En el año 2010 existían en Chile apenas 346 comunas distribuidas en 54 provincias, lo que significa que, en promedio, una comuna corresponde aproximadamente a unos 6000 habitantes. Esta cifra está muy por encima de la misma relación existente en países desarrollados, donde los actores locales son estimulados -entre otros- por la existencia de una verdadera malla inferior de niveles de representación local. En Francia, por ejemplo, la relación es de una comuna por cada 2000 habitantes, mientras en Suecia es de un municipio por cada 3000 habitantes. En Francia no existen sectores rurales que no tengan un chef lieu (algo así como «Jefe de Ciudad») como centro comunal (algunas Comunas no tienen más de 100 habitantes).
Son localidades olvidadas por el municipio de la ciudad distante, de la cual dependen para todo lo que no pueden resolver los habitantes por ellos mismos. Por eso yo las llamo “sociedades locales minusválidas”.
La vida de múltiples localidades que vegetan a 20, 30 o más kilómetros de la ciudad de la cual dependen, es difícil que se dinamice si no se les acuerda un estatuto de comuna. Son localidades olvidadas por el municipio de la ciudad distante, de la cual dependen para todo lo que no pueden resolver los habitantes por ellos mismos. Por eso yo las llamo “sociedades locales minusválidas”. Dos casos bien significativos me tocó visitar a comienzos de este año: Quinchamalí en la provincia de Chillán y Monte Verde en la provincia de Llanquihue.
El caso de Quinchamalí.
Esta localidad que está a 30 km de Chillán, en el año 2002 tenia 1.314 habitantes, distribuidos en 519 viviendas. Los hombres son mayormente trabajadores del campo, y mientras que algunas mujeres de edad intermedia y avanzada siguen practicando la artesanía, las mujeres jóvenes prefieren partir a emplearse en Chillán o en otra parte. Como manera de ayudarse entre ellas y de ganar un peso más con la venta de sus artesanías de greda negra, las mujeres crearon hace algunos años la única organización existente en la localidad: la “Unión de Artesanos (as) en Greda”, única organización existente. Pero no tienen ningún proyecto estratégico, ¿cómo lo habría en la situación actual, cuando los jóvenes no se interesan en el aprendizaje?
Conclusión: hay, por un lado, la propaganda institucional y de las agencias turísticas, unida a las exposiciones de la artesanía local que se realizan en Santiago, en Chillán y en otras ciudades importantes, y, por otro lado, la triste y rutinaria realidad de las artesanas y del conjunto de la población local. La actividad artesanal no tiene asegurada ningún futuro por ausencia de incentivos y de ayuda para el desarrollo local. No hay ningún proceso de innovación en marcha que pueda contribuir a hacer ganar en calidad y fineza, al mismo tiempo que en diversificar y valorizar los productos en greda negra. Nada que retenga a los jóvenes en el área de Quinchamalí. Ningún salón de exposiciones, ningún taller de aprendizaje. Para decirlo claramente: la ciudad de Chillán de cuya Comuna dependen Quinchamalí y una periferia rural situada a 30 kms, se desinteresa completamente de la suerte de los habitantes de ese extenso territorio.
El caso de Monte Verde.
Es el más antiguo sitio del poblamiento americano descubierto hace 30 años en una localidad rural que está a 30 km de Puerto Montt. Desde esa época se habla de un Museo que permitiría exponer los restos encontrados y los que se siguen encontrando. El tiempo ha pasado “entre la desidia de las autoridades y la ignorancia del público chileno”. La comuna de Puerto Montt dice que asume la responsabilidad del proyecto de museo y que lo crearía en la zona portuaria. Para mostrar que efectivamente Puerto Montt se interesa por ese rescate patrimonial, la municipalidad ha organizado visitas gratuitas al sitio arqueológico.
Si hubiera existido un estatuto de comuna para esa periferia rural donde hay localidades como Las Quemas (5800 habitantes), el Gato (con 1800 habitantes) y otras, seguramente que sus autoridades y los habitantes locales habrían asumido el tema del sitio arqueológico de otra manera, habrían apreciado su aspecto patrimonial, lo habrían concebido como un recurso providencial para el desarrollo de todo ese territorio rural. Porque el famoso museo debería crearse in situ, porque el proyecto debería ir mas allá que la exposición de piezas y documentos en un sitio cerrado, sino que debería extenderse por la superficie de los terrenos próximos de las excavaciones creando todo un hábitat primitivo con una simulación de las condiciones ambientales y las características de los campamentos de esos primeros ocupantes del territorio americano. Así, la atracción creada con esas infraestructuras permitiría la entrada en juego de muchos factores y actores económicos, transformando esa periferia rural en un territorio de modernización basada en el turismo patrimonial. Crear un museo en Puerto Montt aparece como una aberración y como algo completamente fuera de su contexto geográfico físico y humano.
Comentarios
03 de octubre
Super inteligente el comentario. Hagamos una nueva municipalidad, con alcalde, 6 concejales. todo con oficinas, celular y secretarias.
Luego tenemos a los directores de Aseo, Ornato, Obras Municipales, Finanzas, Legal, como lo mínimo para funcionar. Todos con su respectivo subrogante, secretarias, personal y oficinas. Y luego als corporaciones de salud y educación. Y mcho más.
En ese pueblito de Quinchamalí, con 1300 habitantes, unos 600 trabajarían para la municipalidad. Los otros, vivirían de ellos. Sin nada que producir, serían mantenidos por los fondos regionales de desarrollo. ¡El sueño de la izquierda, ser mantenidos por los impuestos de terceros, para siempre!!
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03 de octubre
En Francia tiene un problema tremendo por tener tantas comunas y lo único que quieren es intentar fusionar.
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03 de octubre
Entiendo que los problemas locales se resuelven desde lo local, y en este punto en Chile debe entregarse más poder de decisión a los municipios, sacándoselo al poder central y los ministerios, que normalmente no logran hacer una gestión eficiente porque los proyectos que normalmente son multisectoriales requieren coordinaciones multiministeriales. Yo esperaría que aterrizando la gestión a nivel local las coordinaciones mejorarían. Ahora esta «localización» no puede ser infinita, y claramente muchas funciones debieran caminar por la integración de las comunas y no por su división. Esto es claro para las zonas metropolitanas, donde una buena gestión necesita un alcalde mayor. El servicio de aseo, la planificación territorial, la movilidad, el espacio público, etc., son temas que deben manejarse centralizadamente en cada metrópoli, y no convertirse en temas de pugna entre municipios vecinos. Para otras temáticas como la del artículo, opino que debiera haber también delegación de responsabilidades y recursos para localidades menores, sin que ello implique una comuna separada.
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08 de octubre
Pero bueno, lo importante mas allá de Monte Verde o de Quinchamali, creo que es abrir un intercambio de ideas sereno y lo mas aterrizado posible, pensando sobre todo en la aproximación del poder a la población, para ver como mejorar las cosas en el futuro. Claro, si miramos las cosas desde nuestra experiencia personal y desde el contexto en que nos ha tocado vivir es decir navegando en el mar burocrático chileno, no se puede concebir la vida municipal sin burocracia, asesores y Pladecos, etc. . No se puede concebir que la acción colectiva direccionada por la autoridad representativa de proximidad pueda eximirse de una extensa burocracia. El tipo de municipalidad o Comuna que yo pienso debería multiplicarse en el país a nivel local para animar a la gente a asumirse a si mismos, a no esperarlo todo del Estado, tiene otro perfil : en el caso de una pequeña municipalidad por crear, pensemos por ejemplo en Las Quemas: un Consejo Municipal de representación popular con su alcalde, subvencionado o pagado modestamente, con un Consejero adjunto ( talvez también subvencionado), una secretaria y un empleado para distintas tareas. Estas autoridades no necesitan funcionar en la municipalidad sino dos o tres días por semana, el alcalde y su su ajunto se ocupan de la municipalidad pero continúan con su actividad profesional. Lo importante es que haya una institución oficial de proximidad (una autoridad representativa) que mueva a la gente a tomar iniciativas de interés para la comunidad, que despierte el entusiasmo por las acciones comunes (mingas, si se quieres), que organice comités para esto o aquello, que discuta como autoridad con los niveles administrativos, que se proponga proyectos y los negocie con el sector privado o con el sector estatal…Se puede concebir que una secretaria funciona también en la semana con otra municipalidad vecina, pero esto supone que no basta con la creación de mas comunas sino que hay que crear al mismo tiempo las condiciones para la inter-comunalidad con vista a llevar a cabo proyectos importantes que necesitan la reunión de fuerzas y utilizar lo mejor posible los recursos disponibles. Quiere decir que habría que legislar también para abrir la viabilidad de la intercomunalidad, cosa que por ahora, incluso para las grandes municipalidades, es imposible por ley.
Claro, la multiplicación de Comunas no es posible sin transformar todo el sistema de gestión territorial actual, lo cual significa que el Estado chileno decide tomar en serio la lucha por terminar con el centralismo. Y aquí llegamos al meollo de la problemática actual: ?Como terminar con el sistema centralista actual ? La Regionalización mas que una solución a la descentralizacion ha sido mas bien la manera de eludir el problema central, la posibilidad de la elección del Intendente regional, proyecto en discusión por el actual gobierno, es presentado como un gran avance pero es seguro que sera otra manera de escamotear lo esencial. En las condiciones políticas actuales me parece que el proceso de descentralizacion que demandan las regiones va a ser súper lento y lo mas probable imposible. Creo que mi propuesta no podría avanzar sin un proyecto de «refundación de la República».