Nada puede ser más cierto en este 2017, como que las regiones necesitan con urgencia una representación más honesta y de acuerdo con los valores que profesan las comunidades que los eligen. Hasta ahora, senadores y diputados, más que defender las regiones y proyectar sus intereses en leyes, se han dedicado a defender sus intereses personales y de los partidos políticos y de las empresas que son afines a sus objetivos. Esta realidad innegable, ha estado perjudicando seriamente la proyección del mundo regional, porque es falto de sentido común y de ética de trabajo y falto de un verdadero sentido público de acuerdo con lo que representan. «En la actualidad no existen lideranzas capaces de unir al país en torno a un objetivo y formatear la estructura productiva, industrial, social y cultural del país, en pos de regiones propias y con poder de decisión»
La gran batalla que se está dando desde las regiones, esta en sentido inverso de lo que busca la globalización y en contrasentido de los intereses corporativos, que pretenden intervenir las regiones para usufructuar de sus riquezas naturales sin respeto alguno por sus intereses y formas de vida. En la actualidad salvar la identidad cultural y productiva de las regiones, se ha transformado en uno de los grandes objetivos de los habitantes regionales, porque se ha entendido que nada es mejor para hacerlos prevalecer, que defender el entorno escénico, ambiental, cultural y social; parte inherente de la forma de hacer de las comunidades regionales. Los intereses corporativos han creado tal dicotomía entre las comunidades, representantes y administradores, que se ha desarrollado una disfunción que terminará por destruir la proyección cultural y productiva si no se toman decisiones fuertes en contrasentido.
La intención por dotar de independencia cultural, productiva y social a las regiones, se viene dando desde hace tiempo. Sucedió en Magallanes, cuando quisieron subir las tarifas del gas natural y se descubrió que la idea del gobierno de la Alianza Por Chile, era transformar la matriz energética de la región austral a carbón, extraído desde Isla Riesco, donde opera Mina Invierno del grupo Copec, que es la mina más grande del planeta a tajo abierto y transformado en un ejemplo de aberración ambiental planetaria, extrayendo un carbón de pésima calidad. La comunidad de Freirina se alzó en contra de los intereses corporativos, que querían construir en las inmediaciones del pueblo, la chancheria más grande del planeta. Aysén desde hace décadas está en batalla en contra de grandes transnacionales como ENEL Italia, que quiere intervenir sus dos ríos más emblemáticos (Baker y Pascua) para construir cinco grandes represas para vender energía a países limítrofes como Argentina y Perú. Chiloé, está en franca rebeldía en contra de las salmoneras y del mismo gobierno, que han contaminado su mar interior y han puesto en peligro su proyección de futuro.
En la Araucanía, las comunidades Mapuches han levantado la voz por sus derechos ante la intervención de las grandes forestales. En el norte grande, las comunidades hace rato que sufren las consecuencias de lo que significa convivir con las grandes mineras y sus contaminantes pozos de relaves, que han contaminado el entorno y enfermado a la población y además, han utilizado las napas subterráneas clandestinamente, dejando a las comunidades sin el vital elemento. En la región Metropolitana, la ciudadanía está empezando a vivir en carne propia, lo que es estar bajo el dominio de grandes transnacionales extranjeras, que se han apoderado del agua, alcantarillado, energía, comunicaciones, carreteras, educación y salud, entregando un servicio de mala calidad, caro y atentatorio contra la calidad de vida y el medio ambiente.
Muchos liderazgos regionales de gran proyección, son obstruidos estratégicamente por el centralismo y sus intereses creados con el mundo corporativo. Cuando aparecen líderanzas, inmediatamente los partidos políticos y los intereses de las corporaciones, los transforman en títeres de sus intereses y los llevan a traicionar lo que siempre han defendido, por la comodidad de un puesto bien remunerado en el gobierno regional o por una candidatura a cualquier cosa. La falta de un regionalismo armónico, positivo y con sentido propio se hace necesario si queremos un país con objetivos claros y con proyección de futuro. La intervención de las regiones por intereses externos, han hecho que los liderazgos regionales naturales, estén ocultos por la imposición de los que trabajan por intereses foráneos, que al final terminan prevaleciendo por sobre los intereses regionales.
Hace tiempo que el problema de los liderazgos se ha transformado en una preocupación que no se ha podido resolver en Chile y más aún en el mundo regional. Entendiéndose que las lideranzas muchas veces atraen lo indeseable y los que las profesan, necesitan consistencia para dejarlos pasar, que muchas veces terminan trastornando el comportamiento político de las regiones hacia sus propios intereses, con lideranzas que representan intereses oscuros y no de la región en su conjunto
En la actualidad no existen lideranzas capaces de unir al país en torno a un objetivo y formatear la estructura productiva, industrial, social y cultural del país, en pos de regiones propias y con poder de decisión. Falta que se hace notar y sobre todo en las regiones limítrofes. El gran desafío que le tocará enfrentar en los años venideros a los que llegen a la Moneda, es hacer que las lideranzas entiendan el respeto que se les debe a las regiones y entender, que olvidando los intereses regionales, no logran proyectar el futuro, con la capacidad de entregarle a la ciudadanía la ansiada sustentabilidad.
Comentarios
25 de julio
A todo eso, se suma el manejo comunicacional. Sólo se destapan problemas cuando la olla está hirviendo demasiado y la cocina está toda salpicada. Las fiscalizaciones son pocas efectivas. Los problemas se ocultan, como pasa en Til Til, comuna que sirve como lugar de desechos tóxicos y que una vez más se ve enfrentada a una lucha social que busca evitar la instalación de una planta contaminante. Al Alcalde no lo apoyan los senadores de su zona y tampoco su presidenciable.
Yo estimo, creo o pienso que los problemas que tenemos deben ser analizados a la luz pública. Significa identificarlos, registrarlos y comenzar un tratamiento sistémico, pero, como se sabe la institucionalidad existente no ha podido o querido hacerlo, por lo tanto, esa institucionalidad se estima que no hará lo que debe en el futuro próximo, porque es insuficiente.
La herramienta que se necesita es una Cámara Ciudadana Digital. En ella se podría cuantificar y calificar lo que sucede para luego proceder a priorizar lo que sea más común a todos de resolver. Sin embargo, la ciudadanía cuando ha pedido algo, pide otras, y no solicita una herramienta para resolver problemas como lo sería la Cámara Ciudadana Digital.
A pesar de esto, se puede simular su funcionamiento de forma independiente para tener el apoyo de las alcaldías y luego hacer que el Gobierno la incorpore a la Constitución, pero, los líderes que tiene el pueblo aún no han dado con esta puerta abierta y sin vigilantes…
+1
25 de julio
Dejé un comentario que no está visible…
0