El 16 de abril de 1995 fue asesinado a los 12 años un niño paquistaní de nombre Iqbal Masih, quien a los 4 años fue vendido por su padre a un fabricante de alfombras como pago de una deuda. Desde ese momento trabajó 12 horas al día hasta los 10 años cuando consiguió su libertad, desde ese momento se transformó en un activo luchador contra la esclavitud infantil hasta que fue asesinado mientras montaba su bicicleta. En su memoria, las Naciones Unidas declaró el 16 de abril “Día internacional contra la Esclavitud Infantil”.
La UNICEF estima que hay 246 millones de niños esclavizados en el mundo y un 70% de ellos trabajando en condiciones peligrosas. Informes internacionales dicen que 1,2 millones son víctimas de trata; 5,7 millones son víctimas de la servidumbre por deuda u otras formas de esclavitud; 1,8 millones son víctimas de la prostitución o la pornografía y unos 300.000 son reclutados como niños soldados en diferentes conflictos armados. Desde el año 2000 ha disminuido en un tercio según la OIT, pero no es suficiente.
Esta es una realidad que al parecer nos resistimos a ver, además se encuentra muy poco visibilizada, quizás por ignorancia o por ser más cómodo mirar hacia otro lado. Al igual que la “Caverna de Platón” muchos prefieren seguir en su interior y vivir mirando sombras.
Un producto indeseado del modelo económico es la desigualdad y los grandes empresarios en su afán de producir a un menor costo, recurren a la esclavitud y aquí la niñez de los países pobres es la primera víctima de la explotación. Por ejemplo, el “Boom” de los vehículos eléctricos va a exigir mayor producción de minerales como el Coltán y con ello mayor necesidad de niños esclavos.
Deberíamos saber que muchos de los productos que consumimos y utilizamos tienen incorporada en su cadena de producción la esclavitud infantil. Su huella se encuentra en el chocolate, en las baterías de nuestros Smartphone y computadores, en nuestra ropa, en los objetos de oro, etc. Y quienes más la sufren son los niños de los países pobres del hemisferio sur. Más aún, resulta ser uno de los pilares de la economía global.
La UNICEF estima que hay 246 millones de niños esclavizados en el mundo y un 70% de ellos trabajando en condiciones peligrosas.
Para combatirla hay que ratificar los Convenios sobre trabajo infantil de la OIT, invertir en educación, protección social y por ley exigir en los productos importados un sello que diga “libre de esclavitud” y cobrar un arancel caro a los que no lo tengan, solo así podremos erradicar este flagelo y los niños por fin podrán dedicarse a ser niños.
Cuando compre un producto importado y barato, pregúntese ¿por qué es tan barato? ¿Cómo se produce? ¿Hay esclavitud en su fabricación?.
Salgamos de la caverna, debemos ser la voz de los millones de niños esclavizados que no tienen como hacer oír su voz.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
ffrias9
Canadá prohibirá importación de bienes hechos por niños o en esclavitud: una ley que debiera ser copiada en todos los países, principalmente en aquellos que se dicen defensores de los Derechos Humanos
https://periodicocorreo.com.mx/canada-prohibira-importacion-de-bienes-hechos-por-ninos-o-en-esclavitud/