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Lego Movie: todo es increíble… mente orwelliano y político

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Cuando era chica, no esperaba de las películas algo más que pasarla bien un rato. No le veía mayor profundidad a una historia, que su poder de entretener. Por ejemplo, tenía El Rey León en VHS y la veía dos, tres, seis veces a la semana. Con ocho años, no podía creer que hubiera una historia tan buena. Esas palabras, en todo caso, las pongo ahora. Hoy digo con propiedad que lo que me gustaba de El Rey León y de otras de Disney era su capacidad pulcra y talentosa de narrar. Como fuera, no esperaba nada más de ellas.
Ahora, veinte años después, espero otras cosas o leo en las películas otros mensajes. Cuando vi El Rey León de adulta, no pude creer lo nazi que era Scar, lo reaccionario del guión en términos políticos, lo pro monárquico y status quo que era el reino de Simba. Y aunque sigo llorando en la escena en que muere Mufasa, hoy disfruto mucho más mirando ésa en que las hienas marchan frente a un líder, una imagen que retrata muy bien cómo los gringos piensan el fascismo.

El fin de semana fui a ver Lego Movie y revivió todo este análisis. Se supone que la película de Lego es para niños, porque es una aventura de juguetes. Sin embargo, se trata de juguetes que viven organizados políticamente, que en el transcurso de la película se piensan como comunidad. Y ahí está el mensaje «secreto y subliminal» que los niños digieren. Uno que me agradó, menos mal.

Los primeros cinco minutos describen una distopía Lego. Un mundo que en vez de ser feliz, como diría Huxley, es increíble. El personaje principal, un obrero Lego absolutamente promedio, bien podría ser el protagonista de 1984. Se levanta por la mañana, hace ejercicio, sigue todas las instrucciones, no se cuestiona nada, «nunca ha tenido una idea original», le dirán después. Pero, cuando rompe su primera norma, cae sobre él el Policía Malo y llega a una especie de Habitación 101, donde nadie puede ser testigo de cómo, mediante la tortura, se aplasta a la disidencia. Porque Lego Movie habla de la tortura y el secuestro y los subversivos saben que eso un peligro permanente.

Como ése, hay al menos tres guiños políticos muy poderosos en la película. Uno es la crítica a la falta de crítica, a que sigamos las reglas sin pensar en por qué las seguimos, a pagar por cosas que no necesitamos y a mirar programas de televisión y escuchar música pop que nos embetunan la mente con ideas pro orden o, en realidad, ideas que nos disipan de pensar en el orden. El segundo mensaje potente es este policía malo, que como un Doctor Jekyll y Mister Hyde, tiene una doble personalidad: es un policía bueno con todos los que siguen las reglas y atienden los manuales; pero se convierte en un policía malo con quienes desobedecen, con los subversivos. Es un mismo personaje, un mismo cuerpo, pero su cabeza Lego gira y muestra el rostro amable o torturador según corresponda. Me pregunto si un niño de diez años será capaz de asimilar todo eso, qué le pasará con esa idea del policía bueno y malo que es el mismo policía. Esa idea a mí, que soy vieja, me perturba y me cuesta entender en aspectos filósoficos. Hasta ese momento, en esos primeros diez minutos, me sentía viendo Brazil en versión Lego.

Si hay algo que caracteriza a las dictaduras es su insistencia en el orden, en cambiar para que nada cambie, en no permitir la disidencia, en hacer de lo político algo suturado. Al contrario, la idea que hoy tenemos de democracia o de bien común es que todo puede ser cambiado en pos de superar los daños, en que el movimiento permanente es necesario para chequear y asegurarnos todos los días de que, en conjunto, no nos estamos aplastando unos a otros

Tercera gran idea: en el mundo Lego, los malos son los que quieren dejar todo fijo, los que quieren pegar las piezas para que el sistema Lego no pueda cambiar nunca. El símbolo de la maldad es el pegamento. Del otro lado están los buenos, los que están por la creatividad, la innovación, el cambio, la construcción diaria de algo nuevo. Los malos son los conservadores y autoritarios, mientras que los buenos son liberales y ácratas. Si hay algo que caracteriza a las dictaduras es su insistencia en el orden, en cambiar para que nada cambie, en no permitir la disidencia, en hacer de lo político algo suturado. Al contrario, la idea que hoy tenemos de democracia o de bien común es que todo puede ser cambiado en pos de superar los daños, en que el movimiento permanente es necesario para chequear y asegurarnos todos los días de que, en conjunto, no nos estamos aplastando unos a otros. Lo político es como un estanque con agua: cuando no tiene movimiento se pudre, pero cuando deja de estar quieto se renueva y tiene vida. En este caso, las piezas Lego están hechas para crear e inventar lo que nunca se ha pensado antes, algo que después puede ser desarmado y repensado otra vez. Las piezas no son elementos para unirse y sellarse con pegamento en una figura permanente. Hay una estética política en Lego Movie: cómo lo político se construye, literalmente, con piezas y ladrillos. Lo mismo pasa en la sociedad humana: los que no están incluidos en el orden, exigen que cambie, que se haga algo nuevo que los acoja a todos. Ley de matrimonio homosexual, ley de drogas, ley de voto en el extranjero, etc.

Sé que la película es un gran comercial y que ahora mismo mientras leen este texto piensan en una marca. Pero puede que lo que comenzó con una excusa, «hagamos la película de Lego», terminó siendo algo más profundo, porque el guión es inteligente, porque a partir de unas piezas de juguete se hizo una lectura sobre la vida, la organización política y la convivencia entre las personas. Una propuesta que le pega mil azotes a Toy Story, otra película con juguetes que con efectos animados parecidos está a varios kilómetros de distancia de proponer un discurso como el de Lego Movie.
Otras películas distópicas «para niños», como Hormiguitas o Bee Movie, atacan un orden totalitario, pero no explican por qué el orden vigente es incómodo o debe ser superado, muestran a los protagonistas como vanguardistas republicanos e iluminados y nada más. No hay allí un análisis que profundice y ponga en escena un debate sobre la manera en que nos organizamos como personas y cómo entendemos lo político. Ésa es la gran gracia de Lego Movie, que instala la idea del cambio permanente, de lo político como algo no fijo, y no sólo muestra como un orden se releva por otro.
Si ese contenido se mezcla con la forma, el resultado es la mejor película animada en lo que va del año. En Lego Movie, todos los efectos son bellísimos, el mundo completo está construido con pequeñas piezas sin descuidar ningún detalle: el océano, las nubes, el humo y el motion blur. Hay un respeto con el desafío de construir un universo de ladrillos. Y se logra. Lo notable es que el film no descansa en eso, sino que instala temas y a mí me dejó pensando en cómo las películas de niños en general ofrecen discursos conservadores y sexistas y suponen que el ejercicio del cine es sólo disponer de buenos efectos sin decir mucho o sin hacer pensar mucho. Eso no pasa en Lego Movie, lo que, sin duda, la hace una película que sí le hace honor a la letra de su canción principal, una propuesta donde todo es increíble.

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5 Comentarios

Jorge Maluenda

Jorge Maluenda

Me gustó tu análisis…
Supongo que la película de lego, bee movie, Antz, monster inc, – entre muchas otras por lo demás – no hacen otra cosa que lo que antes hacían los libros tipo «1984», «un mundo feliz» entre otros, como tu bien señalas: hablar de los grandes tópicos de la vida humana.
Y sí, hablan sobre temas súper necesarios y hasta uno podría llegar a pensar en buenas intensiones (educativas por ejemplo) detrás de esto, si no fuese porque se alcanza a percibir como utilizan las emociones de los niños, sus sueños, aspiraciones e ideales, para construirles una idea súper clara: Solo en el mundo de la fantasía es posible.
En fin… quizás soy pesimista, pero para mi el cine es un diseño perfecto para vivir unas horas de fantasía, y luego volver a la vida real.
Lo realmente lamentable, es que en la vida real, SI ES POSIBLE, solo que no basta con comprarte tu pop corn, tus lentes 3D y sentarte.

Saludos! Me encantó tu artículo.

pamela.q.ruiz

Buenisimo el analisis…

Pablo

Me recuerda la mentalidad UDI, DC y RN como los malos de la pelicula

vasilia

vasilia

«Otras películas distópicas “para niños”, como Hormiguitas o Bee Movie, atacan un orden totalitario, pero no explican por qué el orden vigente es incómodo o debe ser superado, muestran a los protagonistas como vanguardistas republicanos e iluminados y nada más. No hay allí un análisis que profundice y ponga en escena un debate sobre la manera en que nos organizamos como personas y cómo entendemos lo político.»

No se Bee Movie, pero Antz (Hormiguitaz) sí lo hace. Queda muy claro por qué Z se rebela contra el orden vigente: porque le dicen que tiene que hacer y que ser.

La escena clave es cuando el general Mandible esta hablando con la reina mientras a los bebes se les pone o un pico o un casco, diciendo: soldado-obrero. Por eso ese orden vigente es incomodo o debe ser superado, porque Z vive en un mundo en que no puede cuestionar ni siquiera por qué no es soldado y es obrero. Z no entiende por qué el tiene que ser obrero, por qué hay que abrir ese tunel, por qué hay que bailar de la manera que bailan todos, porque tiene que salir a pelear contra otros insectos, por que no puede ir a Insectopía o siquiera puede hablar de ello. Z se rebela contra eso, se rebela contra el conformismo de aceptar porque sí las cosas, y aun cuando al final sigue siendo el mismo Z aunque ahora con Bala a su lado, la enorme diferencia es que el eligio seguir siendo Z.

Me sorprendio que una pelicula «Hollywood» fuera tan compleja. Porque habla del conformismo social que afecta a mucha gente; habla de lo nefasto que es aceptar liderazgos blandos; habla del individualismo, porque Z es un individualista, pero tambien lo es el general Mandible; habla del colectivismo como cooperacion pero tambien como forma de sumision masiva, etc.

Es muy interesante el cómo Z se da cuenta que el problema que tiene es que ha estado tan obsesionado pensando en el que no ha escuchado a los demas. La escena genial de cuando forman la bola y vomita es muy potente en ese sentido: cuando forman la bola, Z esta pensando en el, en que se marea, en por que hay que hacer la bola; cuando hay que escapar del hormiguero que se inunda, Z piensa en los demas, piensa en como todos pueden colaborarse mutuamente para que todos puedan salvarse.

Habla tambien de lo absurdo que es creer que las cosas se solucionan por obra y magia. Es increible la idea que se tiene de Insectopía y la realidad de ese lugar. Z va creyendo que todo es mejor ahi, y se encuentra con un basurero con un monton de insectos marginales.

¿No pasa en nuestro mundo? Mira en Chile. Estas condenado a ser lo que te dicen que seas por donde naces, por donde estudiaste, por tu apellido. ¿Quien decidio eso? ¿Por qué si naces en Vitacura eres mejor que alguien nacido en Puente Alto? ¿Eres mejor por estudiar en el Verbo Divino? Fijate la forma como se ataca a quienes hablamos de Asamble Constituyente, o por reforma educacional o de reformas a la salud: de ignorantes, de no saber lo que hablamos, porque no somos de la elite, no somos de los iluminados, somos unos pobres individuos salidos de escuelita con numero. Nos impiden cuestionar las cosas, porque nacimos para no cuestionarlas. Votamos, con eso ya hicimos todo lo que se pedia de nosotros, no tenemos derecho a cuestionar a una subsecretaria de Defensa o al presidente o a las cifras que nos da el INE. Mira lo que pasa con la gente: no nos colaboramos para que todos podamos mejorar, al contrario, si nos podemos pisar en el metro lo hacemos con tal de ser primeros en entrar al vagon. Es absurdo que aceptemos viajar en metro de la manera inhumana que se ha convertido viajar en metro, solo porque somos tan individualistas que no pensamos en unirmos colectivamente para tener un sistema de transporte decente.

No me visto Lego Movie, pero Antz francamente la encuentro una pelicula fascinante.

    norman

    es una película hermosa. Me encantó. el stop motion es de mis tecnicas preferidas en películas