La patria de la derecha no es Chile, sino más bien sus privilegios de dominación de clase y su estatus socioeconómico. No es amor a Chile ni a su pueblo, es amor a su propia riqueza material. Como va tener Patria un multimillonario, quien prefiere evadir impuestos poniendo su fortuna en paraísos fiscales, en lugar de contribuir con ellos a programas sociales que benefician a miles de chilenos y chilenas que necesitan la ayuda estatal.
Ahora bien, en estas elecciones no da lo mismo quien gobierne los próximos años, lo que está en juego es decidir el país que soñamos.
La soberanía reside en el pueblo [Rousseau] y en democracia representativa es el pueblo soberano por intermedio del voto quien tiene la última palabra. Compatriotas, el precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombre [ Platón]. El destino de nuestra nación depende de nosotros una vez cada cuatro años, el poder baja hacia los/as ciudadanos/as para decidir el país que queremos. Ahora bien, en estas elecciones no da lo mismo quien gobierne los próximos años , lo que está en juego es decidir el país que soñamos.
Por cierto, a menudo se escucha que da igual quien gobierne porque todos son iguales, que no me interesa la política, que no vale la pena votar porque todo va seguir igual etc. Gran error, hay una estrategia para desmotivar una participación masiva de la población, que favorece al candidato Piñera, quien no cumple con los parámetros éticos que debe poseer un hombre de Estado y que a su sector no le conviene que voten las grandes mayorías, porque es ahí justamente cuando se termina el poder fáctico de unos pocos, es ahí cuando aparece el legítimo poder de un Pueblo Soberano —Libre, digno y dispuesto a decidir por una nación más justa, solidaria y desarrollada.
Compatriotas, no da lo mismo por quien votar el 19 de noviembre, tanto a nivel presidencial como parlamentario. Las reformas hechas por el actual Gobierno de Michelle Bachelet llevan a Chile por el buen camino. No obstante, lo que se ha avanzado en educación, uno de los derechos sociales fundamentales para una sociedad justa, necesita una continuidad y Piñera no es el candidato adecuado para seguir mejorando este derecho. Al contrario ya anunció una retroexcavadora, ahora cambia su postura, sin embargo, este candidato no es creíble, no es transparente y ha dado muestras de sobras que miente, miente hasta más no poder.
No es el mercado, como piensa y preconiza la derecha quien va darle al país la justicia social que necesitamos para convertirnos en una mejor sociedad. Es el Estado, institución simbólica por excelencia, la encargada por intermedio leyes de entregarle esa justicia a la nación. Seamos claros, a la derecha por su ideología, por sus propios intereses de clase y económicos, se opone rotundamente a un Estado fuerte, a uno que les quite el negocio de la educación, de la salud, de las AFP y los recursos naturales como el litio. —A un Estado que defienda el interés general de Chile y que les suba los impuestos— La patria de la derecha no es Chile, sino más bien sus privilegios de dominación de clase y su estatus socioeconómico. No es amor a Chile ni a su pueblo, es amor a su propia riqueza material. Como va tener Patria un multimillonario como Piñera, quien prefiere evadir impuestos poniendo su fortuna en paraísos fiscales, en lugar de contribuir con ellos a programas sociales que benefician a miles de chilenos y chilenas que necesitan de la ayuda estatal.
Son los mejores hombres, por su sabiduría, los que buscan la excelencia de la justicia del alma, quienes deben llegar al poder de la cité [ Platón]. Por la dignidad y la grandeza de Chile, no nos merecemos tener un presidente con el prontuario de Piñera. En su gobierno anterior, pudo limpiar sus antecedentes del pasado haciendo realidad su promesa de tener un gobierno de excelencia, resultado: varios de sus ministros y secretarios de Estado han sido formalizados e imputados por corrupción o financiamiento ilegal—Pablo Longueira, Lawrence Golborne, Pablo Wagner, Ena Von Baer, Gabriel Ruiz-Tagle.
La lista de Piñera es muy larga para poder desmentirla: Imputado por el ex banco de Talca; se adueña del negocio de las tarjetas de crédito; fue declarado culpable por coimas en Argentina; empresas zombie; paraísos fiscales; compra de acciones con información privilegiada corrompiendo el mercado; fue declarado culpable en Estados Unidos por corromper nuevamente el mercado; mintió que fue profesor en la universidad de Harvard; la corrupta ley de pesca hecha en su gobierno; caso Chispas; caso Penta; Milicogate, etc.
Chile necesita un/a Presidente/a que encarne valores y principios éticos para continuar avanzando en educación, en la posibilidad de hacer una Constitución verdaderamente democrática, para avanzar en un Estado que intervenga contra aquellos que se coluden, contra la inconsecuencia de precios altos y sueldos miserables. En fin, es el momento de decidir entre dos caminos, uno que favorece la avaricia de unos pocos; o aquel que busca la justicia como equidad [ John Rawls] el valor más importante de una República.
Comentarios
15 de noviembre
Buen raciocinio ,me gusta el análisis.
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15 de noviembre
Que extaño tantos autores que se integran al quinto poder el mismo dia que hacen su única columna y escriben todos casi lo mismo. En fin. El asunto de fondo es que en el discurso la gente de izquierda quiere terminar con la riqueza y la gente de derecha quiere terminar con la pobreza y efectivamnte todos los datos históricos son consecuentescon eso. Y el ciudadano con un par de dedos de ferente se da cuenta de una realidad probada una y otra vez: Si quiere ser cada vez mas pobre, bueno vote por la izquierda que elimina ricos con gran eficiencia. Si quiere vivir cada vez mejor, bueno vote por la derecha que elimina pobres.
Saludos
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