Sin lugar a dudas, uno compara la situación del 2014, y puede corroborar que el precio de la bencina ha disminuido considerablemente; se escuchan frases como “Guerra del petróleo” o “Sobre oferta del oro negro” entre otras premisas, pero antes de poder concluir algo significativo, es aconsejable analizar los precios de los últimos años.
Se puede determinar que el precio del petróleo BRENT -petróleo utilizado como referencia en las bolsas europeas- ha presentado un comportamiento en ocasiones constante, con poca diferencia de precios, y en ocasiones un comportamiento volátil -diferencia alcista o bajista significativa-. La primera diferencia presentada es en el año 1990, cuyo precio se duplicó; en este contexto el alza se debe a la guerra del Golfo y la invasión de Irak.
Por asuntos económicos, la oferta del petróleo se contrae (Irak es un país productor de petróleo). Ante un mantenimiento de la demanda, los precios se alzan; finalizada la guerra del golfo, el precio vuelve a la normalidad -lo que financieramente se cataloga como una “contracción” en el precio-. El precio del petróleo se mantuvo constante hasta una nueva contracción en el año 1999, cuando diversas economías se volvieron productoras y comercializadoras de petróleo, y el aumento de una nueva oferta condujo a una disminución del precio.
No obstante, desde el año 2000 se nota un alza en los precios. Esto se debe a varios elementos: el atentado a las Torres Gemelas y la invasión de Estados Unidos a Irak. Así, el 3 de julio de 2008, el precio alcanzó su valor máximo de US$145 dólares (producto de la crisis SUBPRIME). Luego, por asuntos de la estabilización económica, bajó considerablemente en el año 2009. En el último año, hemos presenciado que el precio ha vuelto a bajar y esto se debe a diversas variables.
Primero, el exceso de oferta por parte de la OPEP. Más del 40% de la producción del “oro negro” y más del 80% de las reservas, pertenecen a la OPEP (Organización de Países exportadores de petróleo). La OPEP es un ente que reúne a los países con mayor producción de petróleo, y por ende, sus decisiones influyen considerablemente en el establecimiento del precio de este commodity. Este ente posee una producción de 30,4 millones (según datos registrados hasta diciembre de 2014), cantidad que los países importadores de petróleo -entre estos, Chile- no demandan la oferta propuesta. Por conclusión, si existe mayor oferta que demanda, el precio de mercado debiese disminuir (y la OPEP no tiene intención de disminuir la cantidad a producir).
Mi pronóstico, y sustentado en los datos mencionados, es que el precio del petróleo debería bajar, llegar a 42 dólares -por barril- el petróleo americano y 50 dólares el petróleo europeo.
Luego, al aumento de producción nacional en Estados Unidos, en reemplazo de compras al extranjero. Estados Unidos posee yacimientos propios; al año 2006, su dependencia de petróleo extranjero era del 61% aproximado; y a la fecha su dependencia es menor al 30%, por lo cual los países exportadores venden menores cantidades que años anteriores.
También, el cambio a otros tipos de energías. Basta con visualizar el entorno contingente, y se puede apreciar nuevas energías (eólica o eléctrica, entre otras); nuevas materias primas (como litio o bario); para concluir que la disminución de la demanda se aprecia ante productos alternativos.
En conclusión, puedo comentar que en estos meses hemos visto alzas en el precio, pero estas no son nada más que pequeñas contracciones o fases de estabilizaciones de la economía. Mi pronóstico, y sustentado en los datos mencionados, es que el precio del petróleo debería bajar, llegar a 42 dólares -por barril- el petróleo americano y 50 dólares el petróleo europeo.
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