Hace sólo unos días, y tras el horrible partido disputado en Quito, comenzaron los reclamos de hinchas y la prensa contra el equipo, particularmente contra algunos jugadores y, por supuesto, ante el DT.
Hace unos años, escribía una columna titulada “La generación del cambio de mentalidad”, a días de jugar frente a Brasil en el Mundial… recuerdos que me ponen frente al televisor, de rodillas en el piso, no logrando entender ni comprender cómo el zapatazo de Pinilla había dado en el travesaño… bueno, en la mejor etapa, a mi parecer, de esta generación de la Roja.Hace unos días, éramos los más malos de Sudamérica… Hoy, Vidal nos devolvió la alegría y la esperanza.
Dos años más tarde, y con prácticamente el mismo equipo que jugaba mano a mano frente a España, Holanda y Brasil, se desdibujaba ante un Ecuador que nos hacía ver cómo un equipo lento, sin fútbol y lo peor, sin garra. Una antítesis de lo conseguido por Bielsa y Sampaoli.
Ayer, no podemos decir que todo mejoró -porque sería ser demasiado complacientes con un equipo al que se le puede exigir, porque sabemos hasta donde pueden dar- pero al menos, apareció la garra que tanto extrañamos todos, me incluyo, en el Atahualpa de Quito el jueves.
El reflejo de esa garra está en un hombre: Arturo Vidal. Como popularmente se dice en la jerga futbolística de barrio, “se echó el equipo al hombro”. Y está bien, porque es cuando deben aparecer los líderes de este equipo… lo que antes le exigíamos a Zamorano o Salas (bueno, eran los únicos que jugaban fuera de Chile en aquella generación del ´98), ahora se lo exigimos a todos, o al menos, a la columna vertebral del equipo: Bravo, Medel, Jara, Díaz, Aranguiz, Vidal, Sanchez y Vargas.
Hablar de que esta generación debe recambiarse, habla de dos situaciones que ya son parte de la cultura del hincha (si, y también de la prensa) nacional: si perdemos, matamos a ciertos jugadores sí o sí… o somos lapidarios y hablamos de una renovación (casi) total.
La primera situación, se da siempre con algunos jugadores, no con todos. Porque para eso, somos selectivos… por ejemplo, no “jubilamos” a ninguno de la columna vertebral del equipo (salvo a Jara). Pedimos la cabeza de Isla, Mena, Valdivia y de aquellos que alternan en el equipo titular.
Si somos lapidarios y hablamos de renovar el equipo, paradójicamente, se mencionan a los mismos jugadores. No hablamos de recambio para Sanchez, por ejemplo…
Eso habla de preferencias, de gustos o incluso, a nivel de la prensa, de “vacas sagradas” para ciertos comentaristas deportivos. Hay jugadores que no se tocan. Y los hinchas, recogen esa definición y la hacen propia. Los nombres, siempre se repiten.
El pasado 16 de diciembre de 2015, Jorge Sampaoli, en ese momento DT de la Roja, ya mencionaba el problema de “renovación del equipo”.
Es un tema que la selección debe abordar, más temprano que tarde, aunque ayer la obligación era ganar a toda costa… y gracias a la garra, más que al fútbol mostrado, se consiguió el objetivo.
¿Ahora? La generación actual llega sin problemas a Rusia… la dificultad viene para Qatar.
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