#ReformaTributaria Nada une más que un enemigo en común

Cuando la semana pasada me invitaron a escribir esta columna sobre cómo se ha vivido el debate de la reforma tributaria en las redes sociales pensé que escribiría una columna distinta a ésta. Ello porque tras varios años estudiando los procesos de difusión de información en las redes digitales, se me ha vuelto rutinario constatar que éstas son altamente homofílicas, vale decir, en ellas pasa lo que puede observarse en una plaza pública: miras personas en grupos conversando, pero los grupos no conversan entre sí. Así que esperaba escribir una columna sobre porqué nuestros debates son a medias y por lo general superficiales. Algo como en su oportunidad escribimos sobre el debate sobre el aborto. Así que convencido que éste sería un caso más de lo mismo, programé unas capturas de tweets asociados a la reforma tributaria, el FUT, el ministro Arenas, las pymes y otros términos relacionados al debate tributario para reconstruir las redes de interacción (menciones y retweets) con la expectativa de encontrar dos grandes grupos separados por su apoyo o rechazo de la reforma. Pero lo que encontré fue algo ligeramente distinto.

La figura muestra el centro de las conversaciones que pude rescatar de los últimos cinco días (poco menos del 30% de las cuentas de Twitter analizadas). El tamaño de los círculos es proporcional al grado (número de conexiones) de una cuenta en la red de conversación. Consistente con experiencias previas, en las conversaciones sobre la reforma tributaria se crean espontáneamente grupos con escasa conversación entre sí, pero a diferencia de lo que esperaba, los grupos que rechazan la reforma dominan ampliamente el escenario. En el gráfico, se destacan algunas de las cuentas más referenciadas en las conversaciones. El empresario Juan Pablo Swett y el sitio web Chile B sobresalen. El gráfico muestra también algunas cuentas relevantes en la difusión de mensajes como la cuenta @costapardaa y @ceci1222. En análisis complementarios las cuentas @veselkamoia y @gustavotornero ocupan roles significativos y lo mismo cabe decir de la cuenta @melnicksergio. Todas estas cuentas y otras no mencionadas para no saturar el texto tienen en común el oponerse activamente a la reforma tributaria. Entre las cuentas más destacadas que no comparten esa visión está únicamente la cuenta oficial del @gobiernodechile cuya participación en las conversación es más bien como receptor de mensajes (lo mismo acontece con @navarrosenador). Hice otros análisis que no viene al caso detallar pero la pregunta es: ¿Qué sacamos en limpio? Que al rescatar mensajes sobre los términos más relacionados con la reforma los mayores conversadores son los que se oponen a ésta y, por ende, su interacción resuena en Twitter. Algo similar debe estar pasando en otros medios.

La sensación de estar bajo amenaza con la que un grupo de compatriotas está mirando la reforma tributaria es una fuente muy efectiva para motivar la acción y, por eso, aun cuando muchos partidarios de las reformas puedan estar opinando en las redes, sus visiones son opacadas en el agregado.

Y así, en vez de hablar de homofilia en la red, me encontré de frente con una de las lecciones más antiguas de la acción colectiva: nada une más que un enemigo en común. La muestra es pequeña, pero sugerente de lo que debe estar pasando en las redes sociales y en muchas conversaciones no digitalizadas. La sensación de estar bajo amenaza con la que un grupo de compatriotas está mirando la reforma tributaria es una fuente muy efectiva para motivar la acción y, por eso, aun cuando muchos partidarios de las reformas puedan estar opinando en las redes, sus visiones son opacadas en el agregado. Al observar estos resultados, no puedo evitar pensar en quienes hicieron el polémico video con el que el gobierno salió a defender su reforma. El lenguaje polémico utilizado en él ahora se me revela como cualquier cosa menos casualidad o exceso. Al contrario, la huella de un perspicaz estratega político se me hace nítida ahora desde la distancia.