen.
Por otro lado, siendo nosotros el “Capital Humano Avanzado” de Chile, resulta llamativo que no se escuche nuestras recomendaciones que únicamente apuntan a mejorar la calidad del servicio. En este caso, el tecnicismo de solicitar el grado académico por parte de fiscalía esta absolutamente fuera de contexto, no está descrito el procedimiento en las bases suscritas, y solamente los becarios se dan por enterados al momento de recibir un correo electrónico indicando las acciones a seguir para suspender sus obligaciones.
Esta arbitrariedad y tozudez por parte de CONICYT, para mi interpretación solo apuntan a segregar a quienes acceden a esta beca. Los beneficios que ofrece la beca son muy importantes y buenos, pero este tipo de tecnicismos ensucian la que podría ser la mejor beca para estudios del mundo, que muy al “Chilean way” se ve bien, suena bien, pero no funciona bien.
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Foto: Wikimedia Commons
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José
Estimado, encuentro una desfachatez tu reclamo, primero que todo, has sido becado para estudiar en un país y universidad con uno de los aranceles más caros del mundo, se te da un estipendio para manutención y para más remate, con plata de todos los chilenos ¿no crees que es un poco barsa de tu parte pedir que te mantengan? sin perjuicio que te adjudicaste otra beca, osea mínimo que se ponga con algo pues compadre…
Jorge peña
Hola , estoy angustiado pues mi hijo se matriculó en UCL y no sabe dónde vivir dado que es muy caro