Las inequidades territoriales que persisten en el país, diagnosticadas ampliamente por organismos tales como IDER-UFRO, RIMISP y la CEPAL (entre otros); sumado a la emergencia de una ciudadanía cada vez más consciente de ello y, además, más empoderada y demandante, está tensionando la institucionalidad y la labor pública en general.
De este contexto, sumado a la acción organizada de grupos de académicos y actores de la sociedad civil en general, en torno a la búsqueda de mayor descentralización y, en general, de mejores condiciones para el desarrollo regional y local (expresado, por ejemplo, en la labor que realiza la Fundación Chile Descentralizado… Desarrollado) y a la voluntad que ha manifestado el gobierno para avanzar en tales temas, manifestado recurrentemente por la Presidenta Bachelet, se han generado diversos planteamientos respecto a la necesidad de acelerar las principales iniciativas que conforman la actual agenda de descentralización, tales como la elección directa de los intendentes, el traspaso de nuevas competencias a los gobiernos regionales y la entrega de mayores recursos tanto a ellos como a las municipalidades, entre otras.Avanzar de forma sostenida en descentralización también puede contribuir a recuperar la confianza en la clase política y en su rol, en la medida en que este se efectúa de manera más directa, pertinente y cercana a la realidad y necesidades de la ciudadanía.
De ser aprobadas estas medidas, que son apoyadas de manera transversal por todos los sectores políticos (o, al menos, así lo expresan en voz alta), permitirán generar condiciones institucionales que serán de gran utilidad para ir profundizando y consolidando la descentralización política, administrativa y financiera en los años venideros.
No obstante, la proyección de este largo y, por cierto, lento y complejo proceso de descentralización requerirá de otras condiciones para posibilitar su avance a pasos firmes. Entre ellas están las siguientes:
Ciudadanía exigente, bien informada (pero también responsable), que demande especialmente de forma colectiva involucrarse en los temas que le afectan y que, para ello, cuente con las facultades adecuadas y con información de calidad, basada más en sustentos técnicos y empíricos que en la “rumorología” y juicios livianos sin base real. Para esto, el trabajo de animación, sensibilización, debate y difusión que realizan organizaciones como la Fundación Chile Descentralizado… Desarrollado es de gran utilidad.
Más y mejor capital humano calificado, que sea pertinente a las condiciones, objetivos y retos del desarrollo de cada territorio y que, además, genere “clases creativas”, siguiendo el concepto de Richard Florida. Esto implica, por cierto, que los territorios deben contar condiciones que les permitan atraer, retener e insertar a esas personas.
Colaboración entre organismos regionales y municipales, tanto a nivel nacional como internacional (cooperación descentralizada), que permita intercambiar experiencias y capacidades técnicas y complementar recursos para la realización de acciones de mutuo interés que, por las condiciones con las que cuenta cada uno por separado y/o por las limitaciones que se planteen desde el nivel central, no podrían ser ejecutadas en la forma y/o momento en que se requieran.
Destacar y promover el aprendizaje y el aprovechamiento de experiencias exitosas que sirvan para demostrar de forma concreta los diversos beneficios que se obtienen a partir de la descentralización y, con ello, obtener más argumentos concretos para enfrentar las opiniones contrarias a este proceso.
Entregar más recursos y autonomía financiera real a los gobiernos regionales y a las municipalidades, lo que implica terminar con los excesivos celos que existen respecto al cuidado de la estabilidad macroeconómica y generar mecanismos que, de forma responsable (aprendiendo de experiencias de otros países, tales como Argentina, por ejemplo), para que los gobiernos regionales y municipalidades puedan contraer endeudamiento para iniciativas de desarrollo y generar y administrar más ingresos propios, provenientes tanto de nuevas como de fuentes actuales a las que se les podría dar ese carácter derivadas, por ejemplo, de rentas obtenidas a partir de actividades productivas realizadas en el territorio.
Asimismo, lejos de ser un juego “de suma cero”, la descentralización puede ser de gran utilidad para ampliar el poder de todos los actores políticos, dado que para su ejercicio se requiere necesariamente de reconocimiento y legitimidad ciudadana, factores a los cuales la descentralización puede ayudar a fortalecer.
En definitiva, la importancia de dar pasos firmes en este tema, está en la necesidad de desmitificar a partir de ellos las críticas y prejuicios que existen en su contra, generando de esa forma un círculo virtuoso de evidencias empíricas que puede ser de gran ayuda para apoyar la acción que realizan grupos de interés y la
Comentarios
03 de octubre
Destaco en párrafo 5°, el cómo la ciudadanía podría ser parte de discusiones vinculantes para tomar decisiones bajo una nueva institucionalidad que otorgue más autonomía a las regiones. Para que no quede solamente en herramientas para gestionar.
Saludos.
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