Una de las razones de por qué nuestra sociedad estalló y dijo basta, son las injusticias que provoca el modelo económico imperante, responsable de una desigualdad desmedida y como lo explica Oxfam el sistema capitalista está dañado al permitir que prosperen monopolios y se concentre la riqueza en manos de unos pocos. Esta misma institución publicó un estudio sobre la situación de la desigualdad económica en el mundo, encontrando que la riqueza está cada vez más concentrada en menos manos, por ejemplo: el 2017 eran 43 personas las que poseían las misma riqueza que 3,800 millones de personas y el 2018 el número bajo a 26 personas. La proyección indica que de aquí al 2030 el 1% más rico del planeta poseerá 2 tercios de la riqueza global.
El efecto principal de este desequilibro social es que la concentración de riqueza contamina y deshumaniza una sociedad, facilita el crecimiento de la corrupción, se hace insensible y violenta. Al mismo tiempo, se deteriora el comercio justo y las buenas prácticas comerciales.El efecto principal de este desequilibro social es que la concentración de riqueza contamina y deshumaniza una sociedad, facilita el crecimiento de la corrupción, se hace insensible y violenta
El 1% rompe las reglas en cada oportunidad que se le presenta, al mismo tiempo que cínicamente aplaude el cuidado por la legalidad.
Las conclusiones a las que llega un artículo publicado por la revista Nature en 2017, dice: “Entre los muchos efectos conocidos de la desigualdad en una sociedad están el malestar social, la disminución de la salud, el aumento de la violencia y la disminución de la solidaridad”.
La riqueza de esta minoría crece gracias a la evasión de impuestos, esconder sus ganancias en guaridas fiscales, interviniendo en la política, por la pérdida de derechos de los trabajadores (subcontratación y pagar sueldos de mercado), el recorte de gastos, beneficios fiscales, perdonazos cíclicos por deudas tributarias y ocultamiento de ganancias, etc.
La plataforma virtual, Ciudadanía Inteligente, explica que en nuestro país: “con todo el dinero que las empresas dejan de pagar por privilegios tributarios, se podría contratar 173.088 doctores y 521.445 profesores”
En el artículo “La explicación científica de la Desigualdad” donde explico que los científicos, producto de aplicar modelos matemáticos para ver cómo evoluciona en el tiempo la economía en un esquema Neoliberal, demostraron que inevitablemente la desigualdad va a ir en constante aumento, al mismo tiempo que la riqueza se va a ir concentrando en cada vez menos manos, permitiendo así el surgimiento de una poderosa oligarquía.
Por eso, es una falacia afirmar que la acumulación de riqueza es gracias a la inteligencia y el trabajo duro, más bien, es el resultado natural de aplicar el Neoliberalismo de forma desregulada y la única manera de detener esto es que el Estado se ponga los pantalones fije normas y fiscalice su real cumplimiento.
A nivel global, las grandes empresas y grandes inversionistas quieren ir hacia un “Capitalismo responsable” y lo ejemplifica Larry Fink, director ejecutivo de BlackRock, el administrador de fondos más grande del mundo, quien lanzó una advertencia a sus clientes, al decir que solo haría negocios con empresas que benefician a la sociedad de alguna manera. «Sin un sentido de propósito, ninguna compañía, ya sea pública o privada, puede alcanzar su máximo potencial«.
El «Manifiesto de Davos 2020» pide a las empresas trabajar en favor de la sociedad y no exclusivamente en favor de los accionistas. Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del foro dice: «Las empresas deberían pagar un porcentaje justo de impuestos, mostrar tolerancia cero frente a la corrupción, respetar los derechos humanos en sus cadenas globales de suministro y defender la competencia en igualdad de condiciones«.
El objetivo es terminar con el actual «capitalismo de accionistas«, que solo quiere maximizar los intereses de los inversores y coloca el capital por encima del trabajo, esta filosofía se impuso dogmáticamente y fue liderada por el premio Nobel de Economía Milton Friedman.
Schwab explica que una de las razones de este fenómeno es el «efecto Greta Thunberg«. La activista sueca les recordó que el sistema económico actual constituye una traición a las generaciones futuras por el daño ambiental que provoca.
Los hechos están demostrando que es muy fácil decir que se van a optimizar las ganancias al mismo tiempo que se va a hacer el bien, pero es un desafío difícil de realizar. Uno de los motivos principales es que los directivos de las grandes corporaciones son contratados por los accionistas y la mayor preocupación de estos es maximizar sus ganancias y no están interesados en promover la responsabilidad empresarial, resultado, los directores de empresas son despedidos o recompensados según las metas financieras y su carrera está definida por las ganancias y el precio de las acciones.
Otra razón fundamental es que las grandes empresas que se dedican a administrar fondos de inversión para entregar dividendos a muchos clientes diseminados por todo el planeta, son evaluadas por el rendimiento que tuvo la inversión, al cliente no le interesa conocer nada de la empresa donde su inversión generó riqueza.
Al querer el retorno financiero lo antes posible, las firmas van a privilegiar el rendimiento para satisfacer así a quienes aportaron capital antes de interesarse si los valores de una empresa los lleva a tener un compromiso social y medioambiental.
Ahora, sobre las personas que tienen grandes fortunas, debiéramos preguntarnos de cómo la obtuvieron y qué valores sacrificaron en el proceso. Además, debemos tener claro que los responsables finales de esta situación son personas con nombres y apellido, el modelo es solo una herramienta y la forma como se utiliza y regula determina si es buena o mala
Comentarios
29 de febrero
Gran columna, nuevamente, da para reflexionar.
Una profesora de religión me enseñó un ejercicio para entender el impacto del dinero en adolescentes. Bien simple, cada joven debería contestar, sin inhibiciones “¿Qué harías si te ganaras un loto acumulado?”. He hecho este ejercicio muchas veces con estudiantes y siempre pasa lo mismo.
Quienes tienen satisfechas todas sus necesidades, despilfarran alrededor de 100 millones cumpliendo sueños placenteros (viajar, conciertos, autos, etc) y el resto lo invierten en estudios y con administradores de capitales.
Quienes provienen de familias humildes, compran casas a sus seres queridos y autos, siempre en sus comunas y nada ostentoso.
La clave del modelo está en la educación, pero en su contenido, en su carácter formativo.
El modelo neoliberal que describes (esclavitud encubierta según mi parecer) surge de una manera de ver la sociedad, la vida, etc. Quienes acumulan más de lo que pueden gastar no se sienten mal al dañar al medio ambiente, Trump ha demostrado que no les importa, y eso es culpa de la poca educación de quienes los rodean y rinden pleitesía.
Tyler Durden (fight club) reflexionaba en que creemos ser lo que poseemos y eso nos aleja de ser personas.
Y eso no es culpa del modelo, sino de quienes no educamos y lo moralizamos.
Espero haber sido claro.
Éxito y un placer leerte, en serio.
+1
03 de marzo
Sr. Patrick, estoy de acuerdo con usted y lo digo al final de este artículo: «debemos tener claro que los responsables finales de esta situación son personas con nombres y apellido, el modelo es solo una herramienta y la forma como se utiliza y regula determina si es buena o mala».
Saludos y se agradece su opinión
28 de agosto
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28 de agosto
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