No tenía mucha intensión de salir de mis sopores nocturnos, pero un pequeño sonido alteró mis sentidos en medio de la oscuridad. Siempre es en la oscuridad cuando mis miedos excitantes surgen. He aprendido a vivir con ellos. Mis manos tantean el suelo en busca algo sobrenatural que me dé la esperanza de una vida eterna después de esta existencia tan absurda.
Había tenido un cierto miedo en mi interior desde hace unos meses. La sensación de ser observado desde los huecos abiertos por termitas en el techo de madera y, en ese momento, mi piel se puso de gallina y mi corazón latió con fuerza.
Para sentirme menos acobardado tomé el celular y puse un video de Erasure que había grabado en ese concierto hace unas semanas atrás. Erasure posee unas bellas melodías que puedo recomendar para llenarse de esperanza. Nietzsche tenía razón al reflexionar que sin música la vida sería un error y tomando su consejo grabe videos del concierto para tratar de evitar seguir errando y que mejor momento para escuchar a Andy Bell que al estar en una situación de miedo.La veo acercarse. Enciende la televisión con la mirada. Felina, de ojos sin compasión, llévate tu cuerpo hermoso a otro lado, le suplico.
Muchos pueden decir que el miedo solo está en nuestra mente y carencias de valores espirituales, aunque yo sabía que en la oscuridad de la noche todo tipo de criaturas deambulan buscando alimentarse del terror. Yo era una de ellas en cierta forma. Lo sabían muy bien los habitantes de pueblos antiguos en Europa 0riental y por eso usaban decenas de amuletos para protegerse de estos monstruos.
¿Puedes decirme tú que nunca has tenido esa sensación de frío en la nuca al caminar por una habitación oscura? ¿Que jamás has observado a tu perro mirar hacia un espacio vacío? Los ruidos fueron aumentando y mi mente recordó un instante del pasado donde tuve otra situación muy parecida en un viaje por un pueblo llamado por México, donde los murmullos me robaron la paz y fue tal el pánico que no pude pegar un ojo durante toda la noche.
Y ahora mis pensamientos no paran de rodar en mi mente y todos ellos siempre acaban en tu nombre; estoy seguro que debí destruir tus recuerdos de una buena vez. Todas estas ansias nocturnas todavía tienen tu sabor y olor. ¿Dónde quedaron esos momentos rosas y cursis? No sé si estuvo bien decirte toda la verdad y por eso tu fantasma es quien me sigue en estas noches lúgubres.
Me dijeron que las flores espantaban las ánimas del terror, pero yo conozco las rutas que tomas para venir a hundir tus imágenes en mis profundas ideas. ¿No te detendrás jamás? ¡No lo harás!, pues entre esos malditos libros duerme esa gata y es en ella donde tus restos viven ahora.
La veo acercarse. Enciende la televisión con la mirada. Felina, de ojos sin compasión, llévate tu cuerpo hermoso a otro lado, le suplico. La gata mira en la película de Los Simpson y los chistes malos de Homero , voltea y me dice de la forma más natural: Todavía tengo tanta hambre.
Escucho las voces en mi cabeza diciéndome que la sociedad es líquida y que estamos a la deriva en medio de la nada. Zygmunt Bauman no se equivocó y como plumas flotamos sin podernos anclar en ningún lado y, en este momento, una ola gigante golpea nuestros rostros impávidos.
El ruido cada día se acerca más y más hacia mí y faltan horas para que el sol entre por la ventana de la guardilla y queme a estos demonios que vienen por mí. Estoy seguro que al subir el volumen de la música todo estará bien y que solo es una alucinación más. Los coros celestiales me susurran que nunca me dejarán en paz y que en todos los infiernos hay un puesto para mi alma culpable. Maldito momento que traje a esta gata conmigo, no obstante, la amaba como te amé a ti.
Los ruidos desaparecen y la señora Gatubela se sube en mi pecho y con sus ojos en llamas no me dice absolutamente nada. Solo silencio. El sol salió. Será un bello día para matar de nuevo. Gatubela se saca el sombrero.
Comentarios
29 de enero
Los gatos son los reyes y reinas del internet.
0