En la opinión de Juan Carlos Eichholz, publicada por El Mercurio, se cuestiona el carácter político que ha teñido el movimiento estudiantil. La estrategia del gobierno ha sido hablar de “ideologización”.
Sin comentar la ideología de los integrantes del gobierno, mismos creadores de la Constitución de 1980, me parece que la táctica es justamente más y más política, criticando a los dirigentes, cuestionando sus motivaciones reales – ¿personales o partidarias? -, forzando el traslado de las demandas a una “discusión” en el congreso. En resumen, lo que estamos viendo, señoras y señores, es el choque político de distintas ideologías. Por una parte, el “Papi Estado” comunista y, por otro lado, “la mano invisible que lo hace super bien si no lo regulan” de la derecha. Entre medio, miles de chilenos que marchan convencidos de luchar por sus derechos básicos, ajenos al reality político de los partidos.
Pregunto al chileno que dice “me cargan los políticos” – ¿le interesa toda esta esgrima verbal y mediática? A mí para nada, salvo como fuente de aprendizaje. Un político es un jugador de ajedrez y las palabras son sus peones. Puro discurso, cero claridad de las acciones por venir. Cada día que los veo hablar en la TV, más me convenzo.
¿Qué me interesa? Bueno, que me pasen gato por liebre en dichos discursos. En el caso de la columna de Eichholz se apela, dentro de los argumentos clichés utilizados, que “los recursos son escasos” y que “hay más prioridades que atender”. ¿Quién no estaría de acuerdo con eso? No obstante, esos clichés sustentan el argumento: "Avanzar hacia allá (hacia demandas estudiantiles) sería desconocer por completo los avances que ha tenido el sistema de educación superior en los últimos 25 años". Es decir, avala el argumento concertacionista de que la cobertura es un avance.
Si tomamos como ejemplo el parque automotriz, veremos que se ha avanzado hacia mayor cobertura, pero ¿es lo mejor para el país? Si hay cada vez más congestión, más contaminación, más fractura de la ciudad por grandes autopistas. ¿Estuvimos bien en fomentar el uso del automóvil, al mismo tiempo que entregamos un transporte público cada vez peor e indigno?
Juan Carlos, no porque se haya hecho algo que tu llamas “avanzar”, quiere decir que no se pueda revisar e incluso enmendar lo realizado. Después de todo, errar es humano.
La cobertura –ya lo sabemos- ha sido a costa de un mercado que enriquece a algunos dueños de centros educacionales, a costa de deudas por años de los egresados, a costa de títulos de papel cuya calidad es mala. Puedo seguir, pero veamos cifras mejor.
Dices que los recursos son escasos, pero:
1. En Chile, el gasto por estudiante cayó un 23% real en el período 1982-1990 (fuente), debido a la crisis financiera del 82… oh wait!… atención a Grecia, España, Islandia, etc.
2. Se pudo corregir esta caída al volver la democracia, pero solo hasta el 2002, cuando el Estado aportó el 4,2% del PIB en educación. A partir de ese año, el porcentaje del PIB entregado a educación cayó hasta el 3,4% (fuente).
3. El aporte a la educación del Estado llegaba al 56% del total en 2003, mientras que el aporte privado cubría el resto.
4. El 2010 se otorgaron Créditos con Aval del Estado (CAE) por un total de $300.011 millones de pesos (fuente), es decir, vemos que el “aporte privado a la educación” es en base al endeudamiento de estudiantes y sus familias.
5. Finalmente, lo más ridículo de todo (fuente): el Fisco ha recomprado cerca del 40% de la cartera CAE a un costo fiscal total, incluyendo los recargos, equivalente al 52% de los CAE otorgados entre 2006 y 2010, proporción que este último año se elevó a 61%. En otras palabras, el Fisco podría condonar de inmediato un 40% de los CAE vigentes y reemplazar este mecanismo por becas equivalentes a más de un 60% del CAE ¡sin gastar un peso adicional!
Resumiendo algunas ideas de la lista anterior:
La única forma en que el gasto, según porcentaje del PIB haya caído, es que el Fisco recibió más dinero, ya que según entiendo, el gasto real ha crecido en educación, ¿o no?
La única forma privada de aporte a la educación es aquella basada en deuda a las familias y rentabilidades históricas de Bancos y Retail en general.
Los únicos recursos escasos son los de las personas, ya que a las arcas fiscales ingresan cada año más y más recursos, pero el gasto en educación, como porcentaje del PIB, cae en vez de aumentar. Además, como se ve en la lista anterior, esos recursos “escasos” se gastan en más utilidades para la banca (intereses), para los centros educacionales privados (matrícula) y menos gasto social.
Solo como dato: entre el 2002 y el 2006, el gasto social del Estado cayó de un 15% del PIB a un 12,1% del PIB, es decir, cerca del 30% de la caída en el gasto social se explica en el ítem “Educación” (fuente).
Volviendo con desagrado el tema político. Si hay un grupo de "privilegiados" que deciden pagar (o endeudarse por) la U, pero estar en tomas y sin clases, ¿no habrá una cuota de preocupación real por el país y su pésima política educacional? ¿Es válido meter todo el movimiento al mismo saco de algunos dirigentes politiqueros?
Por mi está bien que algunos piensen que “todos” los políticos persiguen sus motivos personales o beneficios propios, pues como no creerlo al ver nuestra fauna política, pero podríamos mirar un poco más arriba del ombligo y apreciar que la urgencia del movimiento es real, fundada y del todo pertinente, ¿no?
Y si aun tiene dudas, señor, señora, pase a leer esta columna y vea las desigualdades que hay detrás de este movimiento social o “ruido” como lo llamó nuestro ministro de educación, don Joaquín Lavín.
Comentarios
12 de julio
Si los neo liberales revisaran con honestidad sus postulados (ideologizaciones) basados en los dichos de algún filósofo inglés del siglo 18, que están detrás de un modelo matemático aparentemente técnico, verían que el encatrado no se sostiene, excepto por el afán de lucro y poder de un grupo de privilegiados que botaron el humanismo a la basura y que tienen la sartén por el mango.Este grupo, si fuera consecuente, se atendría a sus propias leyes y cuando los negocios van mal quebrarían y no exigiría ayuda de los estados como lo han estado haciendo, no para ayudar a los estafados por sus martingalas financieras, sino para poder pagarse sus propias indemnizaciones. Tampoco maquillarían los balances ni estafarían a los inversionistas vendiendo como solvente una empresa en quiebra. Ni bautizarían como retail a una empresa de préstamos usurarios etc. Y cuando adquieren el poder político, harían normas claras de funcionamiento, que preserven la libre competencia, es decir la perfecta información, la igualdad de los productos que se ofrecen etc y no permitirían vacío en las regulaciones. En los juegos de caballeros que tienen los ingleses, siempre hay normas claras, aunque no estén escritas.. Es muy bonito el neo liberalismo sin normas escritas, cuando no soy un caballero ni tengo leyes que me obliguen a serlo, cuando no creo en el humanismo, ni en la democracia, tengo acceso a información privilegiada porque me eduqué en recintos de elite, no soy de los que miran desde la cuneta, y tengo una herencia y relaciones que me permiten moverme donde está el dinero y el poder, y me adniero a grupos religiosos que implicitamente no me cuestionan el modelo y además me dan respetabilidad y conexiones e incluso tranquilidad espiritual y vivo alejada de la pobreza y la necesidad porque solo frecuento a los GCU, y me siento más inteligente que los otros, si no mi Dios (con el cual me comunico a menudo) no me premiaría con mi posición, lo que me hace muy feliz. Ahh y además mi posición ante la vida, no es política. Eso se lo dejo a los resentidos marxistoides, comunachos.
Cualquier parecido con la realidad, no es coincidencia.
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