No somos rebaño, somos un pueblo: exigimos al Estado que asegure el cuidado y la salud de la población
Desde los inicios de la pandemia en el país, la gestión de las políticas públicas, tanto en salud, como en educación y seguridad social, han sido administradas desde la especulación, el secretismo, y la improvisación, poniendo en riesgo la salud de la población.
En ese tenor fue el show de la búsqueda y compra de ventiladores, supuestamente “mecánicos”, que no cumplían los estándares necesarios, en el mercado negro en China por parte de la CPC; el traspaso de millones a la banca a una tasa de 0,5 %, negociado con los clientes a tasas más altas que el 3,0 %, sugerido a la buena voluntad del gremio, como tope por el Gobierno; el uso de los ahorros del Seguro de Cesantía de las y los trabajadores para solventar tres meses de suspensión de contratos, con el burdo artilugio de un “compromiso” del empresariado, de buena voluntad, de re-contratar a las y los trabajadores al término de la crisis. Ya se sabe que más del 60 % de los grandes empresarios (retail especialmente), han declarado que no re-contrataran a las y los trabajadores despedidos, mientras gozan, con buena voluntad, de beneficios tributarios y económicos.
Por otra parte, se hace evidente que el Gobierno, aterrado ante las movilizaciones sociales en marzo, lideradas nuevamente por estudiantes secundarios, -las que a pesar de haber sido duramente reprimidas daban cuenta de la re-activación de la crisis desatada en Octubre-18-, ha privilegiado una mirada de Seguridad Pública y no médico-social y de cuidados preventivos para con la población, militarizando el país y sometiendo a la población a una innecesaria represión y coerción social. El toque de queda declarado, con militares con armamento de guerra en las calles, no solo desvía recursos materiales, económicos y humanos que pueden ser invertidos en el manejo de la pandemia y sus efectos psico-sociales, sino que se configura en un factor perturbador de la libertad de las personas. Además, como efecto paradójico que pone en evidencia la inutilidad de la medida, es sabido por medios de prensa y declaraciones de autoridades, que ha habido un aumento de delitos violentos y homicidios, a pesar del estado de excepción.
Pero lo más complejo y terrible es que esto ha sido aplicado bajo el paraguas de lo que el ex ministro Mañalich denominó, como la estrategia de “contagio de rebaño”: algo así como cuando en una casa un niño se enferma de paperas, y juntan a todos los demás para generar un foco infeccioso controlado. Esto consiste básicamente en promover un contagio selectivo y coordinado de la población, bajo el supuesto de que se adquirirá inmunidad, lo que carece de evidencia empírica y teórica en el caso de COVID-19. Lo que no se ha dicho es que esta estrategia, la que después cambió su nombre al de “confinamientos dinámicos”, implica que habrá, necesariamente, un porcentaje de muertos dentro de los “cluster” de contagiados. La promesa siempre fue que cuando uno enfermase, habría una cama con ventilador mecánico esperándole. ¿Quién responde por las vidas concretas que sucumbieron dentro de ese factor porcentual estimado?
Esta situación se pudo haber evitado, varios grupos de investigadores/as, el Colegio Médico de Chile, asociaciones gremiales y colegios profesionales de la salud, han intentado dialogar con el Gobierno y con sus ministros. Las respuestas siguen siendo las mismas: omisión de información, manipulación de datos, incluso mentiras y engaños expresados públicamente.
Con el nivel de conocimiento que ya se tenía de la forma de difusión del virus y del manejo de las personas infectadas en Asia y Europa, había condiciones para haber aplicado medidas preventivas del contagio.
Ahora el Ministro Paris habla del plan paso a paso, el Ministro de Educación anuncia la apertura de las clases presenciales, sin considerar que ya estamos por llegar a los 15.000 fallecidos y que hay zonas del país con los contagios fuera de control. Se podría interpretar esto como otra conducta errática del Gobierno, pero me parece que en estas decisiones opera un profundo prejuicio ideológico -el de la productividad y mercantilización de la vida- y la subsecuente ceguera ante la evidencia de los hechos validados internacionalmente -Nueva Zelanda como ilustración.
Con una cuarentena efectiva (6 semanas) en las zonas donde empezó la circulación de la pandemia -las comunas más pudientes de Santiago- se hubiesen evitado un alto porcentaje de muertes. Con el nivel de conocimiento que ya se tenía de la forma de difusión del virus y del manejo de las personas infectadas en Asia y Europa, había condiciones para haber aplicado medidas preventivas del contagio. El Gobierno ha transgredido el principio de no maleficencia en la acción del Estado.
La actual estrategia de testeo de la cual se vanagloria el MINSAL debe estar sustentada en la operación de aislar al paciente para tratar su sintomatología, y trazar a todos sus contactos estrechos y cercanos para tomarles el test. Sólo de esta forma lograremos salir con seguridad del confinamiento sanitario y del estado de excepcionalidad y ejercer nuestros derechos. Porque no somos un rebaño, somos un pueblo.
Columna escrita por: Braulio Rojas Castro. Doctor en Filosofía; Investigador GIIA-UPLA
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avelino JIménez Domínguez
Estrategia de rebaño, cuyo nombre no lo puso del ministro Mañalich, es un hipótesis epidemiológica,no tiene que ver con la estrategia que se siguió en Chile. Esa estrategia de rebaño se intentó en Inglaterra en un principio y después se vio que no servía por los resultados negativos. Al contrario Mañalich, desde el comienzo, explicó claramente que no era la estrategia de Chile, describió en qué consistía y que nosotros no la adoptaríamos. La estrategia dinámica es incompatible con la estrategia de rebaño que consiste en:el solo dejar que la infección se transmita en la población para que se llegue a un momento en que sean más los que tienen inmunidad que los que no la tienen y este hecho se convierta en una barrera que lleve a la declinación de la curva.
La baja inesperada de la transmisión, la declinación de la curva que se había verticalizado empezó al día siguiente que Mañalich salió, aproximadamente el 13 de junio, ahí empezó la «muy leve mejoría de las cifras» que luego se fue consolidando, esto indica que el Dr Paris todavía no pudo haber tenido que ver con esa mejoría; además que el Dr. Paris declaró explicitamente que la estrategia que iba a seguir sería la misma llevada hasta ahora por el ministro Mañalich saliente.
Braulio Rojas Castro
Puse el término «estrategia de rebaño» entrecomillado justamente por la ambigua forma como ha sido usado por las autoridades. Sin tener a la mano la secuencia de las declaraciones, Mañalich en un principio hablo de «estrategia de rebaño», luego cambio su discurso, por la presión de los y las científicos del Comité Asesor, y las críticas de otros especialistas (https://www.elmostrador.cl/noticias/multimedia/2020/06/19/el-enredo-de-la-inmunidad-de-rebano-los-videos-de-las-contradictorias-declaraciones-del-gobierno-con-la-fallida-estrategia-sanitaria/ ; https://www.t13.cl/noticia/nacional/inmunidad-rebano-declaracion-manalich-contradice-rubilar-18-06-2020).
Además, el supuesto de que se generará «inmunidad» ya estaba cuestionado a esas alturas por parte de la OMS. Ya es algo desechado.
Por otra parte, más allá de la cuestión de salud pública, la forma como se ha tratado comunicacionalmente a la población, básicamente como si fuéramos desechables e imbéciles, le da otra connotación a la expresión «rebaño», que la hace inaceptable.
El actuál estado de la situación, en la que se sabe por dichos de autoridades de que al gobierno le importa más lo económico y lo político, y no la salud de la población, hace más compleja la situación.
Entre el despotismo de Mañalich y el paternalismo de Paris estamos yendo a una situación crítica.
No somos rebaño, somos un pueblo… y queremos que haya Plebiscito Constituyente.
J.A.
Pienso que hay de todo, en principio todos los países han manejado esto a tientas, a nivel global esto es un genocidio brutal, y si se llega a concluir que hay mano negra, espero en mi párvula esperanza que nadie pare el castigo a los culpables. En segundo lugar, es cierto, el gobierno estaba aterrado ante la destrucción y el saqueo, y no tiene como controlar la situación ni aplicar las leyes, a pesar de haber triunfado en las elecciones no tiene bases de apoyo porque triunfa por descarte entre malos y está a la deriva frente a los poderes globales, sus enemigos tienen carnaval. Nos ha llegado la noche, no podemos contra la naturaleza ni contra la maldad, pandemia y autodestrucción es la tormenta perfecta. Vivimos tiempos extraños, realismo mágico dirán algunos.