Si bien podríamos remontar al derecho a súplica que tenían los subditos respecto de sus monarcas hasta las democracias actuales, es clave considerar que el nivel de diálogo de la ciudadanía con el poder político muchas veces es escaso.
Me refiero a una capacidad de diálogo bilateral, donde la clave del entendimiento mutuo seal retroalimentación entre el actor representante y el actor representado.
Por ello, mucho vemos con cierta angustia la escasa interacción que hay entre cúpulas, partidos políticos y ciudadanía plena.
Puede ser interesante reflexionar respecto de aquello. se plantea muchas veces que para tener un diálogo debe existir idéntica estatura ética. Sin embargo, muchos nos cuestionamos si será efectivo ese diálogo cuando la ciudadanía no percibe dicha estatura en la clase política.
Me gustaría plantear una idea de debate: ¿Cómo puede la ciudadanía exigir dicha estatura, cuando los cuestionados cierran la posibilidad de ser invitados a ello?
Saludos, y gracias por este espacio.
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