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Aborto: Derecho a escoger, obligación de legislar

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Habiendo estudiado en colegios católicos y su respectiva universidad, algunos me miran con ojos desorbitados cuando indico, sin remilgos, que estoy a favor de una ley de aborto en Chile. Sí, aborto, sin apellido, sin distinción.  
 
Soy madre y sé lo que es perder un hijo; comprendo el dolor, porque lo he sentido. Comprendo el amor de madre, porque lo vivencio y se acrecienta, día tras día.
 
¿Abortaría yo? No lo sé. No me he enfrentado a esa situación. Sin embargo, más de 140.000 mujeres en Chile sí lo han hecho y han respondido que sí, y se lo han practicado, ilegalmente.
 
Esos abortos no fueron realizados por motivos terapéuticos. En su gran mayoría, ni siquiera fueron realizados por médicos ginecólogos, poniendo en riesgo la vida de esas mujeres que se confrontaron a la moral establecida y la mismísima ley.
 
Hasta 1989, las mujeres que sufrieran riesgo de vida en su embarazo, o tuvieran fetos inviables, tenían la opción de poner término a ese embarazo, por ley.  Entre cuatro paredes y vía decreto, el General Pinochet determinó que como mujeres, debíamos someter nuestro útero, cuerpo y psiquis, a una tortura de nueve meses.
 
Hoy, en el Congreso, nuevamente se discute la posibilidad de darnos a escoger, como mujeres, madres, poner término a esos embarazos que ponen en jaque nuestras vidas o cuyo producto es un feto que no tendrá sobrevida.
 
Es inevitable preguntarme si esos parlamentarios fueran mayoritariamente mujeres, cuál seria la votación de esa moción. Es inevitable preguntarme por qué, cuando un ser hospitalizado no tiene signos cerebrales, se indica muerte y en el caso de un feto con anencefelia, esta mayoría masculina decide por mí y me obliga a seguir con ese embarazo.
 
Le doy las gracias, a los parlamentarios que se cuestionan la legitimidad de ese decreto de 1989.
 
Por otro lado, le pido a los parlamentarios, que piensen en sus esposas, madres, hijas. Si ellas fueran violadas y producto de esa violación, quedan embarazadas, ¿recibirían a esa criatura con brazos abiertos como sus hijos, hermanos, sobrinos?  
 
Soy mujer. Soy madre. Si a mi me sucediera, debo ser sincera y decir que lo pensaría. Para no quebrantar la ley, viajaría fuera del país para un aborto. Me pondría en manos de un medico ginecólogo.
 
Como parlamentarios, deben legislar por toda la sociedad. ¡No más hipocresía, por favor! Piensen, sientan y legislen. 
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6 Comentarios

juan-jose-richter

No entiendo por qué al comienzo pone como tesis que está a favor de todo tipo de aborto, sin distinción y luego argumenta sobre el aborto terapéutico y el aborto en caso de violación. En lo personal creo importante discutir sobre los casos que usted presenta, y en eso le encuentro razón, pero así también creo importante discutir sobre el valor que le damos a la vida de un ser humano. Cuando en una sociedad pasa a ser más importante la decisión de una persona por sobre una vida humana entonces eso cuestiona toda la moral y la forma en que nos relacionamos. ¿Por qué una persona que no decidió mantener la abstinencia sexual o que no decidió utilizar los métodos anticonceptivos que están disponibles va a tener derecho a terminar con la vida que ya se concibió? Como sociedad nos falta reflexionar sobre el valor que tiene un feto gestándose para la sociedad, lo que no es sólo una preocupación de su madre, sino de todos. Así también para toda la sociedad es una preocupación que existan violaciones, pero el problema no es del feto que se está gestando, sino de que existan personas capaces de violentar sexualmente, por eso tratemos los problemas de fondo, pero sin desprestigiar ni desvalorizar la vida humana, para eso nadie debería tener derecho.

    Francisca Artaza

    Disculpa… hasta ahora veo tu comentario. Yo no desvalorizo la vida de un ser humano, sin embargo si hago diferencia entre un feto y tal. Saludos!

#LaVidaPorLosColores

Es tan estúpida y sin valores tu extracto. La llegada de un bebé a este mundo (y no quiero caer en términos eclesiásticos) es por responsabilidad de uno; aunque te cuides o lo hiciste «así no más»… el que tuvo sexo, hizo el amor, etc. fue uno con la otra persona. Asesinarlo (porque eso es un aborto) es penalizado por lo mismo, si no tienes los medios, cuidalo durante el tiempo que sepas de su existencia y luego dalo en adopción, existen MILES de padres que quisieran tener un hijo y una por ahí matando 1, 2 o más bebés.

Existen muchos casos de madres (o incluido el padre) que aunque no querían a ese bebe en sus vidas terminan enamorándose de él e ingresando al mundo de los padres 🙂

    Francisca Artaza

    Gracias por tu comentario y opinión. Yo doy la cara y mi nombre y apellido. Tu??

Loreto Gala

Me parecen que tus argumentos son muy pobres por no decir «clichés». Todos sabemos lo traumático que es quedarse embarazada producto de una violación, de un incesto, también lo difícil que es seguir adelante con un embarazo producto de una noche de aventura, o simplemente por descuido. También lo difícil que es seguir adelante con un embarazo que al final puede que no llegue a termino o dará a luz a un niño con alguna discapacidad, o incluso muerto.
Lo que no entiendo es la sociedad desechable del «sino me gusta, me lo saco de encima». La vida ya no nos da sorpresas y estos momentos dan duros ya no nos darán la oportunidad de hacernos más humanos, más tolerantes y más sacrificados. Ahora todo tiene que venir bueno, bonito y ojalá barato…el tema de trasfondo de todo esto no tiene que ver con lo que las mujeres tenemos o no como derechos de hacer lo que nos de la gana con nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo en un embarazo es una casa, es un nido. Soy madre de dos niñas y a las dos las he sentido diferentes, las dos han actuado diferentes, exclusivas, hasta las patadas que me daban han sido diferentes. Diferentes reacciones de mi cuerpo también, diferentes síntomas. Con esta diferencia me di cuenta que MI cuerpo estaba ALOJANDO a otro ser AJENO a mi, y sin embargo tan mío.
En un momento pensé que había perdido a una, cuando deje de sentirla. Y lo único que yo pedía es que no fuera cierto que la había perdido. Recuerdo que pedía que porfavor viviera y la viera nacer aunque fuera enferma. El típico argumento que yo misma siempre he dado y del que sigo estando convencida: si has perdido (aborto espontáneo) es porque la criatura venia mal. Sin embargo, yo prefería que viniera mal, antes de que no viniera nunca.
Me pareces frívola en tus comentarios María Francisca. Me sorprende leerlos de una madre, cuando tanto tu como yo hemos sentido a nuestros bebés en nuestras barrigas. Me cuesta creer que una madre piense que lo que tiene en su vientre, que se manifiesta dia a dia, segundo a segundo, no es mas que un grupo de células que se diferencian de un ser humano.
A las flores las cuidamos desde que las plantamos y no nos dan signos de que crecen (ni síntomas) y sin embargo estamos creyendo que en unos días, tal vez meses, se convertirán en flores. Eso no lo negamos?
Me parecen tus argumentos poco profundos, María Francisca. Te doy mi nombre entero si quieres, ya que lo has pedido por ahí: María Loreto Gala Barriga.
Por otro lado, no dudo que debe haber mas apoyo desde los gobiernos a las adolescentes para que puedan, por ejemplo, adquirir pastillas anticonceptivas sin receta y menores de 18 años (como ocurre en Alemania, por cierto, hablo con autoridad ya que mi suegro es ginecólogo aleman, de Hamburgo). También debe haber mas protección para las mujeres que han perdido y se les permita acelerar el parto, aunque el legrado, según cuentan amigas mías que lo han sufrido, es muy doloroso.
He conocido dos personas que han abortado voluntariamente porque el niño tenia síndrome fe down. Las dos, al contarlo, han roto a llorar. Dicen haberlas superado, pero las lagrimas aun quedan. Ellas no tenían tampoco información suficiente de lo que ocurre emocionalemente luego de un aborto voluntario.
Hablamos de eso también? Eso es algo que estamos obviando.
Creo que la vida hay que defenderla. Las madres siempre acabaremos amando a nuestros hijos, vengan como vengan y sean como sean. Porque ellos tienen la oportunidad de demostrarnos en vida de lo maravillosos que pueden ser, porque es una relación reciproca y continua de amor. Y es porque desde el primer dia nuestro cuerpo se convirtió en su hogar. Eso sí que es algo irrefutable.

Maria Teresa Prieto

Yo soy madre de un hijo de 20 años con Sindrome de Down y me duele mucho que a estos niños, los padres o madres, por el hecho de saber que su hijo va a nacer con éste sindrome, tengan el derecho a decidir si quieren abortarlo. Ellos, lo digo por experiencia de vida, son niños felices y amantes de la vida. y no tenemos derecho, y vuelvo a repetir esa palabra, a no darles la oportunidad de vivir, al igual que todos nosotros la estamos teniendo y nos la dieron nuestros padres, como se la he dado yo a mi hijo y lo mismo a sus hermanos.