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La culpa es de los empresarios

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Luego del doloroso 5-0 propinado el domingo a Colo Colo, quisiera hacer un análisis, pero mirando a Colo Colo no tan solo como un equipo deportivo, sino como la sociedad anónima que es hoy, que busca generar las máximas ganancias al menor costos posible.

El mercado futbolístico en Chile es como la mayoría de los mercados existentes en Chile: estático y sin mayores sorpresas. Hay dos o tres empresas que concentran principalmente el mercado y, por ende, la elección de los consumidores. Cada cierto tiempo existe una empresa alternativa, pero que en ningún momento pone en riesgo el negocio de los grandes.

Los jóvenes (materia prima) que desean ser futbolistas eligen para probarse a estas empresas pues son las más grandes y las que mayor futuro les pueden dar. Los seleccionados son solo los mejores de Chile, lo que se demuestra en los torneos inferiores que cotidianamente ganan, e incluso a nivel internacional, como el campeonato sub17, ganado por Colo-Colo en Italia.

La exigencias mínimas que sus consumidores piden a estas empresas no son muy altas: salir campeón cada dos años, avanzar cada cuatro a cinco años en copas internacionales hasta la fase de eliminatorias para mantener viva la esperanza de un triunfo internacional. A cambio de ello, estas empresas controlan a los mejores jugadores a nivel nacional y a las futuras promesas; además, poseen un público cautivo. El público asistente al estadio no varía mucho entre un año regular y un año malo. También poseen números regulares en cuanto a publicidad. La pregunta es, entonces:

¿Cómo Colo Colo llega a estar 11 en la tabla de posiciones y perder 5-0 contra su empresa competidora?

No se comprende, suponiendo que Colo Colo es manejado por un directorio compuesto por personas en su mayoría ingenieros/empresarios, es decir, gente capacitada en el manejo de empresas. Ellos son responsables de elegir a la gente indicada, con los conocimientos para desempeñarse en las diversas áreas, una de ellas la deportiva, que es la que asegura la fidelidad de los consumidores y la prosperidad del negocio.

Un tremendo ejemplo del mal manejo de Colo Colo es el ex juvenil Sebastián Toro, un defensa que llegó a valer 5 millones de dólares, que se perdió, según explicaciones por su vida extradeportiva. ¿Cómo estos señores, encargados de administrar el dinero de Colo Colo, dejan 5 millones de dólares en un joven de 18 años de esfuerzo y origen humilde? ¿No sería más correcto colocarle a este joven un círculo de protección con distintos profesionales que lo acompañen para que siga el rumbo que por sus capacidades futbolísticas tiene deparado?

Está claro que la culpa es de los empresarios.

*Gonzalo Rodrigo Ulloa Valenzuela, hincha de Colo Colo y no de la Garra Blanca.

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Foto: Dalealbo.cl

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5 Comentarios

marceleau

marceleau

Dentro de la penosa secuencia que hemos registrado en la última década, quizás es una evidencia más de la quebrazón que ah experimentado uno de los mitos (?) fundacionales del Chile posdictadura: la eficiencia impecable de la empresa privada.

jorge1812

Me parece que hay dos dimensiones que se confunden de manera errada.

Una cosa es el club de fútbol como una empresa que busca generar ganancias al menor costo posible, en distintas áreas. Y otra es el club en tanto adhesión del hincha, que se supone debe ganar copas, ser campeón, tener buenos planteles, etc.

1) En términos estrictos, el dueño de un club, al igual que el dueño de un circo, teatro o federación de lucha libre, ofrece en un teatro (estadio) un espectáculo (un partido de fútbol). Para ello, contrata actores o artistas (futbolistas) que muestran su arte. A este espectáculo, asisten personas que quieren ver dicho entretenimiento y por el cual pagan su entrada.

Pagar la entrada para ver la lucha libre, no implica exigir que tenga que ganar tu contendor favorito. Pagas para ver la lucha, no por el resultado de la misma, que queda a criterio del dueño del luchador.

Pagar la entrada tampoco te da derecho a determinar cómo el dueño del luchador o grupo de luchadores, debe administrarlos, entrenarlos o cuidarlos. Ese derecho lo tienes si eres parte de la empresa, ya sea como dueño de acciones o algo así.

Lo que consume alguien que asiste al estadio es ir a ver el partido. No paga por los resultados del equipo en sí o que salga campeón. El que paga el entrenador es el dueño del club, no el hincha. Sí eres socio de un club que pierde, lo básico es dejar de entregarle dinero a quienes dirigen ese club, si los resultados no te satisfacen.

Pero nadie está obligado a seguir a Colo Colo u otro equipo, o ir al estadio cada domingo. Eso del público cautivo es falso.

2) En cuanto a los hinchas. La empresa, el equipo no determina qué espectáculo quieren ver los consumidores, ni que equipo eligen los consumidores para apoyar. La empresa no los tiene cautivos (excepto si destina una gran cantidad de recursos en obligar a los hinchas a ir al estadio, a sacarlos de sus camas o casa, o para lavarles el cerebro desde pequeños).

Por eso me parece que el reclamo de los hinchas hacia los dueños de un club de fútbol no tiene mucho sentido, más allá de la pasión por el equipo mismo.

De hecho, Colo Colo y cualquier equipo, aunque pierda, y salga último en la tabla, sigue siendo rentable para sus dueños, porque los hinchas siguen como fervientes feligreses, comprando cada domingo o en los días que sea, entradas al estadio, comprando camisetas, asistiendo a espectáculos relativos al club, enseñándoles el evangelio a sus hijos, etc.

El foco del negocio no es salir campeones –eso es una parte-, el foco es tener hinchas que van al estadio y comprar productos asociados al club.

La culpa es de los propios hinchas.

Saludos y paz.

gabmarin

Y las crisis anteriores de Colo Colo, antes que fuera sociedad anónima, ¿también fueron culpa de los empresarios?

Fernando Silva Rivas

Felicitaciones por el texto Gonzalo, sin embargo hay limites operativos entre el mero negocio y los estrictamente futbolistico.
En el plano empresarial no sabemos si las cuentas son malas o buenas, los contratos siguen ahí, millonarios, Cristal, Líder y otras marcas pagan mucho por la vitrina que Colo Colo representa (sin hablar de las platas de CDF) el negocio no se ve en riesgo en ningún momento. Eso vale mas que cualquier jugador del actual plantel.

Futbolisticamente el problema es la irresponsabilidad organizada. El hecho de que la estructura que rige la aplicación del código deportivo es una estructura altamente centralizada y permeada por otros códigos que no son el deportivo. El tema de los refuerzos del plantel y la promoción de juveniles mucho tiene que ver con círculos de influencia dentro y fuera del club.

En definitiva el problema es el punto ciego que se produce entre empresarios ávidos de ganancias (valor económico) y la elección de profesionales aptos para generar valor deportivo. Es un problema de tiempos, de urgencia en la creación de valores intraducibles entre si.
En mi perspectiva sistémica nadie tiene la culpa, es un embrollo autorregulado. Pero como hincha para mi la culpa la tiene el excesivo abuso del mito fundacional del colo colo moderno….que se gana con la camiseta, que tenemos la libertadores, tetracampeonatos, etc….hay que ser modestos y empezar de cero.

brandon perez

chupa la pishula coshino ql aguante el arvo canpiom!!

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