Desgraciadamente, la publicación releva como un valor propio de nuestro país no sólo los bellos e imponentes paisajes, sino también el hecho que los audiovisualistas no estarían sindicalizados, cosa que por lo demás es falsa.
Según informa el diario La Segunda, el Ministro de Cultura lanzó una publicación, “Shoot in Chile, ”para promover a nuestro país como un lugar con locaciones ideales para filmar producciones cinematográficas extranjeras.
La iniciativa podría ser consecuente con uno de los énfasis que supuestamente ha puesto la actual gestión cultural en el sentido de promover el desarrollo de las industrias culturales. En especial, en el caso de la industria cinematográfica o audiovisual, se lanzó una Comisión Fílmica (o Films Commission como prefieren denominarla) cuya labor consiste justamente en atraer las producciones audiovisuales internacionales al país y potenciar la exportación de servicios chilenos de producción y post producción.
Dicho en castellano, se trata de que vengan productores extranjeros a filmar a Chile, aprovechando el hecho que en el país se ha desarrollado una importante infraestructura y capacidad profesional. Esto tendría el efecto beneficioso de vincular a nuestro medio con producciones internacionales, con todo lo que ello implica desde el punto de vista del desarrollo de un sector que está sumamente globalizado. Pero eso es una cosa, y otra muy diferente es proponer una oferta del país limitada al paisajismo y con condiciones de trabajo propias del tercer mundo.
Desgraciadamente, la publicación releva como un valor propio de nuestro país no sólo los bellos e imponentes paisajes, sino también el hecho que los audiovisualistas no estarían sindicalizados, cosa que por lo demás es falsa.
Si queremos verdaderamente apoyar el desarrollo de la creación audiovisual y de la industria cultural, debemos partir por poner en valor, en primer lugar, los recursos humanos con que cuenta nuestro país: talentosos directores, montajistas, sonidistas, actores y actrices, aptos no sólo para ejercer como obra de mano barata y no conflictiva (porque eso es lo que se está queriendo indicar) sino para participar con igualdad de condicionesen la producción y post producción de las obras audiovisuales.
El error de esta publicación merece una explicación porque afecta la dignidad de quienes han dedicado sus vidas y talentos a la creación audiovisual en Chile, pero sobre todo amerita una revisión de la mirada con que se estaría promoviendo la inserción internacional de nuestro país en el mundo audiovisual.
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Foto: cultura.gob.cl
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