La diferencia entre ambos programas yace en una visión profundamente distinta de la problemática social. Para la centro-derecha, esta pareciera verse como un problema de incentivos que se puede arreglar como cualquier otra falla de mercado: con un subsidio o un impuesto. En la visión de la centro-izquierda, el problema es multidimensional y requiere de la participación activa del afectado.
En las últimas elecciones presidenciales, muchas veces argumenté que daba lo mismo quién saliera, total, Concertación y Alianza sostenían exactamente el mismo modelo en sus bases y, en mayor o menor medida, defendían los intereses de los mismo poderes económicos. Ahora, ad portas de una nueva elección y sabiendo cómo es realmente un gobierno de centro-derecha, pienso que la diferencia existe y puede ser altamente relevante en varios sentidos. Para justificar esta aseveración, apelaré esta vez a un punto particularmente sensible: La manera de hacer políticas públicas.
Un análisis de los contrastes entre los programas “Chile Solidario” e “Ingreso Ético Familiar”, los caballitos de batalla con que la Concertación y la Alianza, respectivamente, combaten la pobreza, muestran una profunda diferencia en la concepción del papel y alcance de la política pública.
El Ingreso Ético Familiar (de la Alianza) se puede dividir conceptualmente en la persecución de dos objetivos: dar un alivio inmediato a las carencias de las familias y contribuir a objetivos de largo plazo (construcción de las capacidades para salir de la pobreza por los medios propios) a través de las transferencias condicionadas. Lo primero es, como se dice en buen cristiano, justo y necesario. Sin embargo, lo segundo constituye un pobre instrumento para alcanzar objetivos de largo plazo. En primer lugar, porque carece de un diagnóstico claro: si la inasistencia escolar es causada porque los padres tienen pocos incentivos para controlar la asistencia de sus hijos, “sobornarlos” para que lo hagan es una solución burda. La pregunta central es: ¿Por qué hay pocos incentivos para controlar la asistencia? Y desde el punto de vista del niño: ¿Por qué no quiere ir a liceo? Una política seria se centraría en las causas profundas del problema: falta de recursos físicos en las escuelas, inexistencia de un sistema de transporte escolar gratuito, una estructura escolar del siglo XIX en el siglo XXI que es poco relevante e interesante para los alumnos, entre otras.
Insistir en las transferencias condicionadas es equivalente a salir a trotar con lluvia resfriado porque gracias al paracetamol bajó la fiebre. Aliviar el síntoma no es curar la enfermedad. Tener esto claro a -un nivel conceptual- es clave, dado que en las evaluaciones de impacto estas políticas pueden resultar más efectivas que las que buscan una cura de la enfermedad, cuyos frutos demoran décadas en mostrarse.
Por el contrario, Chile Solidario (de la Concertación) fue un programa concebido desde un diagnóstico muchísimo más acabado. Este fue que, a pesar del aumento espectacular de la oferta de políticas públicas enfocadas en la superación y alivio de la pobreza, ésta se encontraba desarticulada y alejada de la gente que lo necesitaba. Luego, Chile Solidario surge para responder a dicha necesidad y así acercar a la gente a los programas que ayudan a enfrentar sus carencias. El programa consiste en que un monitor se acerca a las familias vulnerables, analiza su situación específica, y ofrece los programas más idóneos respecto a sus necesidades. ¿Es usted una mujer que quiere emprender una microempresa pero nadie le presta plata? Acá le presento el crédito de fomento a la microempresa.
Como se puede ver, Chile Solidario es un programa altamente complejo y su éxito depende de la calidad del resto de las políticas con las cuales se articula. Lo relevante es que funda un marco conceptual donde las soluciones son a la medida del problema y permite que las personas participen activamente en la solución de estos.
La diferencia entre ambos programas yace en una visión profundamente distinta de la problemática social. Para la centro-derecha, esta pareciera verse como un problema de incentivos que se puede arreglar como cualquier otra falla de mercado: con un subsidio o un impuesto. En la visión de la centro-izquierda, el problema es multidimensional y requiere de la participación activa del afectado. Así, desde esta perspectiva, la solución es constructiva en el sentido que puede ir cambiando en la medida en que la comunicación entre el Estado y los afectados lleve a encontrar mejores instrumentos. Por el contrario, la política de transferencias carece de dicha comunicación y es por tanto estática y pasiva.
La diferencia va más allá de este ejemplo específico. Es una diferencia ideológica que es inherente a cada pensamiento político, por lo que se impregna en todo el accionar público. Toda la vida pública se ve atravesada por esta visión, dado que la política pública es la actual herramienta a través de la cual el Estado influye en la sociedad. Es por ello que es necesario tener en mente esta diferencia a la hora de elegir un futuro gobierno. La Concertación no es la única que promueve el estilo de política pública que he expuesto como positivo, por lo que no necesariamente será la mejor candidata. Sin embargo, si de algo estoy seguro, es que la derecha está lejos de ser una buena opción.
Esta columna fue escrita por Felipe Jordán
Comentarios
30 de noviembre
Ahora dices éso???…..harto que perjudicaste con el lema «son todos iguales» o bien, «la Derecha y la Concertación son lo mismo»:
Ahora ya es tarde, ayudaste a instalar en la ciudadanía una mentira nefasta y las consecuencias de ella han sido y serán por largo tiempo.
Que algunos se encarguen de las Políticas Públicas, tú podrías dar, no disculpas sino más bien, «EXPLICACIONES PÚBLICAS»
-7
30 de noviembre
En Primer lugar, no distingues la clara diferencia entre una introducción narrativa al argumento (primer párrafo) del desarrollo de éste (el resto del texto). Lo relevante son los argumentos.
En segundo lugar: ¿Estoy acaso en una posición que exige mantener una línea durante cuatro años? Nuevamente, esa clase de trabas son justamente las que no nos permiten progresar dado que no están enfocadas en lo razonable sino que en los formalismos.
Finalmente. ¿Explicaciones Públicas? ¿Acaso pensar mata?
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01 de diciembre
está bien la diferencia que señalas, sin embargo, no basta para hacer una diferencia «estadísticamente significativa» entre la concertación y la alianza. ambos han defendido a ultranza el modelo impuesto en dictadura, y lo siguen haciendo. eso es lo que importa para caracterizar ambas coaliciones, no estas pequeños diferencias, que de que existen, existen. aunque no basta para decir que son «altamente relevantes».
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