La idea de Lavinia Reyes de legislar sobre las Bibliotecas Públicas, es la culminación de un proceso para quienes por años hemos luchado por posicionar la biblioteca dentro de nuestras comunidades como la institución de mas relevancia. En comunidades, como la nuestra en Quemchi (Chiloé), de lugares extremos y de aislamiento, la Biblioteca cumple un rol fundamental de desarrollo e integración.
«La Biblioteca, un lugar de encuentro de la comunidad» es una idea fuerza que ha permitido que en las planificaciones del presupuesto municipal se piense con la gente y para la gente. De ahí que nazcan diferentes estrategias para poder llegar a los lugares de más difícil acceso de nuestra población insular con lectura y actividades de extensión. Todo esto permite que se conozca las deficiencias y carencias y se trate de hacer sentir a los pobladores que no por estar a millas de distancias de los centros mas poblados hemos dejado de pensar en ellos.
Si todas las comunidades pensaran que la biblioteca de su pueblo puede convertirse en un centro neurálgico, donde los sueños de los pobladores se pueden concretar, otra realidad se vería en nuestro país.Y hablo desde mi experiencia. Cuando uno se la juega, pueden pasar mil alcaldes, miles de cambios políticos, pero si hay un buen gestor que logre convencer a sus políticos de que llevar lectura por 16 años a las islas más lejanas de nuestra comunidad y vale la pena financiarlas, es un avance. Si es necesario llevar de gira cultural a los niños para que conozcan los museos, palacios y centros culturales en la capital del país; si logramos tener presupuesto para gestionar e impulsar el desarrollo de la artesanía desde las bibliotecas públicas, entonces podemos decir con propiedad que si a nuestras pequeñas localidades les ha funcionado, debería funcionar en todas. Todo ello, con una politica de Estado donde sea ley soñar para la comunidad y con la comunidad.
Para lograr mantener en el tiempo lo que hemos logrado en todos estos años, es necesario que se trabaje por un ley de biblioteca pública; de lo contrario, siempre será incierta la continuidad de los programas y los funcionarios que los realizan, porque muchas veces depende de nuestros sostenedores seguir cumpliendo con nuestros usuarios.
(*) Teolinda Higueras es Jefa de la Biblioteca Pública de Quemchi
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