Desde que entré a la educación en Chile, he estado en el colegio San Francisco Javier de Puerto Montt. Durante varios años este colegio me ha enseñado a ver la realidad y salir de mi zona de confort, de mis comodidades, en fin, de mi burbuja. Creí que lo hacía con diversas actividades, pero nunca antes como en una experiencia de campamento en Carelmapu, durante una semana entera, que me hizo entender qué es realmente salir de mi esfera y ver la realidad: Semana de la Solidaridad (SEMASOL). Realizada por la CVX secundaria del Colegio. En ella se nos invitó a trabajar en los hogares de la gente más necesitada de aquella pequeña localidad.
Poco a poco logré conocer a la familia de la “Tía Elda». Una familia de escasos recursos que estaban en esta situación, no por su culpa, ni tampoco por la típica frase estúpida que se dice “son pobres porque son flojos”, sino que porque a ellos les tocó estar ahí, nacieron en esa cuna. Al parecer, la pobreza en Chile es una cultura.
El día en que me dirigía a aquella casa, entusiasmado en ayudar a dicha familia, al entrar se me vino el mundo abajo. En una zona elevada del sector con un terreno desigual, empecé a mirar por donde pisaba. El frío dentro de aquella casa era inmenso. Se podían sentir las brisas que entraban por el suelo. Había hoyos en las tablas que variaban en tamaño, pero había algunas concavidades suficientemente grandes como para que entre un pie y caer. Esto me devastó. Me pregunté cómo es posible que alrededor de 6 personas vivan hacinadas en esa condición, y, a la vez, sentí algo de alegría de que yo iba a ser la persona que pueda solucionar, en parte, ese problema.
Poco a poco logré conocer a la familia de la “Tía Elda». Una familia de escasos recursos que estaban en esta situación, no por su culpa, ni tampoco por la típica frase estúpida que se dice “son pobres porque son flojos”, sino que porque a ellos les tocó estar ahí, nacieron en esa cuna. Al parecer, la pobreza en Chile es una cultura.
Es obvio que esta experiencia no va a hacer que ellos salgan de la pobreza. No es nada más que un maquillaje, hecha para darle un hogar más digno. Es sólo una medida asistencialista, para un problema en donde el Estado no se quiere hacer cargo.
Era impresionante como la “Tía Elda» lograba sobrevivir el mes, junto a su esposo, con tan sólo 120.000 mil pesos, con los que tenía que cubrir su vivienda, comida para 6 personas, educación, higiene, etc.
Trabajó como manipuladora de alimentos en las escuelas hasta cierto año en el que el Estado puso como requisito haber cursado 4° Medio para ejercer este trabajo. Lamentablemente, la “tía” Elda sólo llegó hasta 6° Básico. Su esposo, trabaja en el campo haciendo varas, y gana, con mucho esfuerzo, 300 pesos por vara hecha (descontando todos los gastos de transportes y energía utilizada como la electricidad para la motosierra).
Ni siquiera el Gobierno local se encarga de aplicar el Plan Regulador Comunal, como podemos ver en el caso de la “Tía Elda», en donde su casa estaba construida a una altura sobre el suelo con un terreno totalmente discontinuo. Yo me pregunto ¿qué hace el Ministerio de Vivienda y Urbanismo con este tipo de casas, las cuales muchas de ellas no están en condiciones de ser habitadas?
Podemos ver casos similares en nuestra propia ciudad, Puerto Montt. En las laderas se erradica gente, y se ofrece como solución una postulación para subsidio, pero ¿dónde van a vivir después de la erradicación, si no es en aquel lugar? ¿En la calle, en el Hogar de Cristo?
A mi parecer, postular a un subsidio para una casa no es una solución. Ni tampoco es la solución que sean ayudados por una ONG.
Lo más doloroso de todo es que la “Tía Elda» me dijo: “Siempre hay alguien que tiene menos que uno”.
Al parecer, somos nosotros quienes debemos tomar la batuta y decidir ayudar a nuestro prójimo.
Toda ayuda es bien recibida, pero me gustaría que algún día, fundaciones como El Hogar de Cristo, Techo, Fundación Las Rosas, entre muchas otras más, desaparezcan. Porque funcionan para parchar urgencias en las que debería ser el Estado quien las solucione.
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Foto: Puertomontt
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VBS1997
La invitación está hecha. Es hora de que desde la iniciativa propia hasta la acción del Estado se puedan dar soluciones definitivas para familias que viven realidades como el testimonio que se deja. En ese sentido es importante que la juventud esté al tanto de que se sepa la realidad que muchos chilenos comparten, para que quienes se sientan llamados a la acción lo hagan y que más adelante sean ciudadanos con una conciencia formada respecto a este tema (y ojalá futuros actores del sector político tengan esta conciencia real por la pobreza y la marginación social. Testimonios como este ayudan a avanzar en ese sentido.
valeria ferrada
Muy ciertas y conmovedoras palabras que dejan al descubierto la fuerte realidad que viven parte importante de nuestros compatriotas ,y fuerte es pensar esto , por que y como es que se produce tanta polaridad en este país , por que existen estas realidades tan distintas entre chilenos si vivimos en el mismo país …¿? Bueno sería y como decías tu ver al gobierno actuar y no sólo con medidas de urgencia si no con soluciones reales que saquen a estos chilenos de esa condición de vida y que a su vez se implementen mas oportunidades de surgimiento para una mejor realización personal
Javier marcial Pérez Gómez
Es una historia de miles en este país, lo del hogar de Cristo, las rosas y demás instituciones es una realidad que sin duda reflejan la actitud política, más allá de los gobiernos de turno, así como la teleton, que no está de más poner en una lista similar, espero la vocación por la justicia siga siendo lo que usted ejerza señor, y que muchas familias, como yo en este momento podamos contar con ese espíritu de solidaridad y envestidura, conocí a muchos estudiantes de leyes en Chile y médicos y siempre les critique que eran los que más protestaban mientras estudiaban y tras el título olvidaban todas sus consignas, ayer revolucionario hoy empresario. Espero encontrar más trabajos como este y ofrezco lo que pudiese aportar a usted y al sector más permeable a las injusticias, para brindar ideas y no simples y banas críticas retóricas,, se que es una carrera muy complicada sobretodo si se quiere ascender, pues las cúpulas de ls ley son el verdadero brazo de poder y no es nada fácil llegar ahí para poder generar verdaderos cambios. Atte Bela Faró. Javier Pérez
Gladys
Es triste darse cuenta así de golpe que existe una realidad que está mas cerca de lo que imaginas. Espero que esta experiencia y muchas otras te sirva para hacerte un hombre mas humano.-
te amo hijo