Las palabras de nuestra alcaldesa ciudadana ante la repentina llamada de Michelle Bachelet desde Nueva York, son el cierre perfecto para esta historia: “le dije que el ejemplo de la campaña de Providencia debía imitarse a nivel nacional. La forma de hacer política cambió”.
La historia de Providencia es la historia de una gesta ciudadana.
A principios de este año, Josefa Errazuriz, actual Alcaldesa electa de Providencia, se desempeñaba como presidenta de Ciudad Viva y directora de la Red Chilena de Territorios Ciudadanos. Bajo ese paraguas de la sociedad civil, nos volcamos de lleno en la campaña Vota Programa, llamando a los candidatos y candidatas municipales a formular sus programas de gobierno comunal de manera participativa, y a comprometerse públicamente con su cumplimiento en una notaría.
Para ello, convocamos a los entonces pre-candidatos por Providencia, Cristóbal Bellolio yJavier Insulza a hacerse parte de un taller con vecinos y vecinas de la comuna para tener una primera impresión de lo que la ciudadanía soñaba para su territorio. En ese proceso, Josefa aún actuaba como dirigente vecinal y ciudadana, movilizando sus redes para asegurar una elección conectada con las aspiraciones vecinales, y con representantes dispuestos a la fiscalización ciudadana. Pero algo pasó. En el camino, muchos vecinos y vecinas comenzaron a pedirle a Josefa que fuera ella, y no otro, quien encarnara el proyecto que se comenzaba a perfilar con la participación en las jornadas. Entre ellos, el Partido Comunista fue el primer partido en apoyar formalmente la precandidatura.
Así, se creó el conglomerado Providencia Participativa, que invitaba a los partidos políticos comunales y las organizaciones a crear una red coordinada, que funcionara como plataforma programática del o la futura alcalde/sa. Siempre fiel a su rol de dirigenta, Josefa aceptó el llamado y se presentó como pre-candidata independiente, solicitando la realización de primarias para la definición de un candidato/a único de la oposición.
El equipo de Ciudad Viva coordinó entonces un nuevo encuentro programático para Providencia Participa, que posteriormente tomó vuelo, realizando dos nuevos talleres que terminaron por definir las bases programáticas que, según acuerdo, serían la hoja de ruta del candidato definido por la ciudadanía. A pocos días de las primeras primarias abiertas en el país -que incluyeron a la Concertación más todo partido u organización que aspirara a cambiar la gestión municipal-,el conglomerado político naciente Revolución Democrática organizó un debate con los pre-candidatos, posterior al cual acordaron dar un decidido apoyo a Josefa Errazuriz. Con esto, las redes vecinales que por años Josefa construyó junto a Ciudad Viva y la Unión Comunal, pasaron a complementarse perfectamente con un grupo joven y entusiasta y con una tremenda capacidad de posicionamiento mediático y movilización juvenil.
El resultado: Josefa ganó las primarias gracias al apoyo decidido de cientos de dirigentes vecinales con mucha experiencia y de jóvenes con anhelos de más democracia. Sus contendores se transformaron entonces en fervientes colaboradores, sumándose la Concertación y Red Liberal en pleno al comando naciente.
Comenzó así una campaña espectacular y sin paragón en el país. Se movían las redes vecinales, con adultos mayores que muchas veces no tienen correo electrónico, pero conocen al dedillo sus barrios, de la mano de jóvenes tuiteros y con estilo. Una brillante campaña en las redes sociales de internet fue el complemento perfecto al trabajo organizado de las redes sociales vecinales en la calle. Ambas fueron la fuente de más de 1000 voluntarios y voluntarias.
Las bases programáticas fueron revisadas por decenas de ojos, y luego definidas formalmente en un gran encuentro programático abierto, realizado en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Allí nació el programa Providencia Somos Todos, que hoy es la hoja de ruta de la futura gestión municipal. Y no sólo de la alcaldesa, sino también de la totalidad de candidatos/as a concejales que la acompañaban, que firmaron también su compromiso.
No sólo eso: la candidata ciudadana, fiel a su compromiso con el voto programático, decidió formalizar su promesa inscribiendo el programa en una notaría, ante los ojos fiscalizadores de Providencia Participa y la Red Territorios Ciudadanos.
Luego vino la preparación para el trabajo electoral. Se formó un equipo de apoderados generales con representantes de la DC, PS, PPD, PRSD, PC, PH, PRO, Red Liberal ,Revolución Democrática y varios ciudadanos y ciudadanas independientes y activas. Hasta un ex militante de RN se hizo parte del trabajo. La coordinación, por supuesto, no estuvo exenta de problemas, pero en el camino aprendimos a comprendernos mutuamente, especialmente en relación al lenguaje de los partidos versus el de la sociedad civil.
Así, se constituyó una red de cerca 500 apoderados de Josefa Errazuriz, que cubrieron el 100% de las mesas el día de la elección. Se cuidaron los votos con alegría y entusiasmo, aunque hubo cierta tristeza por la baja participación. Al cierre de la elección, el sistema de cómputos montado con decenas de otros voluntarios, arrojó desde temprano resultado claros: vale la pena luchar por los sueños.
Y las palabras de nuestra alcaldesa ciudadana ante la repentina llamada de Michelle Bachelet desde Nueva York, son el cierre perfecto para esta historia: “le dije que el ejemplo de la campaña de Providencia debía imitarse a nivel nacional. La forma de hacer política cambió”.
Llegó la hora de la democracia participativa.
Comentarios