Eliezer Wiesel, un escritor húngaro superviviente de los campos de concentración nazis y que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986, en una oportunidad indicó que “recuerdo es la palabra clave que conecta el pasado con el presente y el pasado con el futuro. Recordar significa la fe en la humanidad, en el sentido de ser un reto para la humanidad, para así darles sentido a nuestros humildes esfuerzos”.
A este respecto, fue un aporte de enorme significación el trabajo desarrollado por el Ministerio de Bienes Nacionales durante el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, expresado en una amplia política de derechos humanos orientada a la “reparación simbólica”, vinculando este desafío con la necesidad más general de preservación del patrimonio público.
Esta política fue consistente con una de las resoluciones delineadas por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, más conocida como “Comisión Rettig”: “Sería de esperar que en el plazo más prudente, la autoridad tenga a bien disponer las medidas y recursos necesarios para dar lugar a proyectos culturales y simbólicos destinados a reivindicar la memoria de las víctimas en forma individual y colectiva, estableciendo nuevas bases para la convivencia social y para una cultura más cuidadosa y respetuosa de los derechos humanos, que nos asegure que actos violatorios de tanta gravedad para la vida no serán cometidos en el futuro”.
El Informe enfatizaba que “el país requiere más que nunca de gestos y símbolos de reparación, del cultivo de nuevos valores que nos acerquen y abran perspectivas comunes”.
Hoy, el Ministerio de Bienes Nacionales se ha propuesto retomar ese camino. Con el propósito de avanzar en rescatar los vestigios de un pasado doloroso y colaborar con la construcción de un futuro de justicia. El punto de partida del trabajo en esta perspectiva fue la reciente ceremonia en la que se firmó el documento que entregó la Concesión de Uso Gratuito por 15 años del inmueble que ocupó la DINA como centro clandestino de detención, tortura y desaparición en Londres 38.
Hemos resuelto poner nuevamente énfasis institucional en el rescate de la memoria histórica del país a través de una diversidad de ejes de acción y herramientas. Uno de ellos es el relanzamiento de la Ruta Patrimonial de la Memoria, un recorrido que agrupa aquellos lugares de la Región Metropolitana que tuvieron un especial significado en la historia reciente del país, tanto porque allí se vulneraron sistemáticamente los derechos humanos como porque albergó a instituciones y espacios en los cuales se hizo una defensa consistente de ellos, entre los años 1973–1989.
Los sitios que componen esta Ruta Patrimonial de la Memoria son la expresión material y concreta de un período aciago de la historia reciente del país. El Ministerio de Bienes Nacionales, como la institución responsable de administrar el patrimonio fiscal y tener el control superior de los bienes nacionales de uso público, ha creado esta Ruta con el objetivo de contribuir al conocimiento y la reflexión acerca del valor patrimonial de la memoria de los sitios y lugares vinculados a la violación de los derechos humanos. Asimismo, asume que constituye un ámbito clave de la preservación del patrimonio público y de su historia.
El circuito se compone de lugares emblemáticos en materia de Derechos Humanos luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Entre ellos el Estadio Nacional, el Estadio Víctor Jara, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, el Palacio de La Moneda, los centros de detención Nido 20 y Londres 38, entre otros sitios. De igual forma, se resaltan sitios de gran importancia como la desaparecida Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago en Plaza de Armas, junto a la Catedral Metropolitana.
Por otra parte, se ha iniciado una consulta a las Secretarías Regionales Ministeriales de Bienes Nacionales con el objeto que propongan rutas de la memoria de alcance regional, paso previo a la creación de la Ruta Patrimonial N° 2, que estará constituida por sitios de memoria a lo largo del país.
El Ministerio de Bienes Nacionales, como la institución responsable de administrar el patrimonio fiscal y tener el control superior de los bienes nacionales de uso público, ha creado esta Ruta con el objetivo de contribuir al conocimiento y la reflexión acerca del valor patrimonial de la memoria de los sitios y lugares vinculados a la violación de los derechos humanos.
Esas acciones se complementarán con la creación de una Unidad de Derechos Humanos en el Ministerio de Bienes Nacionales y el relanzamiento de la web del Catastro de Inmuebles Fiscales utilizados por agentes del Estado durante el régimen militar, que permitirá identificar claramente –con foto, mapa y dirección– los lugares a los que por años se refirieron las víctimas del terrorismo de Estado.
Cuando la Presidenta Michelle Bachelet ha manifestado que un nuevo ciclo histórico se abre en el país, ello también supone un nuevo tiempo de diálogo, relaciones y colaboración del Gobierno de Chile con la ciudadanía. En este caso, un nuevo tiempo entre el Ministerio de Bienes Nacionales y las agrupaciones de los familiares de víctimas de la dictadura y los sobrevivientes, con la diversidad de entidades creadas por la ciudadanía para mantener en pie la memoria.
Nos proponemos contribuir a reforzar la calidad democrática e inclusiva de la institucionalidad del Estado, cuyo mandato es estar al servicio del desarrollo integral de la persona humana y, por lo tanto, garantizar la protección de sus habitantes, promoviendo la plena vigencia de los derechos humanos y fortaleciendo una cultura que los reconozca y promueva en todos los ámbitos y las dimensiones de la vida social, nacional y transgeneracional.
El Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur (IPPDH) ha sostenido, en un documento de 2012 sobre la materia, que “las políticas públicas sobre sitios de memoria pueden constituir herramientas para la construcción de una ciudadanía fundada en el principio de los derechos humanos como patrimonio común y legitimador de la comunidad política”.
Memoria y voluntad de futuro van de la mano en el momento de rescatar nuestro pasado, al momento de mirar la historia, y recorrerla material y simbólicamente. También nos abre nuevas puertas de participación ciudadana en el presente y fortalece la conciencia de trabajar, cada día que pasa, por una convivencia nacional fundada crecientemente en la paz, en el respeto a los derechos humanos y la democracia.
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Foto: Hi sashi / Licencia CC
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LINO TAPIA GONZALEZ
BIEN VICTOR , ESTUVE EN ENERO Y FEBRERO POR VARIAS CIUDADAES DE ESPAÑA , Y TODO SUCEDE, COMO QUE NUNCA HAYA EXISTIDO FRANCO , ACA NO PUEDE PASAR LOS MISMO, CUENTA CON LO QUE PUEDA HACER AQUI DESDE ARICA
ditofer
Como reconocimiento a la importancia que tuvo para Chile, tendría que ser la ruta de la Tenencia de Isla de Maipo, Cementerio de Isla de Maipo y Hornos de Lonquén, que a todo esto recibió como regalo un basural en sus espaldas durante los gobiernos de la Concertación.