Aysén ha sido desde siempre un territorio que, desde los inicios de su colonización, nunca se le ha dado la prioridad que se merece en políticas de desarrollo por el estado de Chile, forjándose, mayormente, gracias al esfuerzo de muchos hombres a principios del siglo pasado, atraídos por la esperanza de conquista del tan ansiado bienestar, de un sueño abierto a fuerza de puras intenciones, para conseguir un futuro para ellos y sus familias. Esto dio origen a una nueva cultura y una nueva manera de vivir muy diferente al resto del país. “Aysén territorio de inviernos largos y de veranos cortos, de hombres y mujeres que no tenían nada y lo querían todo”.
A los días de hoy, a pesar de los años pasados, poco ha cambiado la manera de ver y de sentir el territorio por los nuevos contingentes que han llegado a radicarse a la región. Las mismas premisas con la cual se dio inicio a la colonización en los inicios del siglo pasado, se pueden considerar tan valederas, verdaderas y vigentes como antaño, solo que adaptadas a nuestros tiempos. Los nuevos contingentes llegan en la búsqueda de una mejor calidad de vida, reconociendo lo especial del territorio y su importancia vital como reserva de vida a nivel planetario y en eso se ha sustentado la región en los últimos veinte años.
Pocos son los que recorren Aysén y no quedan maravillados por lo que ven, sobre todo por lo que sienten en sus corazones al internarse por nuestros tan especiales parajes, de algo difícil de explicar en simples palabras, que solo se puede entender a cabalidad viviéndolo, resumiéndolo como una mística que seduce y se introduce en el alma de todos aquellos que nos visitan, cambiando definitivamente la manera de ver y de sentir la vida, modificando los parámetros con que hasta ese entonces pensabas estaban vigentes, abriéndonos un mundo diferente. Creando una necesidad que no sabías que tenías, pero que siempre estuvo, solo que no sabías reconocerlo. Aysén re ordena las prioridades, refresca las sensaciones y genera un motivo de vida, incorporándote al territorio como parte importante, permitiéndote ser uno más y en eso tan simple pero tan diverso está el verdadero sentimiento de lo que representa Aysén y su proyección de vida como territorio de excepción.
Para quienes nos interesamos por los temas sociales y de desarrollo, choca la actitud del estado chileno ante la región, que desarrolla políticas de desarrollo poco claras en relación con la región, sin capacidad de entender lo que proyectamos y lo que significa Aysén como icono mundial medio ambiental. Malas decisiones del pasado han producido un vacío importante en temas de sociales de desarrollo y hemos sufrido invariablemente la pérdida de años importantes imbuidos en una gestión que no ha sabido comprender la esencia cultural e histórica de lo que representamos y no duda en sacrificar las comunidades por implantar un modelo que se sustenta en el crecimiento, cuando en verdad lo que necesitamos es desarrollo que es algo muy diferente a crecimiento, generando un importante desbalance de las prioridades y del verdadero camino que debemos seguir para lograr la tan ansiada sustentabilidad.
Aysén es mucho más que salvar bosques, montañas, ríos, glaciares o de ser un producto con el cual podemos lucrar y generar ganancias a como de lugar, sacrificando sin más lo que representa el verdadero punto de inflexión que nos entrega la región. Aysén es una forma de hacer, un estilo de vida, una forma de proyectarse ante la vida y de relacionarse con el medio ambiente, tanto económico, social y cultural, que no podemos darnos el lujo de perderlo por malas decisiones. La justicia social va de la mano de la justicia ambiental. Lados son partes importantes de un todo que deben respetarse.
El éxito y la viabilidad de una estrategia de desarrollo coherente, sustentable y con sentido común, se basa en que no podemos confundir medios con fines, el crecimiento económico en ningún caso se puede confundir con desarrollo y solo constituye un mecanismo en pos de un objetivo: lograr una estrategia para lograr mejorar el bien estar de los hombres y mujeres que viven en la región, permitiéndonos la expansión de las alternativas de decisión, posibilitando nuestra autonomía económica, social y cultural, de acuerdo con nuestra propia realidad e identidad cultural. No podemos pretender sacrificar nuestras comunidades y sus culturas por el beneficio de otras. El respeto bajo el alero del desarrollo sustentable es primordial en cualquier sociedad que se respete a si misma.
Hoy vivir en Aysén es luchar por mantener un desarrollo consecuente y armónico con el medio ambiente, que permita las comunidades el acceso a un formato con justicia ambiental y social, que los haga factibles y sustentables en el tiempo presente y futuro, permitiendo a las nuevas generaciones cumplir con el legado ancestral heredado de los primeros colonos para mantener el territorio y preservarlo.
Vivir en Aysén es luchar por impedir la llegada de cualquier transnacional que no cumpla con los requisitos exigibles a un país que es miembro de la OCDE y no permitir nos vean como objeto de lucro y moneda de cambio, del cual se debe estrujar para sacarnos nuestra esencia, sin respeto por lo que somos y por lo representamos como cultura, sin importarles nuestros anhelos y la proyección histórica por el cual abogamos como cultura y forma de hacer.
Vivir en Aysén es tener la capacidad de generar conductas y decisiones políticas, ciudadanas y empresariales, que se sustenten en la ética, la moral y las buenas costumbres, sobre todo entendiendo el sentido común en la búsqueda de la consecuencia de la solidaridad humana, defendiendo los valores y la preservación del patrimonio ambiental, histórico, cultural y natural de Aysén.
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17 de marzo
Bueno los datos reales indican lo que vemos: que mientras mas nos alejamos del modelo neoliberal vemos que las diferencias se pronuncian y el país se endeuda para disimular el retorno a la pobreza que había antes de aplicar el modelo. Una de las grandes virtudes del modelo fue hacer crecer el ingreso de los pobres mas que lo que hizo crecer el ingreso de los ricos. Antes del modelo había un grupúsculo muy pequeño con acceso a tener los bienes y servicios, después de aplicarlo prácticamente todos tenían acceso a las mismas cosas. Al aplicar el modelos las grandes diferencias sólo se limitan en la cantidad de dinero en las billeteras producidas por el aumento de los ingresos, dejó de existir esa perturbadora injusticia social que había antes donde la gran mayoría ciudadana veía que solo un grupúsculo tenia acceso a casas, autos, viajes, salud, educación, etc etc.. mientras el resto se privaba de eso y vivía en la desnutrición, mortalidad infantil, y en una pobreza que ahora resulta casi indescriptible.
Saludos
17 de marzo
Jose Luis, en parte concuerdo, lo que me complica es que despues de tantos años seguimos estancados donde mismo.
Saludos y agradecido por tomarse la molestia de debatir.
Andrés Gillmore
18 de marzo
Nose a que te refieres con estancados donde mismo, pero obviemente si abandonamos el modelo de desarrollo volvemos donde estabamos ante de adoptarlo. Lo importante no es si estamos o no estamos donde mismo sino que tomar con determinación el camino que nos lleva donde queremos estar.
18 de marzo
Estimado,Chile no se ha desarrollado y no existe tal modelo, ha crecido, que es algo totalmente diferente.
Crecer es cuando a las empresas les va bien y basta con ver los rendimientos de la banca, las afp, el retail, etc y etc para ver como han crecido.
Desarrollarse es cuando un país tiene la capacidad de entregar a sus ciudadanos buena educación, salud, jubilaciones justas, un entorno libre de contaminación, una constitución de acuerdo con las necesidades actuales, un transporte público de calidad y sobre todo políticos honestos y un Congreso ético. Y en Chile nos falta todavía para eso.
Andrés Gillmore
21 de marzo
Bueno, en realidad yo hablo del desrrollo económico, obviamente hay muchas otras dimensiones, pero es la que financia el resto de ellas porque no se me ocurre alguna que no necesite financiamiento.
18 de marzo
Pienso que es un problema de diagnóstico, y la visión puede ser al revés, porque lo que se ve es un estado falto de ideas, es cierto, incompetente, pero para crear riqueza, para ayudar a impulsar ideas y para autogestionarse, requiere muchos recursos que pagamos todos muy caro como Ud. lo expone con el IVA. Desde Aysén todo debe verse peor, y algunas ideas que escribe son ciertas, reales, pero se nota lamentablente que estan tintado con carga ideológica, y es fatalmente lo que nos ocurre, no tenemos diagnósticos reales, solo discursos políticos.
17 de marzo
Bueno los datos reales indican lo que vemos: que mientras mas nos alejamos del modelo neoliberal vemos que las diferencias se pronuncian y el país se endeuda para disimular el retorno a la pobreza que había antes de aplicar el modelo. Una de las grandes virtudes del modelo fue hacer crecer el ingreso de los pobres mas que lo que hizo crecer el ingreso de los ricos. Antes del modelo había un grupúsculo muy pequeño con acceso a tener los bienes y servicios, después de aplicarlo prácticamente todos tenían acceso a las mismas cosas. Al aplicar el modelos las grandes diferencias sólo se limitan en la cantidad de dinero en las billeteras producidas por el aumento de los ingresos, dejó de existir esa perturbadora injusticia social que había antes donde la gran mayoría ciudadana veía que solo un grupúsculo tenia acceso a casas, autos, viajes, salud, educación, etc etc.. mientras el resto se privaba de eso y vivía en la desnutrición, mortalidad infantil, y en una pobreza que ahora resulta casi indescriptible.
Saludos
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17 de marzo
Jose Luis, en parte concuerdo, lo que me complica es que despues de tantos años seguimos estancados donde mismo.
Saludos y agradecido por tomarse la molestia de debatir.
Andrés Gillmore
18 de marzo
Nose a que te refieres con estancados donde mismo, pero obviemente si abandonamos el modelo de desarrollo volvemos donde estabamos ante de adoptarlo. Lo importante no es si estamos o no estamos donde mismo sino que tomar con determinación el camino que nos lleva donde queremos estar.
18 de marzo
Estimado,Chile no se ha desarrollado y no existe tal modelo, ha crecido, que es algo totalmente diferente.
Crecer es cuando a las empresas les va bien y basta con ver los rendimientos de la banca, las afp, el retail, etc y etc para ver como han crecido.
Desarrollarse es cuando un país tiene la capacidad de entregar a sus ciudadanos buena educación, salud, jubilaciones justas, un entorno libre de contaminación, una constitución de acuerdo con las necesidades actuales, un transporte público de calidad y sobre todo políticos honestos y un Congreso ético. Y en Chile nos falta todavía para eso.
Andrés Gillmore
21 de marzo
Bueno, en realidad yo hablo del desrrollo económico, obviamente hay muchas otras dimensiones, pero es la que financia el resto de ellas porque no se me ocurre alguna que no necesite financiamiento.
18 de marzo
Pienso que es un problema de diagnóstico, y la visión puede ser al revés, porque lo que se ve es un estado falto de ideas, es cierto, incompetente, pero para crear riqueza, para ayudar a impulsar ideas y para autogestionarse, requiere muchos recursos que pagamos todos muy caro como Ud. lo expone con el IVA. Desde Aysén todo debe verse peor, y algunas ideas que escribe son ciertas, reales, pero se nota lamentablente que estan tintado con carga ideológica, y es fatalmente lo que nos ocurre, no tenemos diagnósticos reales, solo discursos políticos.
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