Hace 20 años, averiguar cuál era la capital de Gambia o buscar la fórmula del volumen de un cono constituían en sí mismas una tarea apropiada para un escolar.
Hace 15 años, sólo si habías dedicado tu adolescencia completa a ello, podías tener una colección de música de 10,000 canciones.
Hace 10 años, hablar durante una hora con tu familia en el extranjero era algo para ricos y hacerlo por videoconferencia era imposible.
Hace 5 años, pocas personas tenían una libreta de contacto con más de cien direcciones ¡con la foto de cada persona!
Es tan fácil olvidar lo que hemos avanzado como ignorar lo que nos queda por avanzar. ¿Por qué no puedo apretar un botón y ver la película que se me ocurra, del año que se me ocurra y del estudio que se me ocurra en mi televisor, pagando un precio razonable por ello? ¿Por qué las bibliotecas tienen una cantidad limitada de copias de un libro y no pueden imprimir una copia extra si un estudiante lo necesita, pagando a la editorial un precio justo? ¿Por qué cada escrito, cada canción, cada acto creativo que se está haciendo en este momento quedará bloqueado hasta el siglo XXII a menos que su autor declare explícitamente lo contrario? ¿Por qué un laboratorio en un país pobre no puede fabricar los medicamentos que su gente necesita, aunque la fórmula sea archi-conocida y los ingredientes no cuesten nada? ¿Por qué un campesino no puede guardar la semilla de su cosecha de un año para otro?
La respuesta es la misma en todos los casos: las cosas son así porque hay unas pocas personas y empresas que han recibido ciertos monopolios y privilegios, y a las cuales les interesa mantener y extender esos monopolios y privilegios, independientemente del costo social que esto tenga.
Como siempre, hay dos bandos en conflicto: uno que quiere que las cosas sigan igual y otro que quiere que las cosas cambien.
El bando que quiere que las cosas sigan igual busca expandir lo que leyes y tratados sobre propiedad intelectual les han entregado, que son monopolios que básicamente se reducen a copyright (sobre las obras creativas) y patentes (sobre las invenciones útiles).
El bando que quiere que las cosas cambien ve en internet una fuerza de libertad, de democratización y de progreso para todos, una fuerza que lo único que requiere para avanzar, es que no aparezcan nuevos monopolios, nuevas barreras,
Cultura y Conocimiento Libre
Desde hace pocos años se ha puesto en marcha la respuesta de los ciudadanos a leyes de propiedad intelectual que obsoletas y opresivas. Esta respuesta es un movimiento que busca que las ideas circulen de la manera más libre posible. Siguiendo a Felix Stalder, este movimiento puede verse como la sinergia entre el movimiento de Software Libre, el movimiento de Cultura Libre y el movimiento de Acceso al Conocimiento.
El movimiento de Software Libre es hasta ahora el más visible de los tres, y ha producido la infraestructura para crear, distribuir y elaborar información que mueve la mayor parte de internet. El movimiento de Cultura Libre ha producido una forma de derecho de autor menos invasiva que hace posible que podamos producir, re-mezclar, y compartir contenido: Creative Commons en general y la Wikipedia en particular son sus resultados más espectaculares. El movimiento de Acceso al Conocimiento ha producido cambios en la forma en que se financia y difunde la investigación científica y ha abierto espacios para producir medicamentos a bajo costo que han salvado a millones de personas.
Mientras tanto, las discográficas y los estudios de cine se presentan como guardianes de la cultura; pero se están convirtiendo en sus carceleros. Por otra parte las farmacéuticas y la agroindustria exigien monopolios más largos y más extensos; pero ni los medicamentos ni la comida abundan en los lugares en que más se necesitan.
Los que quieren más copyright dicen que el derecho de autor es un imperativo moral, cuando en realidad es un acuerdo comercial. Los que quieren más patentes dicen que no podemos crear valor compartiendo, cuando el software libre ha demostrado ser una fuerza de progreso económico.
Son las formas en que el poder defiende sus privilegios. Así ha sido siempre. La libertad del conocimiento y la cultura, nos tocará defenderla con fuerza, como otras libertades. Malcolm X dijo que el poder sólo da un paso atrás cuando se encuentra con otro poder, y el abolicionista Frederick Douglass escribió "el poder no concede nada sin una exigencia. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará."
* Si te interesan los temas relacionados con conocimiento libre y cultura libre, puedes escuchar Podcast: Cultura Libre en el sitio de Manzana Mecánica.
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himikel
Buenas, soy nuevo por aquí, saludos a tod@s 😉
Carlos, comparto la opinión crítica del artículo, soy defensor activista de la cultura y el software libre 🙂
añadiría que si queremos superar este marco proteccionista hacia uno más abierto, tenemos que ir organizándonos también en formas más abiertas, el poder actual está fuertemente organizado de forma jerárquica y sólo una organización horizontal en red puede ser capaz de superar el proteccionismo actual, sistema que migró hace ya varios siglos desde el feudalismo hacia una democracia pero que hoy vemos es siervo del viejo capitalismo productivo y financiero…, nuestra actitud tiene que pasar de querer «predicar y dirigir» a querer «colaborar y cooperar» con otras Personas 😉 siempre bajo una clave social 🙂
Si tenéis interés, la semana pasada tuvimos una interesante jornada en torno al cooperativismo (muy enraizado aquí en el País Vasco), descubriendo algunas claves para dicho cambio social, el tema central era «Innovación social en la empresa», mi post relacionado es «Encuentro ForoKoop: ¿Utopía Social?». Saludos!!
esilvau
Muy buena tu columna Carlos. Saludos desde la Red de Telecentros del Programa Quiero Mi Barrio de Chile!!! Todos nuestros telecentros funcionan con Software LIbre, al igual que tú ,creemos en la tecnología sustentable.
felipe
Es tremendamente interesante el «mundo» de problemas planteados en la columna. Lo notable es que las respuestas se generan desde la ciudadanía, al margen del Estado o de las regulaciones. Sin embargo creo (quizás sea una rémora conservadora en mi pensamiento), que el segundo paso es generar estrategias públicas (normativas y políticas) que faciliten y protegan dichos procesos, en vez de proteger la generación de monopolios.
Saludos
sonsietevidas
-Carlos, que buena observación haces de lo importante que es tener libre acceso a información fundamental, es evidente que existen monopolios de información. Me parecería bien que dados los casos las personas puedan educarse, tener buena salud y servicios básicos sin necesidad de tener que pagar excesivamente por ello, y sin embargo la idea en si misma se vuelve descabellada. Ahora está bien que diversos autores promuevan sus derechos cuando son entes externos los que lucran desmedidamente, es entonces que se sugiere implícitamente tener clara conciencia de que es para uno mismo el acceso y no para mero plagio.
Me gusta que se promuevan ideas positivas, no egoístas y reales.
Atte