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Acerca de un poema (tercero) del sol

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Estas cosas con el sol comenzaron hace un tiempo atrás.  Sucedió, como dicen, de repente. Aunque, como siempre ni tanto: es que no andaba yo buscando en el buscar sino encontrando en el encontrar (Picasso mencionò algo parecido, pero no idéntico).

Este sol es la Naturaleza pero también no lo es. Porque, parece, un elemento no más de la Naturaleza (con mayúscula) –aunque, dicen, uno eminente. Además, porque no resulta seguro que sea. O sea, que el sol es. Este sol simplemente (¿?) pasa por allá en el cielo. Y tiene amaneceres, mediosdías y atardeceres, como tod@s ya sabemos. Que son algo sencillo. Y cotidiano, como si fuera lo anterior poca cosa.

Les dejo pues estos dos comienzos –porque uno solamente se queda corto. En uno andaba paseando por allí; en el otro constato.

1

Voy al campo. La tierra aun húmeda de la última lluvia.

Paseo sin rumbo. Por el mediodía me encuentro un pequeño bosque de espinos crecidos. Y buscando sus brotes de agosto hacia arriba, también me encuentro al sol.

Al aire tibio tan transparente este sol verdaderamente brilla. Puedo mirarlo si me tapo un poco los ojos en la sombra de una rama alta de espino. Entonces, de pronto, decido hacer algunas imágenes. Abro el celular. Encuentro la cámara. Y empino la mirada a contraluz.

Lo que no se puede ver a simple vista lo ve esta cámara, digo. Pero así apenas puedo ver la pantalla, tan encandilada como yo. A tontas y a locas le voy ahora disparando. Y confío.

Ya de vuelta en la casa, hago un recorrido por esas imágenes. A ver si he podido ver. Y me gusta la suerte de uno o dos encuadres. Los miro atentamente. Parece que hablan las fotografías. Entonces parece que escucho lo que dicen –y murmuro: si uno tiene alguna paciencia de oír. Me acerco un papel y empiezo a garabatear. Y comienzan a venir estas sencillas líneas.

2

Allí está simplemente

Me di vuelta y allí estaba

Nada de por más que miro busco por ningún lado está

Que no está pero en alguna parte debe estar

Que estaba sí, que ha estado pero ya no

Que está por todas partes pero en cada lugar sólo como una parte

Que es apenas una fragmento de un si mismo, y esas patrañas

Sino que está enterito

Y ahí mismo

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2 Comentarios

viveroscollyer

viveroscollyer

Pues este sol de la contemplaciòn en un agosto de 2022,
es de las cosas màs sencillas que nos pueden ocurrir.
Este sol solamente es el sol de esta mañana. O el de ahora mismo
–son las seis de la tarde de un sàbado de diciembre–
Y sucede que a un Picasso s ele escuchò decir una vez :
«Yo no busco. Yo encuentro» –hay una sabidurìa inmensa
en estas palabras que va màs allà de ser un buen o mal artista.
Este sol de mis poemas sucediò de modo parecido : me encontrò
un mediodìa bajo un pequeño bosque de espinos y sin
estridencias, suavemente, y no se va…

viveroscollyer

viveroscollyer

De aquel mediodìa de agosto de 2022 han pasado 7 meses.
El libro del sol està completo en la ediorial, y tiene unas 50 pàginas
de prosa «modus philosophicus», unas 80 de poesìa «dura», y unas
25 fotografìas de sol.
Este relato que aquì publicamos, cuenta el hecho empìrico del bosque de
àrboles de espino y de la tierra con olor a aguas de lluvia..
De la sorpresiva comunicaciòn del sol con la càmara del celular.
Por la tarde de ese dìa yo ya comencè a enviar por wasap a
unos amigos, la noticia de este acontecimiento personal…