Como estudiantes quisiéramos saludar a los trabajadores y trabajadoras, en el día que conmemora la lucha que diariamente dan por llevar el pan a sus casas, soportando duras condiciones laborales que los obligan a tener bajos salarios, pasar hambre y sueño, y estar sin medidas de seguridad sobre sus vidas ni seguridad de seguir trabajando.
Como hijos de trabajadores, los abrazamos y admiramos como a nuestros padres por la energía entregada para llevar una sonrisa a nuestros hogares. Ustedes son quienes empujan el carro de la historia, con su trabajo nos dan una muestra de voluntad y entrega, que nos conmueve y nos hace manifestarnos por un cambio de raíz que nos comprometa a todos, hacia una sociedad más humana, hacia un destino más prospero. En este día especial al menos les debemos a ustedes un minuto, y no precisamente de silencio; los trabajadores hoy están más vivos que ayer, y como pueblo en lucha nos hacen sentirnos fuertes.
Sabemos que hechos como el de los mineros atrapados el año recién pasado, no son aislados y se repiten diariamente en pescadores, forestales, mineros, buzos, y en todo trabajador al que se le explota su vida en un sistema de lucro que concentra los beneficios en pocas manos, provocando la muerte en vida de muchos de ellos, rechazamos este sistema que nos priva mediante la privatización de derechos tan básicos como la salud, educación, seguridad y vivienda.
En esta fecha recordamos con orgullo el coraje de los Mártires de Chicago que luchaban por una jornada laboral digna, dicho esfuerzo se hace carne más de 100 años después en compañeros que reviven ese esfuerzo por acabar con un sistema de trabajo que los esclaviza y les quita sus familias, y que nos da cuenta de que el respeto a los derechos laborales se gana con lucha, conciencia y organización. Los trabajadores a nivel mundial nos dan muestras de que la realidad es transformable y en ellos reside una fuerza incontenible para cambiar la historia, las luchas libradas en el norte de África a inicios de este año han dado muestras al mundo de que los trabajadores organizados rompen contra todo imaginario dominante de orden establecido.
En nuestra región son variados los ejemplos de trabajadores que se han organizado para exigir un trabajo digno, campesinos que defienden su derecho al agua, portuarios y pescadores por su derecho a un trabajo digno, así como choferes que proponen un sistema de transporte público para la población, son ejemplos de que la organización de los trabajadores sumado a la de estudiantes, pobladores, organizaciones políticas, culturales y sociales, abren el camino para la victoria. No queremos ser autocomplacientes y por ello consideramos que el ejercicio de conmemorar nos debe llevar a una autocritica que cuestione el actual estado de la organización sindical, reconstruyendo un movimiento de trabajadores que luche por reivindicaciones más allá del reajuste en torno al IPC, luchando con firmeza por crear una sociedad donde la explotación del hombre por el hombre no tenga cabida.
El desafío para los trabajadores es gigante, pero tenemos la plena convicción de que juntos somos una fuerza inimaginable que puede vencer cualquier obstáculo que la historia nos coloque, hoy la tarea es más vigente y necesaria que nunca. Adelante compañeros con toda la fuerza de la historia.
"Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa"
Trabajadores de Chicago, 1886
Foto // Licencia CC
Comentarios