¿Tanto dinero tendrán estas personas, que 4 millones de UF son una “multa”? Si mis cálculos son correctos, pagando todo mi sueldo, íntegro y sin descuentos, yo me demoraría poco más de 16.000 años en completarla.
He escuchado las noticias respecto del famoso “Caso Cascadas”. La verdad es que no entiendo muy bien esto de la Bolsa de Comercio, acciones y palabrería relacionada. Pero por el monto de la multa aplicada, me queda claro que el tema es muy grave. Pero me sigue quedando ese sabor metálico en la boca, ese que queda cada vez que siento que algo falta, que la Ley y la Justicia están divorciadas.
Soy un ciudadano común y corriente. Trabajo de 8 y media a 6, cotizo en Fonasa, pago la micro, tengo que hacer la bicicleta de vez en cuando con alguna cuenta porque las horas extras no alcanzaron, y he tenido que buscar un segundo trabajo para mejorar un poco los ingresos. Y de pronto, veo en el diario que a un grupo de empresarios los multaron con UF4 millones. ¡Pero cómo – me pregunto – si mi casa costó 2.000!
Entonces viene el análisis lógico de una persona medianamente inteligente, y la pregunta es obvia: ¿Tanto dinero tendrán estas personas, que 4 millones de UF son una “multa”? Si mis cálculos son correctos, pagando todo mi sueldo, íntegro y sin descuentos, yo me demoraría poco más de 16.000 años en completarla. Es decir, los afectados manejan mucho, pero mucho dinero. Lo que me trae a la cabeza otro concepto: Desigualdad.
No me refiero a esa desigualdad de los niveles socio-económicos tan manoseada, que aparece en las campañas políticas y en los slogan de los que salen en la tele. Sino a la desigualdad ante la ley. ¡Pero si los multaron! dirá alguien. Claro. ¿Pero qué pasa si no pagan? ¿Les ocurrirá acaso lo mismo que al 95% de los chilenos que, si no se presentan con el dinero en la institución correspondiente al final, al menos, deberá dormir en el calabozo? Como decía Maquiza, dudo, dudo, dudo. Y por último, concedamos la posibilidad de que efectivamente paguen. ¿Seguirán siendo empresarios? ¿El corredor de la Bolsa implicado seguirá operando? Lamentablemente sí.
En Chile las cosas funcionan de esta forma: si un médico en vez de operar la pierna izquierda opera la derecha, paga la indemnización pero continúa ejerciendo. Si el abogado pide y pide dinero y no hace nada por su cliente, aunque todos lo sepan, mantendrá su título igual. Si el Gran Empresario evade millones en impuestos, le rebajarán los intereses para que no pague tanto.
Yo tuve una microempresa. Quebré. Estoy en Dicom. No me fía ni el almacenero. Aún debo mucho dinero, o al menos para mí es mucho (unos 4 millones) y vivo con el temor permanente del embargo. Si no doy una, si, 1 boleta y me sorprende un inspector, me clausuran. Si me encuentran con una torta de CD piratas voy a la cárcel. Si dejo de pagar la pensión alimenticia duermo en una celda. Son las Leyes, claro. Pero ¿y la Justicia?
En los países desarrollados, con los que nos encanta compararnos ahora que somos parte (o wanabi) de la OCDE, estos delitos se consideran precisamente eso: delitos. Y como cualquier delito se paga con cárcel. Porque las personas que son capaces de violar de esa manera las leyes y la fe pública son consideradas un peligro para la sociedad. Y así también se consigue una medida realmente disuasiva de estas conductas. La Polar, Colusión de las Farmacias, Johnson’s, Lan, y tantos otros casos que han aparecido en la prensa, habrían servido realmente como ejemplo de lo que no se debe hacer, si los responsables hubiesen pasado al menos algunos años a la sombra. Y que la condena fuese efectiva, con mención clara en el Certificado de Antecedentes. Como ocurre con todos los delincuentes.
Pero no pasará. Porque, al igual que con el caso de la conducción en estado de ebriedad, los que legislan tienen “tejado de vidrio”. Antes de poner la rúbrica en la ley piensan ¿y cuando me ocurra a mí?
Seguiré con el mal sabor en la boca. Pensando enrabiado en aquellos que por tener dinero e influencias se ríen descaradamente de nosotros, los que movemos sus empresas, compramos en sus tiendas, viajamos en sus buses y pagamos con muchísimo esfuerzo mes a mes las cuotas en sus Bancos. Sólo queda esperar que algún congresista efectivamente cumpla con lo que promete, y acerque la Ley a la Justicia.
Comentarios
04 de septiembre
Muy bueno. Refleja en sentir de tantos chilenos de clase media trabajadora, que día a día deja sus pulmones en un trabajo que jamás reportará lo suficiente como para vivir ni siquiera cómodamente. Pero, si tenemos la mala suerte de caer en deuda, Dios nos salve, porque la justicia chilena caerá con todo su poder sobre nosotros, sin consideración ninguna. Realmente, las leyes y la justicia jamás se han llevado bien porque los legisladores y los que aplican la justicia, tampoco se llevan bien.
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