Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) titulado “Perspectiva de empleo 2017” calificó a Chile como uno de los países que más trabaja y que tiene menos remuneración, por lo que la pregunta cabe de cajón: “¿por qué los chilenos son los que más trabajan, pero a la vez los que menos ganan? Es un titular que llama la atención.
En 2016, la misma institución entregó un informe donde nuestro país se ubicaba en el top 5 de los países con más horas de trabajo, destinándolo como el tercero a nivel latinoamericano que más tiempo destina a las jornadas laborales. Sin embargo, es uno de los que menos produce.
Tener arduas jornadas laborales debe estar ligado a cumplir objetivos y metas, pero no a estar una determinada cantidad de horas en el trabajo, ya que no necesariamente estar más tiempo trabajando significará una mayor productividad, pues lo único que se logra con más horas es provocar fatiga y estrés.
El estudio señala que los chilenos trabajan hasta más de 60 horas a la semana, lo que equivale a un 8,6%, muy por sobre los otros países de la OCDE. A esto se suma que los sueldos recibidos alcanzan un promedio de 6,5 dólares por hora (unos $4.300 pesos), superando solo a Turquía (5,8) y México (4).
Chile tiene una pésima educación primaria y eso es lo que genera a la larga jóvenes y adultos que no están preparados y enfocados al rendimiento, cumplimiento de objetivos y el logro de metas debido a que en su infancia estuvieron acostumbrados a ver a sus pares o profesores “sacando la vuelta”. Como resultado, tenemos jóvenes que en el futuro su cultura organizacional será sacar la vuelta.
"Chile tiene una pésima educación primaria y eso es lo que genera a la larga jóvenes y adultos que no están preparados y enfocados al rendimiento, cumplimiento de objetivos y el logro de metas debido a que en su infancia estuvieron acostumbrados a ver a sus pares o profesores “sacando la vuelta”. "
Para solucionar esto debe existir una real intención de mejorar la educación básica y primaria con objetivos y principios que generen en las nuevas generaciones un cambio de conciencia, una mayor cultura organizacional de la meta, de no estar detenido tratando de que la hora llegue para salir de clases, sino que transformar la cultura chilena en una cultura de hacer las cosas bien y poder ir avanzando en la vida. A la larga, va a significar mejores desempeños de los trabajadores y que los empresarios se den cuenta que sinónimo de más horas no es sinónimo de productividad.
Es importante que se pueda avanzar en jornadas laborales más flexibles y donde los chilenos puedan trabajar las horas necesarias de acuerdo a la productividad que se espera. Y cabe recordar, que el 8 de marzo la diputada Camila Vallejo envió al Congreso un proyecto de ley que pretende modificar el Código del Trabajo para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y poder aumentar la productividad del país.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad