El viernes en la tarde muchos fuimos los afectados por los tacos que se generaron en toda la zona norte de Santiago por problemas de coordinación de semáforos y accidentes, estuvimos más de 3 horas tratando de llegar a nuestras casas en un trayecto de no más de 5 kilómetros.
Durante ese tiempo seguramente pudimos experimentar situaciones de rabia e impotencia, pero también deberíamos haber tenido el tiempo para hacer un análisis más profundo acerca de lo que realmente nos quiere decir esta situación. Muchos pensamos en la responsabilidad de la autoridad que no actúa en situaciones como estas, es impactante ver que no había carabineros en las calles, desconocemos que pasaba en ese momento en la Unidad Operativa de Control de Tránsito, pero por otra parte muchos tuvimos tiempo para pensar en nuestra calidad de vida y cómo hacer para mejorarla.
Vivimos en una ciudad colapsada, mal diseñada y las autoridades no tienen un plan de acción para poder mitigar el impacto que esto genera en las personas. Esta autoridad, que aparentemente no sabe qué hacer, debería comprender mejor el daño que se genera en las personas que perdemos tiempo en los traslados y cómo ésto impacta seriamente en los estados de ánimo que nos llevan a generar impacto negativo en la vida familiar, desempeño laboral y por ende en la salud de cada uno de nosotros. La calidad de vida va de la mano con nuestro bienestar: si estamos bien nuestra familia está bien, el trabajo estaría bien y la productividad en las empresas sería mucho mejor, seguramente nos enfermaríamos menos y seríamos más felices.
Suena mágico e inalcanzable, pero ¿qué hacemos para poder empezar a trabajar en esto? Será bueno analizar incluir un Ministerio de la Felicidad en el próximo gobierno, una entidad gubernamental que se preocupe de las personas desde su felicidad, alguien que se preocupe de analizar todo el país y proponer planes de trabajo para poder mejorar lo que nos afecta de manera negativa. Seguramente generaría grandes conflictos en las autoridades que deberán entender que para ser feliz se necesita calidad de vida, tiempo para descansar, trabajar y tener espacios de ocio. Estamos orientados al trabajo y a la productividad, nadie se preocupa del bienestar de las personas, porque para eso hay que sacrificar muchas cosas, trabajar el ego de las personas y controlar las ambiciones y el enriquecimiento. Habría que pensar más en la equidad e igualdad, palabras que surgen fuertemente sólo en época de campañas. Debemos posicionar más el auto cuidado y también el cuidado del medio ambiente.
Estamos orientados al trabajo y a la productividad, nadie se preocupa del bienestar de las personas, porque para eso hay que sacrificar muchas cosas, trabajar el ego de las personas y controlar las ambiciones y el enriquecimiento. Habría que pensar más en la equidad e igualdad, palabras que surgen fuertemente sólo en época de campañas. Debemos posicionar más el auto cuidado y también el cuidado del medio ambiente.
Debemos cambiar, motivar que se generen los verdaderos cambios, desde las personas. ¿Cual de los candidatos está preocupado hoy de esto? ¿Cual de ellos se hará cargo de esta pobreza que nos impide ser un gran país?
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