El día de hoy es materia recurrente escuchar de boca de un alto porcentaje de actores públicos, protagonistas y responsables del destino del país, que las soluciones para mejorar los descalabros de la economía nacional, están concentradas en las oportunidades que deben aplicarse en materias productivas en todas las actividades de nuestras industrias. Como esto ha sido repetido y tratado en forma frecuente a través de todos los medios, durante estos últimos meses, ha dado como resultado la asumpción de responsabilidad frente a este tema como un criterio casi común. Por parte de todos los sectores, de parte de las instituciones públicas y privadas, de las académicas y de las organizaciones sociales:
“El gran desafío de Chile es hacer de la productividad la herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas y llevarnos al desarrollo integral del país. Este camino sólo es posible si todos colaboramos en buscar alternativas eficientes e innovadoras”
Con claridad para que este desafío se concrete con resultados reales a corto y mediano plazo, que es lo que requerimos como país, es fundamental considerar que dependemos de la actitud de los protagonistas principales de este proyecto…el sector trabajador.
Sector laboral, que en la actualidad está compuesto por un alto porcentaje de la generación denominada como Millennials o generación Ys
Ellos son los protagonistas del cambio, una generación con características marcadas hacia la el desarrollo diverso y sin fronteras, en el cual el materialismo pierde significancia en cuanto atenta contra la equidad. Un generación que con claridad busca y exige otros beneficios aparte del dinero.
Todas aquellas retribuciones que ellos creen merecer de parte de la empresa que los incentive positivamente, que mejore y se diseñe un mejor ambiente laboral que permita dar paso a la creatividad y a la productividad. Esto es lo que se conoce ya hace un tiempo como el Salario Emocional, cuyo fin último es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo, fomentando la conciliación laboral. El “factor motivador” de los empleados para mejorar la fidelidad que los trabajadores para con los objetivos de la empresa.
“Por lo tanto, no se trata de recibir una mayor cantidad de dinero, sino de recibir prestaciones que el trabajador entiende como beneficios más valiosos que una subida de sueldo.”
Empleados satisfechos, son empleados con elevados índices de productividad y competitividad
Un nuevo enfoque, centrado en la productividad, requiere un consenso de largo plazo, plasmado en una visión y un plan estratégico que considere que los talentos hoy día están concentrados en un altísimo porcentaje en esta generación que ya han adquirido un rol protagónico en nuestra industria y en todos sus segmentos.
El mensaje que ellos han dado es claro, la productividad como herramienta para el beneficio país dependerá que las políticas implementadas den un rol protagónico a esta generación, dándoles alternativas de desarrollo y creatividad, basado en la libertad de expresión.
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solopol
Que negativo comentario, Servallas. Lo felicito por su pesimismo, vamos a llegar muy lejos asi. Saludos!
Servallas
1.- La innovación y la inventiva están antes que la productividad (producir más de lo mismo), por lo tanto hay que involucrar riesgo, que esta generación ni el estado están dispuestos a asumir.
2.- Una cosa es usar la tecnología existente y otra muy diferente es participar en el I+D para generarla, en ese escenario, no alejamos cada día más.
3.-La economía inestable es el futuro, para ello se requiere una mentalidad resiliente y flexible que los sistemas políticos dominantes rechazan brutalmente.
4.- El talento no es nada si no puede desarrollarse, crecer y sobresalir, pero en una sociedad que tiene tendencia a nivelar hacia abajo, el talento se ve subestimado, mirado con sospecha, achatado.
5.- En general las personas posponen sus planes familiares, no porque no quieran, los posponen porque no tienen los recursos para abordar una vida familiar, los bienes y servicios son extremadamente caros, salud, educación, vivienda, transporte. La percepción de caro es porque hay abuso, desregulación, pero además porque ganamos muy poco, generamos pocos recursos, estos se incrementan a tasas muy bajas (2%).
6.- En un ambiente generalizado de bajos salarios, el “salario emocional” es al menos un refugio de las rabias internas.
7.- No habrán políticas de incentivo a la creatividad, a los impulsos de desarrollo basados en nuevas miradas que anuncian, para ello se requiere una visión de estadista en la conducción del país, y lo que se viene desde todos lados es populismo.