La primera dama comunica a sus amistades que se debe mantener “la cabeza fría… que estamos en una situación muy grave que se intentó romper la cadena de abastecimiento… estamos sobrepasados es como una invasión alienígena…” pero en un segundo plano me ha quedado dando vueltas el cómo se refirió a las personas que están en las calles o en sus casa cacerola en mano, finalmente luego de otro momento de análisis, caigo en la cuenta que en su impecable lógica no está equivocada: todos somos alienígenas para un mínimo sector de este país, que posee una gran extensión de privilegios y lo que piensa lo hace desde esa vereda y como tal no se imaginan que hay otros seres vivos.
Geográficamente situados en las antípodas de la Pintana, la población el Volcán, la San Gerónimo, la Lanin por nombrar algunas, no saben que ahí viven entes parecidos a humanos con necesidades iguales a ellos e incluso van al baño, que también a su modo quieren verse bien, porque el querer verse bien es también un derecho estético, que los no son alienígenas suelen olvidar.Todos somos alienígenas para un mínimo sector de este país, que posee una gran extensión de privilegios y lo que piensa lo hace desde esa vereda y como tal no se imaginan que hay otros seres vivos.
Es precisamente eso, lo que nos pone en el lugar en el cual estamos, la incertezas que hemos recibido desde 1973, la obtuvimos ese fatídico 11 de septiembre, esa inseguridad por nuestra vidas, luego obtuvimos la inseguridad para vivirlas, la precariedad misma, a tal punto que si yo me enfermo o sufro una enfermedad catastrófica estanco el desarrollo de mis hijos y no hay estado ni sociedad que los proteja, situación que de pronto no le pasaría a un ser celestial (o no alienígena), como nuestra primera dama.
La transición política fue una transacción, una negociación forzada simplemente por el hecho de que se nos había olvidado vivir en “libertad”, pero después de Don Patricio Aylwin ¿qué sentido tuvo seguir manteniendo los miedos disciplinadores?, operando sobre esa base, el modelo ya estaba testeado, funcionaba, por lo tanto la vuelta a la dictadura era algo difícil de aceptar por la comunidad internacional, además ya no había muro de Berlín que sostener.
Tendrán millones de explicaciones quienes ponen en tensión esta opinión, ejercicios de enlace, Pinochet vivo, senadores designados y todo lo que se quiera… pero muchos, los mismos que ayer siguen hoy, en ese momento tuvieron miedo y les tembló hasta el espíritu cuando pudieron hacerle frente al dictador. Hoy les tiembla de nuevo, quizás el mismo espíritu, pero por un “enemigo nuevo” que es al que prometieron servir y no lo hicieron, porque al final del día no están liderando nada y poseen las mismas incertezas que explicaron los temblores espirituales hacia SU gente por treinta años, y en ese proceso se convirtieron también en seres celestiales.
El fin de transición solo será cuando se cambie el instrumento por el cual se hizo la transición, la Constitución Política, lo demás no será más que música, dirán que se le hicieron cientos de modificaciones que ya no lleva la firma del dictador, de pronto tampoco se desea que lleva la firma del actual mandatario. Ese ya dejó de ser el punto, se busca el hito fundacional de un pueblo que dice basta a un modelo injusto y perverso, lo que no dicen es que este pacto implica recalibrar el modelo de ganancias, el modelo de privilegios que ya no resiste análisis, es eso lo que hace tambalear el cosmos celestial/espiritual de ellos.
Las palabras de la primera dama sonarán por mucho tiempo en los oídos de muchos, esos muchos que están siempre en la orilla más pobre, “los otros”, seres ajenos a un nosotros que se auto-reconoce como diferente, como “personas de buena voluntad”. Bueno, la voluntad se define por la búsqueda de un propósito, y ahí precisamente se encuentra la voluntad de estos seres “extranjeros” que los invaden; ese relato es la descripción más evidente de una elite que se piensa distinta, depositaria de lo bello y bueno, de lo republicano (en distorsión conceptual y simbólica, por cierto) y todo aquello que atente contra lo que ellos definen como bueno, es alienígena.
Pero esto no es nuevo, antes fueron los barbaros o sea todos aquellos que no compartían el modelo sociocultural de los nobles griegos y romanos, luego vinieron los apostatas e infieles, luego los incivilizados del nuevo mundo, luego los marxistas, en fin, siempre alguien se crea un alienígena para discriminar cuando encuentra un grupo y privilegios que defender.
Académico Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Academia de Humanismo Cristiano
Comentarios
08 de noviembre
Otro buen análisis , Pablo. Saludos desde las fronteras.
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