He escrito varios textos para publicar acá y me arrepiento de enviarlos. Si alguien ha llevado una lectura continua, recordará que hace más de dos años planteé sobre el evidente desencadenamiento de movilizaciones sociales en el país; diría que una construcción más que un efecto, porque era obvio que dadas las medidas gubernamentales antichilenas, anticiudadanas, proempresariales y pro-grupos-de-poder, no se podrían evitar. Y más, era obvio también que un gobierno como éste iba a asesinar mapuche, de la misma manera que los concertacionistas, porque es precisamente eso: concertación de negocios, de intereses, de idearios. Ya no estamos para comulgar con ruedas de carreta.
Lo terrible es que Chile efectivamente está acéfalo políticamente. Lo reconfortante es que la identidad chilena comenzó el rumbo del autorreconocimiento de su mesticidad. También lo dije alguna vez acá; se veía venir y ya era hora. O somos, o somos. Y lo que enaltece a los chilenos hoy, es descubrirse parte de una historia heroica negada a la que necesitamos agregarnos desesperadamente, porque no se puede hablar del valiente soldado que tenía un corazón tan grande –de chileno- que abarcaba todo el pecho y era un hidalgo caballero de la imaginación de los historiadores oficialistas. No, no era verdad, y lo comprueba la corrupción transversal dejada en evidencia, así como las vanas glorias de volverse contra su propio pueblo. Igual sigo escuchando la música del Adiós al Séptimo de Línea, porque es hermosa, y la narrativa de Jorge Inostroza es espectacular, entre ficción e historia. Es la única bandera de heroísmo que puede ondearse, siempre y cuando podamos olvidar que aquella fue una guerra que tampoco nos pertenecía y de la que sólo perdimos vidas y generamos la miseria de miles de chilenos que después de luchar terminaron mendigando en la calle para sobrevivir, más los que fueron enviados a invadir el territorio en el que ahora sostenemos nuestra humanidad, haciendo uso del conocimiento y vileza que la sangre derramada puede producir en el ser humano, esta vez asesinando mapuche para anexar territorio.Imagino que Guido Eytel, ante esta inmundicia, prefirió retirarse para siempre yéndose al infinito. Hoy que la eternidad lo abraza todos fueron sus amigos.
Qué pena que siempre sea el populacho, como decía mi padre de manera certera, el que es azuzado contra el pueblo. Precisamente porque no tiene conciencia de clase ni identidad cultural establecida; es un permanente succionador de idearios ajenos, lo que quiere ser, el que admira al que tiene mayor poder adquisitivo y apellidos difíciles de pronunciar, como señala una poeta del Wallmapu, allegándose a los patrones del gran fundo que es Chile todavía. No es extraño que resulte tan fácil realizar los lavados de cerebro ideológicos porque el racismo contra el mapuche ha sido un instrumento de poder en el discurso y manos de quienes los despojaron. Y llenar las plazas vacantes de los grupos de choque de los estamentos armados, resguardadores del statu quo del poder fáctico, o sea, de los que poseen el dinero, es un excelente medio de manipulación para el ejercicio de control a través del miedo. Y, cuidado, que el lumpen proletariado del que hablaba el temido –por los ignotos- Carlos Marx, ha encontrado un nicho de inclusión ahí también.
Y así ha pasado el tiempo y va un mes del asesinato de Camilo Catrillanca, sin resultados legales reales. Chile se ha convertido en el paraíso de los corruptos y mentirosos. Matar un mapuche, un ser humano, un joven, es delito menor que robar una gallina. Así de rascas, chantas, mala clase, somos.
Imagino que Guido Eytel, ante esta inmundicia, prefirió retirarse para siempre yéndose al infinito. Hoy que la eternidad lo abraza todos fueron sus amigos.
No, no estoy decepcionada. Mi pregunta es qué hacemos al respecto. Y eso me inquieta. Personalmente construyo desde lo positivo: que hay actividades culturales importantes en la zona, que hay tiempo para la solidaridad.
Finalmente, aunque no es lo que había escrito en varios textos, como dije, que no he enviado a la página, cierro comentando que el día domingo 16, desde las 15:45 hrs. tenemos una actividad cultural de cierre de año 2018. Podríamos haberla denominado “PLR 2018” y sí que es verdad, pero la llamamos “Pewkallal 2018” porque estamos en el Wallmapu. La entrada es liberada, en la sede de la Junta de Vecinos N° 40 Villa Sur, adjunta al Gimnasio Amanecer (JJVV que está funcionando maravillosamente, otorgando un importante espacio a la cultura local). Pasaremos el sombrero por un aporte en lo que cada uno pueda, y así enseñamos a valorizar el trabajo cultural no sólo a quienes van a ver y escuchar a los poetas y cantores, sino a quienes ejercemos el oficio de las letras y la música. Esperamos verlos ese día. Si va, coméntenos que nos leyó en esta página.
Comentarios
18 de diciembre
Disculpe señora pero este asunto de Catrilanca es un show mediático. No hace mucho quemaron vivos a un matrimonio de abueltos encerrados en su casa. ¿vió muchas marchas por ellos? ¿un desplieque asi de las redes, cobertura en los medios con interpelaciones a ministros y todos eso? Y ahora cuando matan al comunero les vienen todos estos relatos desgarradores?. Es un tongo señora, demuestre algo de inteligencia, es un show para gente manipulada, gente tonta.
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18 de diciembre
Entiendo tu pesimismo. Las situaciones dan para serlo. A nivel planetario no lo es menos e incluso dramático. Por una parte hay abusos del estado y por otro hay daños irreversibles al medio ambiente.
Lo que sucede en el sur sólo se puede arreglar escuchando lo que los mapuches quieren y llegar a un acuerdo que contente a ambas partes. Sería un gran avance. Yo creo que se puede avanzar. La muerte de Cariyanca no va a ser en vano . Hay que dejar la ira, aunque tenga motivos, porque con ella no se piensa con claridad. Saludos
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