Hace casi seis meses conocí El Quinto Poder. Aunque escribo desde hace años, nunca se me había presentado la oportunidad de expresar mi mirada política y creo saber por qué.
Desde niño me repitieron muchas veces que en “en la mesa no se habla ni de política ni de religión”. Al inicio pensé que era para evitar conflictos, luego pensé que era por la cantidad de información que había que tener para hablar con propiedad. Hoy me doy cuenta de que esto es resultado de la dictadura. Quizás el miedo de ser escuchado criticando a Pinochet o la posibilidad de despertar algún deseo libertario en las nuevas generaciones fue el gran motivo por la que nadie quería decir nada.
Tengo claro que pertenezco a quienes estaban en medio del problema, aquellos que pensaron que Pinochet venció al comunismo y que la dictadura era principalmente una reorganización de la economía. Por fortuna el tiempo, la llegada de la democracia y varias conversaciones con víctimas de la tiranía, me permitieron ampliar mi visión y darme cuenta de que ese mismo silencio en la mesa contribuyó a tanta violación de los derechos humanos.
¿A qué viene esta reflexión? Simple, parece que tras salir de aquel régimen, el miedo se mantiene y las oportunidades de conversar de política, religión, sexualidad, derechos civiles, etc… siguen siendo escasas. Enojarse cuando alguien cuestiona tu postura parece ser otro escollo de la dictadura, que gracias a esfuerzos como el de El Quinto Poder, poco a poco pueden irse destruyendo.
Alguna vez leí que en épocas antiguas las plazas públicas eran centros de conversación y contertulia, donde todos los ciudadanos podían sentarse a debatir sobre cosmovisiones y con ello ilustrar a quienes buscaban el camino, alguna vez escuche de algún profesor, que el concepto plaza guardaba una estrecha relación con la palabra encuentro (o reencuentro), alguna vez a algún político decir reconciliación.
Es paradójico que siendo militante activo de Renovación Nacional la columna más penetrante que he escrito en mi vida sea una sobre uno de los pocos lideres nuevos de la izquierda que autónomamente dejó la corbata colgada al picaporte de su dormitorio. Es aún más paradójico saber que esa columna fue plasmada en un espacio financiado por el hombre del dedo erguido que hace un tiempo se cruzó la banda presidencial, jugó tenis con Don Francisco y que ha sido el único líder capaz de pararle los carros a Bolivia.
El Quinto Poder, en sus 5 años, es una gran plaza digital, un punto de encuentro democrático donde todos valemos lo mismo, donde las imposiciones no existen y donde la línea editorial da cabida a artículos tan absurdos como las de un tipo que se enfureció con un cotonito.
No sé ustedes, pero el ejercicio de transmitir ideas en cuatro mil caracteres (salvo cuando la idea es realmente buena y te regalan mil extra) es realmente formidable, tan espectacular como poder sostener debates de ideas con otros columnistas; quizás por eso me molesta tanto cuando alguna personalidad sube una columna y no se da la molestia de agradecer o rebatir la postura de alguien que se dio el tiempo de leer y comentar sus escritos.
El Quinto Poder, en sus 5 años, es una gran plaza digital, un punto de encuentro democrático donde todos valemos lo mismo, donde las imposiciones no existen y donde la línea editorial da cabida a artículos tan absurdos como las de un tipo que se enfureció con un cotonito.
Chile necesita que aprendamos a conversar más, aceptando que podemos estar de acuerdo en que no estamos de acuerdo, comprendiendo que a veces tenemos derechos a decir estupideces y sentirnos orgullosos de aquello, alguien tiene que terminar con los malditos deberías.
Debo ser diplomático, debo ser claro, debo hablar con fundamentos, debo pensar que mi partido es el mejor, debo pensar que sé lo que quiere Chile, debo, debo, debo, debo.
Gracias nuevamente El Quinto Poder por dejarme escribir de lo que quiero, en ese momento. Gracias Fundación Democracia y Desarrollo por crear un espacio donde realmente existe la democracia, pero no podría decir que soy díscolo si no les regalo una crítica constructiva:
Tres son los elementos que me gustaría que fueran incluidos dentro de esta gran plataforma: En primer lugar poder editar los textos sería un gran aporte, muchas veces me he condoreado con algún término o uso de comas (incluso fui criticado por ello) poder remediar este problema sería muy útil. En segundo lugar me agradaría bastante que la idea de “Vecinos Conectados” se ampliara a regiones conectadas, más allá de que la Región Metropolitana elija al Presidente (a) de la República, Santiago no es, ni debería pretender ser Chile, una medida digital que vele por esto, es tan urgente como relevante. Finalmente, me gustaría que en la opción ¿De qué tema se trata tu entrada? Dijera algo así como “ocio” o “no tengo idea” porque en lo misceláneo también existen formas de expresión no contenidas en las opciones hoy entregadas.
Y si es por soñar…. Recibir un posteo de Don Ricardo Lagos… eso me brindaría una alegría de proporciones, porque ratificaría todo lo que he dicho en esta columna. En el Quinto Poder, todos somos iguales.
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Patrick Fisk
Hay democracia en el sólo hecho que pueda discutir contigo y saber que nos seguiremos llevando bien, hay democracia en la medida que las censuras son personales y no institucionalizadas, hay democracia en la medida que diversas posturas son bienvenidas, en si hay democracia.
Otra cosa es hablar de los poderes que tienen secuestrado el ejercicio de la democracia y/o la gobernabilidad del País; no pienso rebatir que el dinero tiene secuestrado al país y que el modelo económico es nefasto.
Pero la falta de regulación es también responsabilidad del mal ejercicio de nuestra democracia.
Así que amigo mio, la democracia si existe, pero es tarea nuestra practicarla intensamente, de modo que aquellos que tienen el poder, sepan que lo van a perder!
Como alguien que estaba fuera de las bastillas alguna vez!
peon
Ya que piensas que necesitamos conversar más, conversemos.
Permíteme comenzar preguntándote de formas algo.
La primera, ¿a qué te refieres con la expresión «la llegada de la democracia»?…
¿Por qué consideras que lo que vivimos es una democracia?
Hablas de una plaza digital democrática, pero, democracia está asociado a un Gobierno de una República, luego acá en elquintopoder no hay democracia, porque no cabe que la haya. Por el lado de la nación supongo que se pueden escribir interminables libros acerca de por qué no somos una nación democrática, pero, la idea no parece muy asumida todavía, así es que no comprendo a qué te refieres con la democracia a la que haces referencia.